MIRAMAR (Corresponsal)

La emergencia habitacional es un problema que no sólo se observa en las grandes ciudades sino también en las comunidades pequeñas como Miramar, lo que se potencia con la improvisación riesgosa de precarias viviendas.

En ese sentido, y ante la continua demanda de un “techo digno” integrantes de Red Solidaria junto a las autoridades de la Escuela de Educación Secundaria Técnica nº1, responsables del Departamento de Construcciones y Electromecánica, acompañados por los alumnos de las dos orientaciones y el aporte municipal, se desarrolla un importante proyecto para mejorar la calidad de vida y seguridad de las familias en estado de vulnerabilidad económica y social.

El objetivo es brindar respuesta en hogares precarios y de riesgo, con el desarrollo curricular del Maestro Mayor de Obras y sus prácticas profesionales,  tendientes a promocionar la participación, compromiso y representación de los estudiantes acompañando sus  trayectorias formativas, empleadas en instalaciones eléctricas, cloacales y pluviales, entre otras.

Más allá de la resolución de problemas y el trabajo en equipo e interdisciplinario se busca también vivenciar el proceso de estas prácticas solidarias generando valores de compromiso y cooperación.

Según confiaron desde Red Solidaria Miramar a LA CAPITAL, “en la actualidad cada vez son más los vecinos que presentan sus problemas y muchos de ellos están relacionados en forma directa con el déficit habitacional. La necesidad de construir más espacios en sus reducidas viviendas sobrepobladas, es uno de los mayores problemas”.

El mejoramiento de las casas con el accionar de los estudiantes va desde la colocación de ventanas y puertas, a la reparación de techos y paredes, colocación de pisos, sanitarios, entre tantos otros inconvenientes que se suman a la ausencia de trabajo formal o madres a cargo de gran número de niños.

“Nos interesó la formación del perfil de egresado de la modalidad Maestro Mayor de Obra desde el análisis de su estructura curricular”, confiaron fuentes del proyecto a este diario.

“La propuesta es que docentes, alumnos, miembros de la Red, las familias beneficiadas, corralones, vecinos y el municipio, participen activamente en la solución de los problemas relevados”, agregaron.

Propuestas en marcha

Actualmente existen dos planificaciones en las que trabaja el equipo adherente. Una de ellos pertenece a un grupo familiar compuesto por la pareja, cuatro hijos, más otro en camino, a quienes se les derrumbó una precaria casilla situada en calles 72 y 21 tras fuertes temporales y quedaron en situación de calle. Residen en la vivienda de un pariente mientras se les edifica el nuevo hogar y el padre colabora como albañil.

El otro caso es de un matrimonio con un pequeño niño quienes trabajan ocasionalmente y viven en una casa sobre la calle 100 al 900. Cuentan con inconvenientes debido a un sistema eléctrico riesgoso en comedor, cocina y se le suma la construcción de una nueva habitación.