El juicio por el secuestro y la desaparición de Nicolás Saurel (24) comenzará el 26 de octubre en la sala del Tribunal Oral Nº 4.
La fecha del debate oral por uno de los casos más estremecedores ocurridos en los últimos años en Mar del Plata fue confirmada días atrás, informaron fuentes de la investigación. Los jueces serán Gustavo Fissore, Jorge Peralta y Alexis Simaz, y como fiscal estará Eduardo Amavet, pese a que toda la pesquisa fue llevada a cabo por su par Juan Pablo Lódola.
Los principales imputados en la causa son Germán Caldas y Darío Repetto, que están alojados en la Unidad Penitenciaria Nº 44 de Batán desde febrero de 2014, cuando se produjo el hecho. En ese momento, otras dos personas estuvieron incriminadas: Noel Fernández y Juan Bazán, novia y amigo de Caldas respectivamente.
El último de los jóvenes hasta estuvo detenido en el penal, aunque luego fue excarcelado por el tipo de delito que se le imputa, caratulado como “encubrimiento”. En tanto, la mujer estuvo prófuga varios meses y más tarde fue eximida de prisión.
Nicolás Saurel fue secuestrado y desaparecido el 3 de febrero de 2014, y el caso asombró a los marplatenses.
La pareja de Saurel, la trans Ayelén Martínez, acudió ese mismo día a la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Mar del Plata y acusó a Germán Caldas (27), quien era amigo del joven y hasta lo había empleado en su empresa de albañilería y obras en construcción.
Según denunció Martínez, Caldas la había llamado por teléfono horas antes pidiéndole que devolviera dinero que supuestamente había quedado en poder de Saurel.
Luego de realizar distintas investigaciones, los uniformados descubrieron que Saurel había tomado dinero del local de ropa de la ex novia de Caldas, donde ambos realizaban por esos días una refacción. La imagen del robo quedó registrada en un video de una cámara de seguridad del comercio.
Según reconstruyó el fiscal Juan Pablo Lódola, el móvil del secuestro habría sido justamente la devolución del dinero que le pertenecía a la comerciante, con quien Caldas mantenía además una relación de amistad. De acuerdo a lo que figura en la causa judicial, el imputado se enfureció al descubrir el robo y, con ayuda de Repetto, secuestró a Saurel para que devolviera el dinero.
Sin embargo, del joven oriundo de Las Flores no hubo más rastros, y comenzó a sospecharse que había sido asesinado, hipótesis que el fiscal Lódola dio como confirmada días después, al tomar declaración a testigos de identidad reservada que formaban parte del entorno de Caldas.
Además, imputó a Bazán y a Fernández, amigo y novia de Caldas respectivamente, por encubrimiento. El joven fue detenido, mientras que la mujer se fugó y tiempo después se presentó ante la fiscalía, que la eximió de prisión.