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Arte y Espectáculos 22 de enero de 2018

Gabriel Rolón: “No sé manejarme por los senderos de la autoayuda”

Junto a Cynthia Wila trae a Mar del Plata "El amor y las pasiones". El psicoanalista define el espectáculo como "una obra teatral", en la que, junto a su compañera de vida, desmenuzan uno de los dos temas que más nos moviliza a los seres humanos: el amor.

 

Gabriel Rolón vuelve a Mar del Plata, esta vez con una obra teatral, “El Amor y las Pasiones” en la que junto a la escritora Cynthia Wila, piensan y debaten sobre esta temática universal.

Antes de presentarse con esta propuesta esta noche -a las 22 en el Teatro Roxy- Rolón habló con LA CAPITAL sobre el espectáculo, sus disparadores, la terapia y uno de los dos “temas universales”: el amor. Al otro -la muerte- en esta ocasión, no lo abordan.

– ¿Qué es el amor y las pasiones?

– Es un encuentro en el que un hombre, psicoanalista, y una mujer, escritora, se sientan a pensar y debatir sobre uno de los dos temas que movilizan a los seres humanos: el amor. El otro tema es la muerte, pero no nos adentramos en él. Esta vez decidimos internarnos por el derrotero de la ilusión y la desilusión, los celos, la infidelidad, los amores sanos y los enfermos. El público está invitado no sólo a escuchar sino también a participar. Porque su presencia, sus reacciones, sus risas o su emoción van marcando un rumbo que a veces seguimos, y otras no.

– ¿Está cerca del stand up, mantiene un tono más académico o más bien se perfila para el lado de la autoayuda?

– No sé manejarme por los senderos de la autoayuda. Soy psicoanalista y, como tal, creo que la posibilidad de trabajar las cosas que pueden lastimarnos se da en el consultorio. En ese espacio único en el cual dos personas, paciente y analista, se reúnen para recorrer juntos un camino tan peligroso como estimulante: el que lleva a lo más profundo y secreto de la vida de esa persona que nos consulta.
Tampoco es un stand up, porque no tengo esa destreza ni va por allì mi modesto arte.
Me recorre la voluntad de ser entendido, de modo que si bien los temas son complejos, el lenguaje es llano y comprensible.

– ¿Cómo es actuar con su compañera de vida, Cyntia Willa? ¿Qué roles desarrolla cada uno?

– Trabajar con Cynthia es un placer muy estimulante. Es una mujer muy inteligente y tenemos una comunicación muy particular e intensa. Creo que eso se transmite en el escenario aunque en ningún momento hacemos alusión a nuestro vínculo personal. De hecho, es una persona tan cautivante que podría realizar esta charla con ella aunque no fuera mi mujer.
En cuanto a los roles, ella renuncia a su saber psicoanalítico y se ubica en el lugar de escritora de novela romántica, y yo renuncio a mi lugar como escritor para ejercer el de analista. Lo cierto es que nos hace muy feliz hacer esto, volvemos a casa pensando cosas que nos pasaron en el escenario y eso es maravilloso.

– ¿Cómo arma cada espectáculo, a partir de qué disparadores?

– El amor y las pasiones es una obra teatral. A diferencia de otras cosas que hice (Entrevista abierta o Charlas de diván, por ejemplo) tiene un guión sólido y pensado. Aunque por las características del encuentro solemos permitirnos la licencia de quitar o agregar lo que se nos ocurre según sea la ocasión.

– ¿El trabajo de terapia en el consultorio le sirve para saber cuáles son los temas que más preocupan u ocupan a los argentinos?

– Los temas que más preocupan a los argentinos, si vamos al lugar más profundo del ser humano, que es el que me gusta abordar, son los mismos que preocupan a cualquier ser humano: el amor y la muerte. Y todo lo que se te ocurra, los hijos, el desamor o la posibilidad de perder el trabajo, por ejemplo, puede adscribirse en estas dos cuestiones trascendentales.

– ¿Es el consultorio una buena ventana para saber cómo estamos?

– No. El consultorio sólo nos permite saber cómo está ese paciente en particular que está acostado en nuestro diván. El psicoanálisis no pretende ser una teoría que lo explique todo, ni una manera de sociología. Está allí para ayudar a alguien que sufre, que sólo no puede con su dolor y que ha decidido pedir ayuda. Nada más, y nada menos que eso.

– ¿Y como está el recorte de argentinos que puede hacer terapia en Capital Federal?

– Cada paciente es único e irrepetible, de modo que algunos andan bien, otros masomenos y otros mal.



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