Tanto los hoteleros, como las inmobiliarias y la cámara que nuclea a los concesionarios de balnearios, entre otros rubros que comprenden actividad turística de la ciudad, coincidieron en el diagnóstico sobre el comportamiento turístico durante la primera quincena de febrero: mala o regular. Y eso se pudo comprobar al recorrer las calles marplatenses, por ejemplo, o al encontrar lugar en algún restaurante sin tener que esperar o no quedar atrapado en algún embotellamiento por la costa un domingo al mediodía.

Lejos, muy lejos, quedaron los más de 700 mil visitantes que disfrutaron de Mar del Plata durante los primeros quince días de febrero de 2016. Aunque no se conocen las cifras oficiales sobre los arribos en esa fecha, a pesar de la consulta realizada al Ente Municipal de Turismo, operadores del sector turístico calificaron a ese periodo temporal como “malo” y estimaron que la ocupación fue “menor en un 20 por ciento, promedio”. También se redujeron los servicios del transporte de larga distancia y los vehículos que atravesaron el peaje de Maipú rumbo a la ciudad decrecieron en “un 23 por ciento”, según informaron desde Autopistas de Buenos Aires SA (Aubasa). Cabe destacar que el año pasado, el feriado de Carnaval que genera un fin de semana extra largo tuvo lugar durante la primera quincena del segundo mes del año, lo que acentúa aún más las diferencias.

Ni siquiera los descuentos del orden del 30% en los alquileres de viviendas lograron motivar a los turistas, ya que ese sector tuvo una merma “del 10% en el área del micro y macro centro, que anduvo bien, aunque a medida que se aleja de ese radio geográfica el porcentaje sube entre el 20 y 30%”, describió a LA CAPITAL el presidente del colegio de Martilleros de General Pueyrredon, Miguel Donsini.

A su entender, el mejor resultado se registró en el centro porque “son locaciones más chicas y que permiten estadías más cortas, de 3 o 4 días, porque tienen logística para ese recambio. A medida que uno se aleja son viviendas más grandes, más caras, y como mínimo se alquilan por semana o quincena”, explicó.

A su entender, el mal comportamiento en cuanto a recepción de turistas “no es exclusivo de Mar del Plata, sino que abarcó a toda la costa” y consideró que uno de los causantes fue “el mal clima. Como se decide el viaje a último momento, se chequea el clima, y si está feo no vienen. Es así”, aseveró.

Parejito

Para el titular de la cooperativa ServiTaxi, Raúl Vicente, la llegada de turistas durante la primera quincena de febrero se asemejó al resto de la temporada. “Fue parejito: el trabajo fue regular, incluso flojo”, describió y no dudó en calificar a lo que va del mes como “peor que enero”. Además, aseguró que no hay forma de compararla con el mismo período temporal de 2016 porque directamente “pierde por goleada”.

A su entender, el gran condicionante -más allá de la situación económica general- fueron las malas condiciones climáticas. “El clima no acompañó -aseguró-. Fue bastante negativo, ya que ni los fines de semana remontó”.

A su entender, la calificación general de la temporada se llevaría “un 6 siendo muy optimistas” y en coincidencia con el martillero señaló al clima como uno de los causales. “Trabajamos un 20% menos que el año pasado”, graficó y ésta vez ni siquiera los ayudó el trabajo nocturno, franja horaria con la que “se podía hacer un diferencia en otra época”.

“Con los pronósticos extendidos que se pueden usar en el celular -analizó- la gente se fija, ve el anuncio de lluvia y no viene. Las vacaciones son cortas y espera otra oportunidad en la que tengan buen clima”.

De todas formas, Vicente se mostró optimista de cara al próximo fin de semana largo de Carnaval -“siempre y cuando el clima acompañe”, aclaró- y opinó que “todos tenemos que trabajar para que mejore”.

En ese sentido, sugirió “la universalización de la tarjeta de crédito, porque no puede ser que en algunos lugares se pueda pagar únicamente con efectivo. Es un servicio más que tenemos que dar” y prometió que “si bajan las comisiones, como se está tratando en el Congreso, nosotros el año que viene la vamos a implementar”.

Escapadas

Los hoteleros trabajaron, en promedio y contemplando todas las categorías, con “un 65% de ocupación” aunque durante la semana el índice disminuyó unos puntos, con estadías promedio de “entre 3 y 4 noches”.

Y solamente los establecimientos de mayor categoría, los de 5 estrellas, pudieron ostentar estadías más prolongadas: “una semana promedio, traccionada por los amenities y promociones ofrecidas”, detallaron desde la Asociación Empresaria Gastronómica Hotelera.

En los balnearios no consiguieron los mejores resultados durante la quincena que pasó, ya que “el clima es un factor fundamental para nosotros y evidentemente no nos acompañó”, consideró el integrante de la Cámara Empresaria de

Bares, Restaurantes y Afines (Cebra), Pablo Pilaftsidis. Fue tan baja la ocupación que no hicieron mediciones estadísticas para “no deprimirnos”, y los sectores más afectados por la desolación fueron las playas del sur y Punta Mogotes.

La nocturnidad tampoco hizo negocio esta quincena, ya que “fue mal, un mal negocio para los que apostaron al pseudo ABC1 de Argentina, que fue el gran ausente este verano en la ciudad”, describió un empresario del sector.

“Trabajaron bien los que ofrecieron propuestas para los adolescentes de hasta 17/18 -analizó- que en general siguen veraneando con los padres, de 18 a 25 hubo un poco más de caudal y pará de contar. Es que hay mucha traba, pagás un fangote en impuestos y no te devuelven nada. A veces me pregunto para qué sigo invirtiendo, ¿estaré loco?”.

Sobre ruedas

Por el peaje de Maipú, durante la primera quincena en dirección a Mar del Plata circuló “un 23,41% menos” de vehículos que el año pasado en esa misma franja temporal. Así, rumbo a la ciudad se registró el paso de “103.075 vehículos de Buenos Aires a Mar del Plata y en sentido contrario 101.677, totalizando 204.752”, informaron desde Aubasa.

En tanto, en la primera quincena de febrero de 2016 en sentido Buenos Aires-Mar del Plata pasaron por ese peaje “127.206 vehículos y 136.156 en sentido contrario, totalizando 263.362 vehículos”.

En la terminal de ómnibus también se registró una merma de servicios: “Este año hubo 9280 servicios en total, entre salidas y llegadas, mientras que en la misma época de 2016 totalizaron 10.885”.

Aunque el frío podría haber potenciado las ventas de la tradicional industrial del pulóver, la curva estadística tampoco se elevó en este área. “Nada diferente de lo que fue enero, la tendencia de las ventas es a la baja incluso cuando el clima nos podría haber ayudado”, señaló Maria Liberati, de la casa de tejidos del mismo apellido.

“Más o menos venia bien la cuestión con los planes Ahora 12 y Ahora 18, pero con los cambios implementados por el gobierno que creo son positivos, no le quedó claro a nadie cómo funcionan la cuotas y ante la duda no compran. Cuesta mucho concretar la venta, ya que hay mucha gente que no tiene dinero y el que no tiene no lo gasta”, describió.

Al calificar a los primeros 15 días de febrero, la empresaria aseguró que “es negativo, las ventas fueron menores al año pasado, que ya había sido terrorífico”.

Y, a pesar de la perspectiva, no perdió las esperanzas de que “esto cambie. No me quiero quejar ni criticar, solo digo lo que está pasando, y la situación complicada ya venia de arrastre” y especuló con que “posiblemente haya que reconocer que el público que gasta no vino este verano”.