El intendente Carlos Arroyo justificó la decisión de no renovar el contrato con la empresa que prestaba el servicio de seguridad en las dependencias de la Secretaría de Cultura y ratificó que la vigilancia de los edificios quedará a cargo de la Policía Local, para lo cual requerirá del apoyo de la Policía de la Provincia y de Prefectura.

Según el jefe comunal el hecho de que los museos y bibliotecas se quedaran sin personal de seguridad no obedeció a un “olvido” sino a la intención de su gestión de generar ahorros.

“Ya me imaginaba que me iba a hacer esa pregunta, usted u otro periodista”, le dijo el intendente a LA CAPITAL durante el acto al que asistió este lunes, para recibir al Tren Sanitario en la estación Ferroautomotora.

“El tema es el siguiente: estamos abocados a un estricto control del gasto público. Yo administro, como he dicho más de una vez, recursos que no son míos, son de los contribuyentes. Por lo tanto debo tratar de ahorrar todo lo posible, dentro de las medidas de seguridad aconsejadas. He transferido una cantidad de servicios de seguridad a la Policía Local, que para eso la tenemos, porque sino estoy duplicando servicios, ¿no le parece?”, explicó.

Según Arroyo “la Policía Local ha sido instruida y está cumpliendo con una cantidad de servicios de seguridad” y dijo que en ese marco mantendrá una reunión con los jefes de “la Policía de la Provincia y Prefectura” para “hacer algunos refuerzos más”.

Asimismo el intendente sostuvo que existe “una diferencia muy grande en costos” y que su gobierno “necesita ahorrar hasta el último centavo”.

“Es muy triste estar en una función como la que yo tengo y de repente no poder resolver un problema de un barrio o de muchos lugares de la ciudad que uno recorre, que están sucios”, agregó.

Asimismo subrayó que la decisión de no renovar el contrato con la empresa que proveía el servicio de seguridad -el cual venció el pasado 30 de septiembre- fue adoptada luego de que fuera dispuesta “la mayor estrictez en el gasto, para que no se dilapide ni un centavo”.

“Acá los dineros de los contribuyentes se cuidan a fondo, hasta el último extremo”, sostuvo y dijo que el servicio podrá ser prestado “con la Policía Local, con un poco de la Policía de la Provincia y de la Prefectura”.

Esta no es la primera vez que las dependencias municipales sufren recortes en los servicios de seguridad por motivos de ajuste en el gasto.

El año pasado, el gobierno local había resuelto no continuar pagando las horas adicionales que les abonaba los efectivos de la Policía de la Provincia para custodiar las salas y centros de salud.

Por ese motivo los uniformados dejaron de asistir a los establecimientos, lo que generó medidas de protesta por parte del personal médico y los enfermeros.

Sin la presencia de custodia, se registraron varios casos de agresiones por parte de algunos pacientes y se produjeron robos y daños en distintas unidades sanitarias hasta que, finalmente, el gobierno decidió suplir la ausencia de los efectivos de la Bonaerense con la presencia de uniformados de la Policía Local.