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La Ciudad 21 de agosto de 2017

Juegos, risas y diversión en un Día del Niño a puro color

Dentro de lo que fue un fin de semana repleto de actividades para los más pequeños de la familia, en la ciudad se vivió ayer una jornada animada donde los protagonistas celebraron su fecha con entusiasmo.

El Día del Niño ya había comenzado a percibirse unos días antes, cuando varios locales dedicados a la venta de juguetes empezaron a anticipar descuentos y promociones que favorecían tanto a los homenajeados como a sus respectivos padres. Este domingo, a los regalos se sumaron las salidas en familia y los momentos de diversión al aire libre.

Centros comerciales cerrados y plazas de la ciudad fueron los más elegidas para disfrutar de la fecha en la que los más pequeños de la familia adquieren el protagonismo absoluto.

En el caso del Paseo Aldrey, el patio de comida y los salones de videojuegos se mantuvieron colmados durante todo el día. Mientras los niños correteaban entusiasmados por doquier, los padres se encargaban de financiar los pedidos difíciles de denegar.

Así fue el caso de Cecilia, quien junto a Joaquín (1), Taína (7) y Juana (4) se preparaba para un paseo por el centro comercial de Sarmiento y Rawson.

“Vinimos desde Saladillo a pasar un fin de semana con toda la familia”, señaló, mientras la pequeña Juana le tironeaba el sweater como muestra de su ansiedad por comenzar el paseo.

Quienes ya se encontraban “en su salsa” eran Isolina (1) y Camilo (3) que, ubicados en sus respectivos caballitos de carrusel, disfrutaban de hasta el último segundo que el juego les habilita por turno. La tercera del clan, Maitena (7), observaba desde lejos, los videojuegos habían sido su primera elección.

“Vinimos de Chascomús. Siempre venimos en verano, pero esta vez quisimos pasar el fin de semana acá”, contaba la madre de los tres, Florencia, mientras giraba al ritmo de la calesita para no perder de vista a los más pequeños.
Según señaló, el día no culminaba ahí, por la tarde se dirigirían al espacio Unzué, donde estaba previsto el desarrollo de una amplia variedad de actividades para los niños en su día.

Regalos y juegos

A unos metros, las hermanas Maitena (6) y Rafaela (1) hacían de las suyas en un simulador de camioneta. Hasta el momento, el día venía desarrollándose a la perfección: por la mañana desayunaron, abrieron los regalos (una máquina de coser de Soy Luna para la más grande y un bebé para la pequeña Rafa) y almorzaron en el patio de comidas del Paseo.

El resto del día se esperaba igual. “Ahora vamos a visitar al resto de la familia. A recolectar los regalos”, rió Verónica, la madre de ambas niñas.

A la hora de hablar, Walter (8) tomó la palabra por sobre su hermanita menor, Martina (6). “Ahora vamos a ir a comer y después volvemos a los juegos”, señaló, replicando la promesa que le había hecho su padre minutos antes. El menú elegido fue fácil de adivinar: comida rápida, el manjar para mucho de los homenajeados.

Si bien se encargaron de aclarar que “no son tan niñas”, Maia (12) y las dos amigas llamadas Morena (ambas 12 años) aprovecharon los festejos del Día del Niño y el cumpleaños de Morena para visitar los juegos.

La salida y la entrada a la preadolescencia no las hicieron menos merecedoras de regalos. Dinero fue el regalo que sus respectivos padres optaron por obsequiar.

La plaza, un clásico de la infancia

Pese a haberse registrado algunas lluvias cerca del mediodía, los espacios a cielo abierto fueron también muy elegidos por las familias este domingo tan especial.

Así fue el caso de Carolina, que, mientras cargaba con los restos de bolsitas que le quedaron del paso por una reconocida casa de comidas rápidas, daba directivas a Bautista (3) y Abril (7), que no dejaban juego sin utilizar.

“Hoy el día fue todo de ellos”, señalaba, mientras el más pequeño exigía su atención desde lo alto del tobogán.
Andrea, de La Plata, eligió la plaza Mitre para que Caro (1 año y tres meses) disfrutara de su día.

“En un rato nos vamos, alguien que yo sé ya tiene sueño”, indicó, mientras la pequeña que cargaba en sus brazos comenzaba a restregarse los ojos. “Me parece que para ella la diversión llegó a esta acá”, bromeó, mientras unos cuantos nenes pasan a su lado en dirección a las hamacas, demostrando que para otros la diversión recién comenzaba.



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