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Arte y Espectáculos 26 de mayo de 2018

Dante Spinetta: “La música me exorcizó”

El músico hará sonar su último disco, "Puñal", en Club TRI. Propone un encuentro con toda su música solista y habla de sus orígenes: Spinetta padre, La diosa salvaje y el presente.

Dante Spinetta.

“¿Por qué tiene sentido que yo haga rap y música urbana mezclado con rock? Y… porque es con lo que crecí, más que buscar fórmulas soy un artista que trato de ser lo que soy con todo mi bagaje”. Bagaje no le falta a Dante Spinetta. Precoz, se configuró como un artista desde sus inicios con Illya Kuryaki & The Valderramas en los ’90 y 2000 junto a Emmanuel Horvilleur. Y ahora, el flamante “Puñal“, último disco de su etapa solista, lo termina de consolidar. Con su banda tocará hoy en Club TRI (20 de Septiembre 2650) desde las 20.

Llegará a Mar del Plata, ciudad que hace “una bocha de tiempo” que no pisa, para proponerles a los escuchas un repaso por toda su faceta solista y para invitarlos a que sigan el cuelgue al que lo lleva la música. “El show es una mezcla de rock, psicodelia y urbano, está bueno lo que está pasando, es un enlace de estilos que se hace de una manera orgánica, somos tres, somos un power trío que por momentos nos colgamos a lo Hendrix y de golpe salimos con un rap”, adelantó la dinámica a LA CAPITAL.

El hijo del recordado músico Luis Alberto Spinetta dijo que “Puñal” es su álbum “más intenso”. “Para mí es como mi punto de inflexión en mi carrera, por la intensidad, la honestidad y la oscuridad”.

– ¿Un disco brutal?

– Sí, tiene eso. Por eso se llama “Puñal”, porque de alguna manera hay sangre.

– ¿De qué manera te influyó la vuelta de Illya Kuryaki en este nuevo disco?

– Todo influye en todo, creo que cuando en 2010 saqué “Pyramide” (disco anterior) estaba en una etapa más urbana. Después en 2011 volví con Illya Kuryaki y me volví a meter en el funk y en cosas más rockeras y eso me dio también capaz la libertad de encarar este álbum desde un lugar totalmente sin prejuicios. Pero todo es parte de la vida y de la historia de uno, y de los sentimientos y de lo emocional. Todos estos años de Kuryaki fueron una parte muy importante de mi vida por un montón de cosas que me pasaban arriba del escenario y por todo lo que me pasó abajo que me marcó mucho y que generaron una conexión espiritual más grande y emocional y que derivaron en este álbum.

– ¿Lo pensaste como disco conceptual pero mutó en otra cosa?

– Hay cuatro canciones acústicas, con la Filarmónica de Praga y originalmente iba a ser un disco así, conceptual pero cuando empecé a grabar empezó a aflorar la urbanidad, era un momento de bastante duelo por una relación y salía y la ciudad de Buenos Aires me pedía lo urbano y me pedía el bit y salieron canciones como Pesadilla, Puñal, Mi vida. Fue un balance de lo que estaba viviendo.

– Lo grabaste en el mítico estudio La Diosa Salvaje…

– Es el estudio que fue de mi papá y que ahora es de mis hermanos y mío. Tiene mucha mística, es mi casa. Imaginate que ahí grabé “Fabrico cuero”, lo primero de Illya Kuryaki. Siento que mi viejo no está en una propiedad, está en el aire y en la música, digamos que uno lleva en el ADN espiritual a los que se van, también queda data. En este disco hay más influencias spineteanas y eso me gustó que se note. Como pasa con todos los familiares que se fueron, son parte del ADN de nuestras vidas y de nuestra historia.

– ¿Cómo sostenés el hecho de ser el hijo de Spinetta?

– Yo sostengo mi árbol, yo soy mi propio árbol y eso lo tengo muy claro y la gente también. Me vienen a ver a mi, no vienen a ver una intención. Pero la verdad es que a mucha gente le resulta más una carga que a mi, para mi es una bendición porque si no hubiese crecido en esta familia no sería músico seguramente. Creo que haber crecido rodeado de mi padre y de músicos como Fito o Charly o de toda la movida cultural… yo era un niño que me mandaba por todos lados a escuchar y a aprender. En eso fui muy afortunado, porque la música me exorcizó y me autocuró.

– ¿Eras un niño curioso?

– Sí, siempre aprendiendo, como hoy en día. Uno nunca deja de ser un alumno del sonido, de la música y de aprender de los maestros y de estar abierto a la música. Por eso yo no creo mucho en los géneros, creo en los artistas y en la visión de cada uno, que es personal.



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