A las 9, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria. A las 10.30, trabajadores del predio se sacaron fotos celebrando la continuidad de las condiciones laborales. A las 11.40, el presidente del Ente Municipal de Servicios Urbanos (Emsur), Eduardo Leitao, dijo a un grupo de periodistas en la municipalidad que desconocía lo que había sucedido. “Ustedes saben más que yo”, les respondió. La secuencia de lo que sucedió ayer refleja la nula injerencia que tuvo el municipio en la resolución del conflicto. El secretario general de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra) local, Jorge Trujillo, lo resumió con otras palabras: “Se resolvió gracias a la gobernadora”.

Después de dos días sin recolección en plena temporada a causa de un paro en el predio de disposición final, el Ministerio de Trabajo de la provincia dictó la conciliación obligatoria. De inmediato, los 50 trabajadores del relleno sanitario levantaron la medida de fuerza. Ya durante la noche, a pedido de dos ministros provinciales, habían desbloqueado el ingreso al predio, que impedía la descarga de los residuos de los camiones recolectores. Así, la recolección comenzó a normalizarse.

La conciliación obligatoria implica que todo quedará como estaba a los fines de “restablecer el diálogo y garantizar el orden y la paz social”, según surge del acta del Ministerio, a la que tuvo acceso LA CAPITAL. En ese sentido, el organismo instó al municipio a prorrogar el contrato con la empresa Tecsan –cuyo contrato había finalizado el 31 de diciembre– hasta el 28 de febrero, “como mínimo”, para “preservar la salud, el interés público comprometido y el bienestar general de la población”.

La próxima audiencia entre los gremios, la empresa y el municipio en la sede regional del Ministerio fue convocada para el jueves próximo.

Un reflejo de cómo el municipio tuvo que desandar sus pasos fueron las máquinas de la empresa Tecsan, que ya habían sido retiradas y ayer fueron nuevamente llevadas al predio.

También se evidenció en el intendente Carlos Arroyo, a quien, mientras el conflicto estuvo en su fase crítica, no se le conoció la voz. En rigor, ningún integrante del gabinete dio en esas horas en que el basural literalmente se prendía fuego la versión oficial del municipio.

La gobernadora intervino el miércoles a la noche, cuando instruyó al ministro de Gobierno, Joaquín de la Torre, y al de Trabajo, Marcelo Villegas, a que hicieran todos sus esfuerzos para que Mar del Plata volviera a tener recolección de residuos. Es lógico: apostó fuerte para que Mar del Plata sea la capital turística del verano y empezaba a ver que se llenaba de mugre.

La primera gestión consistió en pedirle al secretario general de la Uocra que despejara el ingreso al predio, que mantenían bloqueado desde el martes a la noche. Así, en horas de la noche los trabajadores afiliados al sindicato realizaron la limpieza del lugar, que estaba repleto de basura. La segunda fue la propia conciliación. “La gobernadora nos entendió. Somos gente de trabajo, no somos mafiosos como dicen algunos medios. Somos gente de trabajo que cuidamos a la gente de Mar del Plata. Llevamos casi tres semanas de peleas, pero logramos que la gente mantenga su trabajo y gane lo que ganaba antes”, dijo Trujillo.

“Hay que agradecer a la gobernadora por haber gestionado la conciliación obligatoria para continuar con la recolección de residuos. Esto quiere decir que vamos a seguir trabajando los mismos que lo hicimos hasta el 31 de diciembre de 2017”, apuntó Juan Vargas, adjunto de Camioneros. Y dio un dato que grafica hasta qué punto llegó el conflicto: hubo que buscar un playón alternativo porque el principal estaba “incendiado”.

El desacuerdo se empezó a percibir el último día hábil del año pasado, cuando la Uocra advirtió que Tecsan dejaría de operar el predio el 31 de diciembre y el municipio no garantizaba los puestos de trabajo de los poco más de 50 trabajadores del lugar: 25 del gremio de la construcción, 18 de camioneros y 10 de la Agoec (Asociación Gremial Obreros y Empleados de Ceamse).

El martes, en una reunión en el municipio, el secretario de Economía y Hacienda, Hernán Mourelle, le dijo a Trujillo que se iba a municipalizar el servicio y que la comuna estaba dispuesta a tomar a los 25 maquinistas afiliados a la Uocra, pero que en lugar de cobrar 42 mil pesos por mes iban a percibir 12.300.

El gremialista no aceptó la propuesta y, según reveló más tarde, le pidió al intendente –también participaba de esa reunión– que no se “dejara manejar de afuera”. El encuentro terminó sin acuerdo y la Uocra bloqueó el acceso al predio. Los otros dos gremios se sumaron al paro, lo que imposibilitó la descarga de los camiones recolectores y, en consecuencia, que se cumpliera el servicio domiciliario.

Mientras se llevaba adelante la medida, Trujillo estalló por los medios. “El nuevo intendente es Mourelle porque Arroyo no corta ni pincha”, disparó.

El tiempo, clave

La conciliación obligatoria y la prórroga del contrato con Tecsan le darán tiempo al municipio para determinar los pasos a seguir en la operatoria del predio.

En enero del año pasado, el gobierno municipal elevó al Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza para licitar la ampliación y mantenimiento del predio. La iniciativa fue aprobada por dos de cuatro comisiones. No avanzó más porque el presidente del Emsur reconoció que el municipio no disponía del financiamiento necesario para llevar adelante la licitación.

Ayer, los bloques opositores del Concejo Deliberante solicitaron una sesión extraordinaria para tratar la problemática del predio. En el pedido coincidieron los concejales de Unidad Ciudadana, Acción Marplatense y 1País.

La otra alternativa es la que le comunicó Mourelle a Trujillo: la municipalización de la operatoria del relleno sanitario, que no sólo fue rechazada por el gremialista, sino también por la jefa del bloque radical, Vilma Baragiola.