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Deportes 31 de marzo de 2018

El justo homenaje para los tricampeones de Aldosivi

Aquel equipo fue inolvidable. Marcó un quiebre en el fútbol marplatense porque cortó once años de hegemonía de San Lorenzo y Kimberley.

El abrazo de Lorenzo Altamirano y Luis Raimondi, el "Chino" y "Tito", dos integrantes del ciclo histórico de Aldosivi entre 1973 y 1975 en el torneo marplatense.

por Sebastián Arana
@sebarana71

“Volveremos, volveremos, volveremos otra vez, volveremos a ser campeones, como en el ’73”. Ese año es muy especial en la vida de Aldosivi. Nada menos que el del primer título marplatense en Primera A, al que le siguieron dos más en 1974 y 1975. Marca el comienzo de una historia futbolera grande. Aquel equipo fue inolvidable. Pero no sólo para los propios. Marcó un quiebre en el fútbol marplatense porque cortó once años de hegemonía de San Lorenzo (8) y Kimberley (3). El torneo de la Liga, y por varios años, dejó de ser cosa de dos.

A cuarenta y cinco años de aquella primera consagración, Familias Aldosivistas Unidas les armó un justo homenaje a aquellos jugadores. Los campeones de 1973 serán agasajados este mediodía en el campo folklórico “El Rugir de los Bombos”.

“Elegimos ese lugar por una cuestión de seguridad y porque nos va a permitir meter al famoso Tiburón que recorría festejando toda la ciudad. Esto nació de algunas charlas que hubo en una cena de homenaje a Tito. Este equipo escribió una historia con letras de oro y hoy es muy poco recordado. Empezamos a buscar a todos y, por suerte, varios nos aseguraron su presencia. Se sumaron todas las agrupaciones y hoy contaremos con 300 personas para reconocer a nuestros campeones”, dice Estela, la esposa de Luis Domingo “Tito” Raimondi, uno de los grandes referentes del plantel tricampeón, gran impulsora de la iniciativa.

Para hoy comprometieron su asistencia Miguel Ramón Miranda, José Enrique Diez, José María Ruiz, el propio Raimondi, Miguel Angel Sernia, Mateo Di Donato, Alberto Larroquet, Carlos Salomón, Francisco Mústico, Ricardo Santiago Diez, Alfonso Izzo y José Lorenzo “Chino” Altamirano, quien vive hace muchos años en España, estuvo en el verano de visita en Mar del Plata, regresó a Europa hace veinte días y no vaciló en regresar para este festejo, que coincide con los 105 años de Aldosivi.

Raimondi y Altamirano, con sus familias, visitaron LA CAPITAL. Y compartieron sus vivencias de aquella gesta. “Me llamaron dos directivos que querían ver a Aldosivi campeón: don Adolfo López y Sebastián Greco. Yo estaba entonces en San Lorenzo. Querían a un técnico que se la bancara. Lo conocía a Alfredo Cortés, que me había dirigido en San Lorenzo, y le tiré su nombre a los dirigentes, les dije que era la persona indicada y lo contrataron”, recuerda Raimondi.

“Cuando Cortés nos reunió por primera vez en la cancha de Ministerio dijo algo que nunca olvidamos. ‘Hoy empezamos a escribir la gran historia de Aldosivi y lo vamos a hacer hasta que nosotros mismos nos bajemos de este caballo’, fueron sus palabras. Fue como si nos diera una inyección. Ganamos tres campeonatos marplatenses y jugamos tres Nacionales. No habrá sido el equipo ideal, pero teníamos muy buenos jugadores”, agrega.

“La época de los Nacionales fue hermosa. Yo conocí el país gracias a Aldosivi, a Kimberley y a San Lorenzo. Jugué donde ni soñaba que podía jugar. Como hincha de River, para mí fue una gran emoción ir a jugar al Monumental. No podía creer que estuviera jugando ese partido. Después, con los años, cómo son las cosas, en un amistoso contra la Selección, me crucé feo con Passarella y nos expulsaron a los dos”, continúa Raimondi.

“En la zapatería de Tito se formó el equipo. Ahí lo convocamos por primera vez a Cortés y ahí íbamos hablando con todos los muchachos que llegaron a reforzar a Aldosivi”, interviene Altamirano.

“Con San Lorenzo vinieron conmigo, entre otros, el ‘Chueco’ Sernia y el ‘Gallego’ Diez. ‘Manija’ Mústico ya estaba en el club. A él no le gustaba mucho entrenar, era el ‘fiolo’ del equipo, pero qué goleador, dámelo siempre. Por ahí hacía una gambeta de más y lo puteábamos un poquito, pero era muy frío para definir”, continua “Tito” con los recuerdos.

“Entrenábamos a muerte. Ahí no había sábados de milonga, ni nada que se le parezca. Cortés era tremendo en ese sentido, no dejaba nada librado al azar. El equipo podía perder, pero dejaba en la cancha hasta la última cuota de energía. Estábamos muy bien”, sostiene Raimondi.

“Cortés no soportaba –acota el “Chino”- la impuntualidad. Un día ‘Tito’ quedó en pasarme a buscar a jugar un partido contra Kimberley y se olvidó. Cuando me di cuenta que no venía, como no tenía un mango, me fui a la cancha caminando. Llegué quince minutos más tarde y el técnico me puso de vuelta y media delante de todos. Yo no quería decir que ‘Tito’ se había olvidado y me callé la boca. Después entramos a la cancha, ganamos 3-1 y metí dos goles. ‘Tito’ después le dijo a Cortés que había pasado en realidad y el tipo vino y me pidió disculpas delante de todos”.

Altamirano era el más joven del equipo y también uno de los más divertidos, el primero a la hora de las bromas. “Lo cuidábamos mucho entre todos. Si le pegaban a él, se armaba”, aclara Raimondi.

“En Ministerio nos hacíamos muy fuertes. Mamita querida…Parecía que ahí estaba todo el Puerto. Jugábamos con tribunas llenas. Qué recuerdos de esa cancha. Los domingos eran gloriosos…Y durante la semana espiábamos a las trapecistas del circo, ja, ja, ja…Qué lindos tiempos”, finaliza el histórico defensor, campeón dónde jugó en Mar del Plata.

Esas y muchas otras historias volverán este mediodía en el “Rugir de los Bombos”. Por unas horas, los viejos muchachos de Aldosivi volverán a ser campeones. Sí, como en el ’73.