CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
La Ciudad 11 de junio de 2017

La adaptación de Sacoa para seguir dando entretenimiento

El pionero de los juegos electrónicos en el país enfrenta una reconversión empresarial pero sigue promoviendo la diversión para toda la familia aún en una época financieramente complicada.

por Natalia Prieto
[email protected]

El rumor corrió, hasta tomar forma en las redes sociales, expandiéndose: “Cierra Sacoa”, que este mes festeja el medio siglo de vida del salón de entretenimientos de la peatonal San Martín que también tiene salida por Rivadavia.

“Cerramos los locales que sólo trabajaban en verano, ubicados sobre la avenida Colón”, explicó Alex Mochskovsky, alma mater de la empresa creada por su padre -don Mauricio- en la década del ’60.

Como en un juego que vuelve a empezar, evitando el no deseado “game over”, el hijo del fundador de Sacoa dialogó con LA CAPITAL sobre la actualidad de la firma dedicada al entretenimiento, relató la necesidad de reconvertirse, adaptarse tal como lo hizo su progenitor, que exportó las primeras máquinas de juegos desde Estados Unidos financiado por “los moishes” de New York, según describió desde detrás de su escritorio rodeado por un “pinball” de 007 protagonizado por Pierce Brosman y un “Mortal Kombat” apagado.

Sacoa -nombre que es la sigla de la empresa constructora del edificio céntrico- hoy continúa con la misma impronta de “pyme familiar”, encabezada por Alex, pero debe afrontar una reconversión para enfrentar la crisis económica financiera. En ese marco, decidieron que los locales ubicados sobre la avenida Colón permanezcan cerrados y se ofrezcan a la venta, aunque si no aparece una oferta inmobiliaria interesante volverán a levantar las persianas el próximo verano.

“Estamos como todas las empresas pymes -explicó Alex-, sufriendo la falta de plata en la calle, la falta de nocturnidad y la competencia de partidos de fútbol todos los días. A las 9 de la noche no queda nadie en la calle, da miedo caminar”.

Al promover una actividad que no es de primera necesidad, la firma sufrió un bajón económico-financiero y debieron enfrentarlo.

“Decidimos cerrar los locales que solo trabajaban los veranos -describió el emprendedor-, pero hace mucho que fuimos cerrando los que estaban sobre la avenida Colón, lo que pasa es que estos son los últimos dos”. Los mismos están sobre la avenida, en las intersecciones con Entre Ríos y con Las Heras.

Sin embargo, Mochskovsky aseguró que “no es muy grande el achicamiento”, ya que siguen operando en todo el país (aunque algunos de esos locales no son propios) y mantienen la plantilla de personal con “240 puestos en verano y 180 ahora”.

Cambios

En Mar del Plata, además de los salones de juego ubicados en el centro y sobre Alem (y en Punta Mogotes durante el verano), Sacoa cuenta con un taller que le brinda “servicios a las máquinas de todo el país, por dónde pasan para una revisión total después de la temporada. Son circuitos muy sofisticados que poca gente los puede arreglar”, describió el empresario.

Además cuentan con instalaciones en “Comodoro Rivadavia, Bahía Blanca, Córdoba, Salta, Jujuy, Olavarría y el Conurbano bonaerense. Ya no estamos en Capital Federal, pero llegamos a tener 17 locales funcionando en simultáneo”, recordó.

Las primeras máquinas de video juegos llegaron a Mar del Plata en la década del ’70, en un container contratado por Mauricio, aunque ya trabajaban en el sector con el salón de entretenimiento de la peatonal en el que se podía jugar al bowling, al tenis de mesa y había máquinas electromecánicas que “había traído mi papá en los ’60, que hacían proyecciones con una lámpara dándole diferentes formas para simular una imagen”, describió Alex.

Los pioneros de los videojuegos en la ciudad fueron ellos: “Armábamos las placas, se traían los componentes y se armaban acá. Mi hermano vivía con el soldador en la mano y armaba las máquinas, fabricábamos los gabinetes, los televisores y los chasis”, contó Alex a la vez que se describía como un “autodidacta”.

“Mi papá siempre fue emprendedor -añadió- y metía mano en la parte electrónica. Trabajó en la construcción, se fundió y se la rebuscó con un tocadiscos a moneda y en el ’60 trajo las primeras máquinas desde New York, donde les pidió fiado a los ‘moishes’, y las probó en el garaje de mi casa”.

Vanguardia

Asimismo, se encargaban de instalarlas en los clubes de la ciudad y de los pueblos aledaños, hasta que hace 50 años se instalaron en el local de la peatonal. “Con mi hermano -señaló Alex- íbamos al lado de él. Se trabajaba todo el verano, hoy dirían que es trabajo esclavo. Iríamos presos”.

En cuanto a la evolución técnica de los video juegos, aseguró que “es vertiginosa, sigue volando y cada vez más. Tenemos realidad virtual, hay en Sacoa una máquina, hay cines 3D, simuladores, mucha alta definición y 3D, los cascos de visión 360 inmersivos, la gente se entretiene y sale contenta. Lo difícil es generar un juego que sea entretenido, la realidad virtual existe hace mucho, más de 20 años, pero no era entretenida sino que significaba una experiencia. Hoy ya hay bastante contenido”.

A pesar de la proliferación de las consolas de video juegos y las múltiples posibilidades que ofrecen los “smart phones”, Sacoa sigue vigente.

“Las consolas no son competencia directa -consideró Mochskovsky-. Los jóvenes salen a bailar mucho antes que años anteriores o los padres van a ver fútbol o a la cervecería, hay una diversificación del entretenimiento pero nuestro nicho es la familia”.

En ese sentido, explicó que “nuestra oferta familiar contempla a todos, se igualan las edades frente a la máquina, es algo que no te da la consola ni los deportes”.

Tanto para marplatenses como para los turistas, Sacoa es un clásico de Mar del Plata. Como el Casino, pero apto para todo público.

“Hay poca gente que no conoce Sacoa”, reconoció y reveló que el reemplazo de los cospeles por las tarjetas magnéticas se produjo por una cuestión de “organización”.

“Mi hermano Jorge inventó la tarjeta magnética que se utiliza hoy en todos lados -reveló-. Teníamos mucho fraude interno, entonces la ideó para evitar la falta de control y poder llevar una estadística”. La misma fue implementada en paralelo con el crecimiento de la firma y la expansión por todo el país.

Además de ser “a prueba de fraude, la tarjeta magnética tiene muchas ventajas en materia de marketing, como la promoción que lanzamos la semana pasada: de lunes a jueves mitad de precio todo”.

Promociones, merchandising, horarios flexibles, algunas de las formas con que desde la pyme familiar marplatense con alcance nacional intentan adaptarse a los nuevos tiempos.