A casi un año de que la iniciativa ingresara al Concejo Deliberante, el intendente Carlos Arroyo les transmitió a los concejales de su bancada su interés por que se reactive el tratamiento de un proyecto para establecer un sistema de fotomultas que permita detectar e infraccionar a quienes violen las normas de tránsito.

El jefe comunal realizó el pedido durante una reunión mantenida en su despacho, durante la cual insistió en que la aprobación de este expediente es una de las “prioridades” de su gestión, le indicaron a LA CAPITAL fuentes que participaron de ese encuentro.

Pese a la controversia que existe en torno a este tema, Arroyo remarcó su deseo de que el oficialismo avance con la aprobación del expediente, cuyo tratamiento quedó detenido en la comisión de Legislación. El texto en debate es el que propone aprobar un convenio con la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) de La Plata, el cual es cuestionado, entre otras cosas, por el beneficio económico que el municipio le concederá a la institución.

El acuerdo establece que de lo que se recaude en concepto de multas la Municipalidad sólo recibirá el 40%. Para poder avanzar con este proyecto, que supone una contratación directa, la gestión del intendente Arroyo había resuelto dar de baja un proceso de licitación pública que venía siendo tramitado por la anterior gestión.

El tratamiento del expediente, el cual fue aprobado por el oficialismo el 16 de diciembre en la comisión de Transporte, se vio frenado días después a partir de una denuncia penal por posible defraudación. Sin embargo esa causa, iniciada por el fiscal federal Juan Manuel Pettigiani, no prosperó. Esta no es la primera vez que el jefe comunal reclama que el Concejo avance con la iniciativa. Meses atrás lo había hecho públicamente. “Espero que ahora los concejales se decidan a sancionar la ordenanza que planteé hace más de un año para controlar los excesos de velocidad”, reclamó en el mes de junio. Sin embargo su pedido no tuvo demasiada repercusión, sobre todo porque algunos concejales -en especial los de la UCR- no tienen ningún interés en agitar el tema en medio de la campaña electoral.

En búsqueda de alternativas para ejercer más controles, y al comprobar que el expediente no avanzaba, Arroyo también había propuesto utilizar las imágenes de las cámaras de videovigilancia para realizar infracciones. Sin embargo esa propuesta fue descartada por algunos de sus propios funcionarios, ya que al no estar homologadas, las cámaras no podrían proveer imágenes con valor legal para labrar infracciones.

Además de su interés por contar con un mecanismo de control, Arroyo nunca dejó de reconocer que las fotomultas tendrán una finalidad recaudatoria.

“Vamos a ser millonarios. Dentro de dos o tres años vamos a prestarle nosotros plata a la Provincia”, afirmó, meses antes de impulsar el acuerdo con la UTN.

De momento, con la actual composición que tiene el Concejo, no resultará sencillo que la ordenanza sea aprobada ya que toda la oposición está en desacuerdo, al igual que algunos integrantes del interbloque de Cambiemos.

Dos de ellos, Lucas Fiorini y Alejandro Carrancio -cuando aún estaban en las filas del massismo- habían advertido que el proyecto “perjudica a los marplatenses”.

Sin embargo el jefe comunal se ilusiona con la posibilidad de que Cambiemos haga en las elecciones de octubre un mejor papel que en las primarias y eso le permita ampliar su número de concejales para poder imponer su agenda.