En junio de 1972 Rodolfo Walsh tenía 45 años y había empezado a transitar su último lustro de vida. “Operación Masacre” (1958) y “¿Quién mató a Rosendo?” (1969) eran dos de los pilares del prestigio que ya había ganado como escritor y periodista.

Los novedosos métodos de indagación con que construyó sus novelas habían modelado también su camino político. De tal manera, aquel antiperonista sin militancia de 1955 aparecería cuatro años más tarde en Cuba, fundando la agencia Prensa Latina junto a Jorge Masetti, Rogelio García Lupo y Gabriel García Márquez.

Luego, una reunión en Puerta de Hierro con el exiliado general Perón derivaría en un cuento memorable -“Ese Hombre”- y en una misión: dirigir el semanario de la “CGT de los Argentinos”, liderada por Raimundo Ongaro. Desde ese sitio, Walsh no tardaría en alinearse en el peronismo revolucionario.

El 7 de junio de 1972, cuando viajó a Mar del Plata para disertar sobre la libertad de prensa, la Argentina vivía difíciles tiempos de transición. El régimen castrense inaugurado en 1966 por el general Juan Carlos Onganía ingresaba en su etapa final y el actual presidente -general Alejandro Lanusse- iniciaría al día siguiente una rueda de entrevistas con políticos para discutir “el futuro institucional” del país.

En el Club Racing

La presencia de Walsh respondió a una invitación del Sindicato de Prensa Mar del Plata, encabezado por Amílcar González, quien en marzo de 1976 sería detenido ilegalmente, torturado y exiliado.

La disertación tuvo lugar en un recinto que ya no existe: el Club Racing, situado en Salta entre Rivadavia y Belgrano, donde luego funcionaría un recordado local nocturno: “El Túnel de Enrique Mora”. En la actualidad se encuentran allí las modernas dependencias del Sindicato de Empleados de Comercio.

LA CAPITAL dio cuenta de la conferencia de Walsh en su edición del lunes 12 de junio de 1972 y publicó una fotografía que lo muestra casi en primer plano, sin ambientación circundante. La búsqueda en el archivo nos permitió descubrir los negativos de otras fotos que permanecieron inéditas durante cuatro décadas y que son las que ilustran este artículo.

“Escritor inquietante”

“Periodista comprometido y escritor inquietante, Rodolfo Walsh (“Operación Masacre”, “Quién mató a Rosendo”, Caso Satanowsky, periódico “CGT”…) ofreció en una charla organizada por el Sindicato de Prensa de Mar del Plata una visión de la situación del periodismo en estos momentos”, reza en su encabezamiento aquel artículo de LA CAPITAL.

“En ese contexto situó Walsh el problema de la libertad de prensa, indicando que en el siglo pasado nos encontramos con un período casi idílico en el que realmente un órgano de prensa podía ser la expresión libre de un ciudadano o un grupo de ciudadanos que se reunían animados por el bien común´. Mostró luego a la prensa encadenada a intereses económicos `que no ha dejado de defender hasta el día de hoy, ligada al concepto de libre empresa que vacía de sentido al otro concepto de libertad de prensa”, añade la publicación.

En otro tramo, el artículo indica que “pasó a referirse a sus experiencias personales. Habló de sus primeras ilusiones como periodista, incluso del afán de las primicias y de la firma al pie de la columna, y mencionó su primera decepción cuando en las redacciones no aceptaban sus notas, frutos de la investigación de los fusilamientos de peronistas en el 56 a raíz de una fracasada rebelión y sobre los cuales `los diarios -yo creí que por error o distracción- no habían publicado la realidad´. Agregó que de esta forma sufrió el primer choque de su ´idealismo ingenuo de sentido de la profesionalidad”.

Menos de cinco años después -el 24 de marzo de 1977- su “Carta Abierta de un Escritor a la Junta Militar” corrió idéntica suerte en las redacciones. Al día siguiente Walsh fue baleado al resistirse a un grupo de tareas que intentó secuestrarlo en Buenos Aires. Su cuerpo fue visto en la ESMA y permanece desaparecido.