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Gastronomía 3 de marzo de 2018

La industria del vino tiene costos más altos que sus competidores

Los costos se aceleraron en los últimos cinco años y es la principal razón de la caída del 10% en el volumen de las exportaciones.

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Al vino, uno de los productos emblemáticos de Argentina, el “costo país” le subió 27% en dólares en los últimos cinco años y es la principal razón de la caída del 10% en el volumen de sus exportaciones.

“Desde las economías regionales vienen planteando que el costo argentino pone en riesgo a varios sectores y el vino es un caso líder”, sostuvo un reporte.

Competidores como Australia o Chile registraron una baja en el “costo país” de entre 15% y 20% en el mismo período y sus ventas al exterior del vino mejoraron entre 9% y 12 por ciento.

Los datos son parte de un trabajo del economista del instituto IERAL de la Fundación Mediterránea, Jorge Day.

En tanto, el informe plantea que aunque los costos empezaron a acelerarse antes del período 2010-2011, las exportaciones empezaron a caer en esos años.

Mientras que en Australia y Chile -los competidores más directos-, España y Francia los costos en dólares disminuyeron, lo que les permitió bajar sus precios de exportación y empujar las cantidades vendidas.

Sudáfrica, aunque no pudo incrementar sus ventas externas, registró una caída pequeña de costos.

En los Estados Unidos los precios aumentaron mucho más que sus costos internos, y aparte pudieron incrementar sus exportaciones.

Day asegura que lo relevante de este tema es que, “a nivel mundial, hay una tendencia a consumir más vinos importados”.

Tanto en los grandes productores europeos (Francia, Italia, España) como en la Argentina desde al menos dos décadas el consumo viene en baja.

Por su parte, lo positivo es que en los Estados Unidos, Reino Unido y China crece la demanda, pero la media mundial se frenó.

Mientras que 20 años atrás el 25% de los vinos consumidos en el mundo eran importados, ahora es más del 40%.

Eso implica que la estrategia para los grandes productores, que sufren una baja local, sea continuar apuntando a los mercados externos por lo que es esencial que su costo país sea relativamente bajo, para enfrentar una competencia cada vez más dura, según Day.