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Cultura 16 de octubre de 2016

Borges hizo que los artistas argentinos miraran al mundo

por Carmen Sigüenza

Jorge Luis Borges.

“Borges nos influyó tanto que hoy en el arte no hay una mirada endogámica, ni latinoamericana, nuestra casa es el mundo”. Así lo cree Sonia Becce, la comisaria que llenará Madrid de arte por diferentes lugares e instituciones con un programa paralelo a las 12 galerías que participan en ARCO 2017.

Y es que el desembarco que realizarán los artistas contemporáneos argentinos en la próxima edición de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (ARCO), que se celebrará del 22 al 26 de febrero de 2017, donde son el país invitado, es un grandísimo esfuerzo, “no hubo nada parecido”, dice Becce.

“Me gustaría que cuando acabe, los artistas siguieran intercambiando residencia y proyectos, que vengan los creadores jóvenes y los curadores de España y al revés. Necesitamos la mirada de los otros y que quede constancia de ello, si no esto no servirá de nada”, argumenta la comisaria del proyecto.

Sonia Becce se ha encargado de las múltiples exposiciones, actividades y encuentros que habrá repartidas por 17 espacios de Madrid durante esos días en los que reunirá a más de 60 artistas, que se llevará a cabo junto a un programa de teatro, música y cine, que estará a cargo de Marcelo Panozoo.

Así, la Academia Nacional de Bellas Artes mostrará la colección de Constantini, uno de los principales coleccionistas de arte y fundador del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA). La muestra estará comisariada por Estrella de Diego.

Además Jorge Macchi estará en el Centro de Arte Dos de Mayo de Móstoles (en la periferia sur de Madrid) con una retrospectiva de 25 años de carrera comisariada por el español Agustín Pérez Rubio, actual director de MALBA.

La Casa Encendida, con Nicolás Robbio comisariado por Tania Pardo; el Museo Thyssen-Bornesmisza, que albergará a los artistas Guillermo Kuitca, Alejandro Seeber, Lucio Fontana y Juan Tessi; el Matadero con “Under si”, dirigido por Diego Bianchi y Luis Garay, o el Museo Reina Sofía, con música y video, son algunas de las propuestas de Sonia Becce.

Una escena muy variada porque, en opinión de Becce, en Argentina “no hay una idea de arte monolítica”.

“En Brasil o Colombia, donde hay un sentido más académico, con siete universidades de arte, sí que hay vectores comunes -sostiene-. Aquí, no. Aquí se es más autodidacta, con un terreno más abierto y experimental. Una producción con lenguajes, géneros y subjetividades diferentes que impide hacer una catalogación muy cerrada”, apunta.

Una mirada que no deja de lado ese arte comprometido que ha caracterizado a América Latina. “Sí hay arte militante muy directo y de alto voltaje en algunos artistas, pero siempre tamizado o metamorfoseado en su discurso, muchas veces con ese discurso híbrido que caracteriza al argentino; desde luego no es nada parecido al brasilero o colombiano que hablan, por ejemplo, de campesinos desolados por la coca o de campesinos que se desplazan por la ciudad a hacer dinero”, argumenta Becce.

El arte argentino tiene aún un mercado muy pequeño, el valor de los artistas en el mercado es bajo, comparado con Chile, Brasil o Colombia.

Con 43 galerías en todo el país y un IVA reducido del 10,5 por ciento, Argentina posee una legislación de exportación e importación de obra, que según galeristas y coleccionistas, debe cambiar ya por su exceso de burocratización.

Además la fotografía y el performance todavía no está considerada como obra artística.

“Aunque el mercado no es lo mío -asegura Becce-, yo no soy una curadora que se pega por el Gobierno por cambiar la legislación, si digo que se puede legislar que haya una circulación más fluida. Vender una obra fuera es muy caro y hay que deshacer la corrupción de la aduana. Está todo tabulado y no corresponde a un estado moderno”, añade.

Y fruto también de este gran impulso que está tomando el arte contemporáneo en Argentina es la creación, desde hace un año, de “Meridiano”, la asociación donde están reunidos todos los galeristas para luchar por una mejora de la legislación.

La pintura, el género rey, del que algunos pronostican su muerte, estará en este próximo ARCO garantizada.

“En Argentina la pintura está muy viva, es medular y una gran singularidad. No tenemos nada que ver con Brasil o Colombia. Son mundos diferentes y desde hace 6 u 8 años se ha vuelto a la pintura y no solo desde un mismo lenguaje, ni es que se quede todo en la tela, pero sí los jóvenes están pintando de un modo muy interesante y entre ellos, muchas mujeres”, concluye Becce.

Argentina además de este programa tendrá su presencia central en ARCO, en los pabellones 7 y 9 de la Institución Ferial de Madrid (IFEMA), con una selección de 12 galerías en un programa comisariado por Inés Katzenstein.

EFE.