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La Ciudad 30 de marzo de 2018

Las razones que destrabaron el conflicto con los cooperativistas

Nuevos trabajos asignados, el compromiso de volver a reunirse dentro de quince días y la intervención del Poder Legislativo fueron claves para ponerle fin a una medida que llevaba más de veinte días y amenazaba seguir durante Semana Santa.

Los cooperativistas retornaron con mayor esperanzas a sus casas.

Tras 23 días de acampe frente a la Municipalidad, las cinco cooperativas llegaron a un acuerdo con el Ejecutivo y decidieron levantar la protesta bajo la promesa de mantener una segunda reunión dentro de quince días. Desde la oposición destacan que la participación del Legislativo en la negociación fue clave para destrabar un conflicto que, un día antes, no avizoraba una pronta solución.

En el encuentro que referentes barriales mantuvieron el martes 27 con funcionarios de la comuna, un acuerdo entre las partes no parecía un desenlace posible. Sin embargo, tan solo 24 horas después y tras una reunión en la que concejales de la Comisión de Calidad de Vida del Concejo Deliberante tuvieron un rol importante, el acercamiento se concretó, como así también la promesa de que la protesta sería levantada.

Para que esto ocurra, el gobierno municipal -representado por el director general, Hernán Tillous, y el director de Gobierno, Sebastián Niro- debió ofrecer a los trabajadores “una serie de trabajos propuestos consistentes en reparaciones varias y tareas de pintura”, además de la firma de un acta, en la cual quedó constancia de un nuevo encuentro el 11 de abril.

Según señaló Raúl Álvarez, de la cooperativa A trabajar, implicarán un empleo de dos meses para setenta cooperativistas.

Si bien Álvarez celebró la propuesta, aclaró que el objetivo está en mantener una “constancia” en este tipo de medidas y “respuestas concretas” para el resto de los trabajadores que precisan contar con nuevos programas de oportunidades laborales.

“Para nosotros es importante la mesa del 11 de abril porque tenemos que seguir viendo cómo destrabar el resto de los puestos que venimos reclamando y seguir incentivando cómo el municipio trabaja con Provincia y Nación para que sigan bajando tareas y oportunidades”, señaló.

Una burla

Para Álvarez la actitud del gobierno de Arroyo para con los cooperativistas fue “una burla”. “Siempre burlones, sin voluntad de diálogo y, además, quisieron apostar al desgaste de la protesta, ya que no se explica cómo para el martes no había solución posible y ayer -por el miércoles- sí”, señaló.

El jueves 22, los cooperativistas habían vuelto a reclamar la entrega de materiales para finalizar las obras acordadas en una extensa reunión con los funcionarias en la Secretaría de Obras. Sin acuerdo, los manifestantes se retiraron desconformes, pero con la promesa por parte del Ejecutivo de verificar los comprobantes de entrega y volver a reunirse el martes 27.

El día llegó, pero el encuentro fue resumido por los cooperativistas como un “fiasco”, lo que generó sobre la calle Yrigoyen un nuevo revuelo.

Solo 24 horas después llegaba a sus oídos una propuesta con la que podían negociar, desembocando así en el levante del acampe y en la predisposición de dejar “pendientes sin resolver” para más adelante.

Según la oposición, este acuerdo fue posible gracias la participación del Legislativo en la mesa, que estuvo representado por los ediles Marina Santoro, Vilma Baragiola, Marcelo Fernández, Marcelo Carrara y Mercedes Morro.

De hecho, Santoro destaca dos razones: por un lado, “la intervención de los concejales” y, por otro, “la continuidad de la medida de fuerza llevada adelante por los trabajadores, quienes no bajaron los brazos”.

En este sentido, la concejal de Unidad Ciudadana dejó en claro que en el Ejecutivo “nunca hubo intención de resolver el conflicto rápido, se intentó hasta resolverlo a través de una vía judicial”.

Además no dudó en calificar como “pésima” la actuación del responsable de la Unidad de Gestión de Proyectos para Cooperativas de Trabajo, Hernán Alcolea.

“Solo participó de una reunión, en la que estuvo 20 minutos y se fue. No tuvo nunca voluntad política, si hubiese sido por él no se hubiese llegado a una solución”, señaló.

Por último, Santoro puso el foco en la importancia de mantener una periodicidad en las reuniones entre ambas partes, y en especial en la que se propuso para el próximo 11 de abril. “Acá lo clave es tener una continuidad en el trabajo, si nos dedicamos exclusivamente a ver si se entregó o no un material pareciera que lo que estamos discutiendo es un ladrillo o un inodoro y esto es mucho más profundo”, cerró.