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Deportes 21 de mayo de 2017

La mística y el orden

Por Vito Amalfitano

La racionalidad no se lleva bien con la mística y con las leyendas históricas. Y en fútbol esos mitos y esas estadísticas mágicas tienen cierto sustento hasta que se rompen. Aldosivi una vez más esta vez alimentó esa leyenda pero además la puso a mano con la racionalidad.

Porque Aldosivi una vez más fue “verdugo” de un grande, y otra vez construyó un triunfo épico en el escenario dónde escribió una de las tres páginas más grandes de su historia, aquella de infligirle la primera derrota a River en su paso por la B Nacional (las otras dos fueron nada menos que sendas victorias sobre Boca en la Bombonera).

Pero ahora en el Nuevo Gasómetro fue leyenda, fue historia, fue mística, pero también hay explicaciones racionales. Razones empíricas. Aldosivi supo plantarse en una “estancia” como es esa cancha con el orden que le faltó en prácticamente toda la “Era Franco” y que se remontó a algunos de los mejores momentos con Fernando Quiroz.

Ante todo, el mérito para la actitud de los futbolistas, que lo jugaron como una final. Pero está claro que el entrenador, Walter Perazzo, fue realista, y le dio al equipo en este partido la única herramienta que lo podía sostener en pie, la recuperación del orden.

Bien parado, con una lógica línea de cuatro volantes, Aldosivi fue incómodo para un San Lorenzo quizá “distraído” y cansado por su propia épica copera de hace unas horas.

Y el mayor mérito del equipo de Mar del Plata, una vez que se puso en partido y cerró caminos, fue animarse a presionar un poco más arriba en el comienzo del segundo tiempo para generarle cierta zozobra a San Lorenzo y no dejarlo reaccionar. Después una jugada con pelota detenida, la arremetida de Lugûercio y el oportunismo de Alan Alegre hicieron el resto.

Y así como uno critica determinadas decisiones,-en su momento la conformación de este plantel limitado, el despido de Quiroz, ahora las salidas de Campodónico, Llama, Penco-, ahora con “el diario del lunes” hay que decir que el entrenador elegido apeló, en esta situación, al único camino posible, el de recuperar el orden y dejar atrás el caos, y que las resoluciones sobre los futbolistas que entraron y los que dejaron el equipo le salieron bien. Y en este caso,-aunque no se justificaba una salida de Campodónico-, Matías Vega fue muy importante en momentos claves del partido, como en la última acción, aunque se equivocó groseramente en alguna otra acción.

Lo cierto es que Aldosivi alimentó su historia y su leyenda. Pero lo basó en méritos concretos. Los posibles, con lo que tiene. “El Tiburón” se devoró a otro grande, y quizá en la cancha más difícil del fútbol argentino. Para recuperar el rumbo de Primera.