Acercarse, dar un abrazo, compartir una sopa caliente y, sobre todo, estar un rato con personas que la están pasando mal. Esos objetivos son los que motorizan a Cruzar la calle, una iniciativa solidaria de la organización Nada es imposible.

Son alrededor de 30 voluntarios los que se reúnen todos los martes a la noche frente al Hospital Materno Infantil para compartir un momento con gente que, por distintos motivos, vive en la calle.

“Llevamos sopa caliente y vamos a compartir un rato con estas personas que están ahí. La idea es conocernos y ponernos a disposición para que utilicen las herramientas que tiene el Estado como el Plan Fines o ayudarlos a sacar el DNI, o un turno para un chequeo de salud. Lo que más queremos hacer es crear un vínculo humano”, explicó uno de los voluntarios, Ariel Adera.

La actividad se realiza los martes a la noche, y funciona como “previa” a La noche de la caridad, otra iniciativa solidaria que les acerca un plato de comida a los más necesitados. “Nos acercamos con la excusa de compartir una sopa caliente a escucharlos y contarles como estamos nosotros también. Nosotros hacemos como una previa a La noche de la caridad”, contó.

Respecto a la realidad de las personas en situación de calle, el voluntario aseguró que “atrás de cada persona, hay una historia triste”. “Son situaciones de abuso, de abandono o de una contención familiar inexistente que los lleva a la situación extrema de vivir en la calle. Son todas historias tristes, pero algunas tienen final feliz. Vemos gente que puede salir y que mejora su situación”, remarcó.

La iniciativa se realiza desde cinco años pero antes se denominaba Operativo Frío. “Le cambiamos el nombre y queríamos aplicar otro tipo de concepto como cruzar la calle, para el lado donde está la persona”.

Adera resaltó la buena recepción que tienen de parte de las personas que están en situación de calle. “Es una alegría para nosotros y para ellos encontrarnos todos los martes. Hay gente que sufre todo el día discriminación, nadie los mira. Son invisibles. Nosotros vamos con este afán de hacer visibe lo invisible y tratar de alimentar su autoestima para que que vean que son capaces de generar cambios en su realidad”, explicó.

Otras actividades

Cruzar la calle es una de las actividades que realiza la ONG Nada es imposible. La organización lidera otras iniciativas como La Juegoteca, que se realiza los sábados en el barrio La Zulema o el Taller de Madres que es los miércoles.

“En La Juegoteca, vamos todos los sábados, les damos desayuno, apoyo escolar y juegos. De ahí surgió la necesidad de relacionarnos con las mamás y creamos el taller de madres que es los miércoles”, contó el voluntario.
Por otra parte, la ONG también colabora con el desayunador que funciona en la sede de Cáritas ubicada en Don Bosco al 1804.

“No recibimos ningún tipo de ayuda del Estado y no aplicamos políticas partidarias ni ninguna religión. Lo que hacemos es tratar de juntarnos para cambiar la realidad. Eso es lo que nos mueve. Actualmente seremos 30 voluntarios”, puntualizó.

Cómo ayudar

Los interesados en colaborar pueden comunicarse a través de la dirección de Facebook Nada es imposible.

“Pedimos específicamente donaciones de lo que sabemos que vamos a usar. Ahora necesitamos sopa y vasos térmicos”, remarcó Adera y consideró que “lo mejor que uno puede dar es su tiempo”. “Si tenés el compromiso de hacerlo podés mandar un mensaje al Facebook y vas a una reunión donde informamos que es lo que hacemos”, agregó.