El hombre de 30 años acusado de haber sido uno de los delincuentes que ingresaron a robar a la casa de una comerciante de Santa Clara que murió producto del estrés de la situación se declaró inocente y, si bien permanece detenido, podría recuperar la libertad en las próximos horas.

El sospechoso fue indagado por el fiscal del caso, Rodolfo Moure, quien lo citó en Tribunales en horas de la mañana de hoy. Tras arribar desde la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán, donde está alojado desde su detención, registrada el miércoles por la mañana, el hombre dijo que cuando ocurrieron los hechos -el lunes a la noche- estaba jugando un partido de fútbol.

Fuentes extraoficiales que consultó LA CAPITAL explicaron que, durante la diligencia, el investigador escuchó atentamente al acusado y le hizo distintas preguntas. Al parecer, la versión del sospechoso será analizada en los próximos días.

“No sería extraño que sea cierta”, dijo un informante en diálogo con este medio. De ser así, podría recuperar su libertad.

De todas maneras, tanto Moure como su ayudante, Diego Benedetti, trabajan a otra línea investigativa cuyos detalles no trascendieron. En ese contexto, no se descartan novedades en la causa.

Cabe destacar que el sospechoso había sido incriminado directamente por el hijo de la víctima, Marta Liliana Vega, quien se encontraba con ella cuando fue el asalto. Fue durante un reconocimiento fotográfico del que participó el hombre, realizado el mismo martes.

El fiscal Moure y Benedetti, titular de la ayudantía de Mar Chiquita, obtuvieron en pocas horas la identidad del individuo. Y supieron que tenía antecedentes y condena ya cumplida, que residía tiempo atrás en el barrio Santa Elena, también en el partido de Mar Chiquita a poca distancia del lugar en donde ocurrió el robo.

Ese día cuatro delincuentes ingresaron por la parte alta de una vivienda de Sorrento al 300 y sorprendieron a Vega y a su hijo de 34 años. Tras permanecer 2 horas dentro de la casa, lapso en el que además de buscar dinero y otros valores golpearon a las víctimas, los asaltantes escaparon.

Cuando el hijo de la mujer, identificado como Jerónimo Giordano, pudo parcialmente desatarse encontró en una de las habitaciones a su madre desvanecida. Aún estaba maniatada y parecía muerta.

En busca de ayuda pese a la cerrada oscuridad en esa zona de Santa Clara, el hombre encontró a una persona que lo socorrió y a los pocos minutos llegó la policía. Los médicos constataron el fallecimiento y la autopsia reveló horas después que Vega había muerto de un colapso cardio-respiratorio causado por el estrés traumático y los golpes.

La investigación

La investigación inicialmente se centró en los rastros y huellas que pudieran haber dejado los asaltantes pero también, una vez superado el impacto emocional, en la declaración del hijo de la víctima.

El martes por la tarde Giordano fue conducido a las oficinas del octavo piso de Tribunales, donde funciona la OTIP y allí le fueron exhibidas más de 200 fotografías de personas con antecedentes. Entonces, con gran certeza señaló a un individuo que vivía en Santa Elena.

Según el relato del Giordano, ese asaltante fue uno de los que no se había cubierto el rostro y que llevaba un arma de fuego.

En base a esa identificación el fiscal Moure pidió el allanamiento de una casa en Brown al 200 y la detención. Anoche personal de la Sub DDI Balcarce y su puesto de avanzada de Santa Clara del Mar ejecutaron la orden pero no encontraron allí al hombre buscado, ya que era una dirección desactualizada. Si lo hicieron en otro sector de Santa Clara del Mar.

El ahora detenido no ofreció resistencia y fue trasladado a la cárcel de Batán, donde aún permanece alojado.