Por Marcelo Solari

El arranque ilusionó y por eso nadie imaginaba un desenlace semejante. Peñarol empezó bien pero sufrió un bajón pronunciado en el segundo cuarto, quedó 21 puntos abajo al llegar al descanso largo y ya no hubo retorno posible. Así, Atenas de Córdoba lo superó, por 103 a 83, en el Polideportivo Panamericano “Islas Malvinas”, por una nueva jornada de la Liga Nacional de Básquetbol.

Fue bueno el cuarto inicial de Peñarol. Tras unos primeros minutos de muy baja efectividad de ambos, el local realizó una defensa más que aceptable y adelante supo identificar ciertos desajustes de Atenas para atacar con convicción en la zona interior. Por esa vía, el “milrayitas” obtuvo casi todo sus puntos (12 de los 18 que anotó en los primeros 10 minutos). El leve desequilibrio lo produjo el equipo cordobés cuando comenzó a acertar con mayor frecuencia desde el perímetro (5/10 triples).

El juego equilibrado no se extendió mucho más allá de los 3 minutos del segundo capítulo. A riesgo de desproteger el eje de cancha y favorecer acciones de pick and roll, Peñarol no extendió demasiado su defensa sobre los tiradores rivales. Y cada vez que tuvo la opción, el “griego” facturó a distancia. Y a través de diferentes manos (9 de 16 triples en el primer tiempo). La primnera brecha fue de 10 puntos (22-32). Un triple de Diego García encendió a la gente pero el entusiasmó duró un suspiro.

Atenas fue adueñándose del desarroll con una llamativa facilidad, por cómo se había presentado el partido hasta allí. Un aislado tiro libre de Todd Brown frenó un pasaje de 3 minutos sin convertir, pero el problema ya estaba planteado.

El “milrayitas” perdió absolutamente el rumbo adelante, atacó sin orden, fue a chocar y a fozar acciones, volvió casi siempre vacío, y esa confusión la trasladó a su defensa. Casi nunca pudo hacer pie y Atenas se lo hizo pagar carísimo.

Localizó espacios fértiles en la pintura de los de Leonardo Gutiérrez, cuando pudo acertó desde afuera, en ocasiones también pudo correr y demasiado rápido abrió un margen de 20 puntos. Los marplatenses tiraron con porcentajes muy bajos y en los últimos 5m30s de la primera mitad sólo convirtieron 4 puntos (ese tramo favoreció a los cordobeses, 20 a 4). Lapidario.

Consciente de que mucho tenía que modificar para poder torcer la historia adversa, Peñarol lo intentó. Pero se encontró contra un oponente muy seguro. Que no aflojó ni un ápice su esfuerzo defensivo, y que se mostró predispuesto, sin problema alguno, a intercambiar puntos en el juego de ida y vuelta. La amplia brecha en su favor se lo permitía. También su elevado poder de fuego, repartiendo el gol entre varios ejecutantes.

Los dos extranjeros, Steffphon Pettigrew y Brown, intentaron tirar del carro “milrayitas”, aunque apenas consiguieron evitar que la diferencia se ampliara y, al ingresar al cuarto final, Peñarol todavía seguía abajo en las cifras por 23 puntos.

Había poco para hacer, francamente. Atenas mostraba una postura dominante a fuerza de su prepotencia ofensiva y su dinámica en transición defensa-ataque.

Pobre consuelo para Peñarol resultó haber ganado el último cuarto (25 a 23), con varios pibes en la cancha. Es más, al público sólo le quedó latente el entusiasmo para celebrar alguna conversión de Tomás Monacchi, una bandeja de Juan Ignacio Marcos o un triple de Jerónimo Barón. Atenas ya había hecho su trabajo y se llevó de Mar del Plata dos triunfos valiosos para seguir prendido bien arriba en las posiciones.

La síntesis

Peñarol 83
N.Gianella 6, T.Brown 11, S.Pettigrew 19, D.Guaita 9 y M.Leiva 2 (FI). A.Alloatti 0, A.Diez 0, N.Zurschmitten 10, D.García 15, T.Monacchi 4, J.I.Marcos 4, J.Barón 3. DT: Leonardo Gutiérrez.

Atenas 103
D.Sims 17, L.Lema 3, J.Fernández Chávez 3, N.Romano 18 y J.Meyinssé 6 (FI). W.Rose 24, T.Gutiérrez 2, R.Johnson 8, M.Chiarini 8, D.Lo Grippo 12, J.Lallana 2. DT: Nicolás Casalánguida.

Estadio: Polideportivo Islas Malvinas.
Arbitros: A.Chiti, R.Castillo y S.Moncloba.
Parciales: 18-25, 31-52 y 58-81.