La agencia de noticias rusa RIA Nóvosti dialogó con el almirante Vladímir Valúiev, quien fue comandante de la Flota del Mar Báltico, y recientemente emitió su opinión en torno a la desaparición del submarino militar frente a otra intensa jornada de búsqueda.

La tripulación del desaparecido submarino argentino “San Juan” puede mantenerse con reservas de oxígeno de emergencia en los compartimentos de la nave hasta 10 días, señaló el almirante Vladímir Valúiev.

“Lo más probable es que la avería ocurrió en el puesto central con el cese de funcionamiento del punto central de comando del submarino. Es importante confiar en que aunque sea una parte del ‘San Juan’ puede encontrarse en los compartimentos y esperar la salvación que debe llegar con el mejoramiento del clima. Los submarinistas a una profundidad de hasta 100 metros pueden mantenerse en compartimentos herméticos aislados, creo, que al menos 10 días”, dijo Valúiev.

Aclaró que en los submarinos de construcción alemana existe una reserva de planchas de oxígeno de emergencia. El oxígeno también se encuentra en equipos como los torpedos y los balones en los aparatos aislados.

“De desearlo y observando un régimen de severa economía, los marinos pueden encontrar reservas para respirar. Si ello, por supuesto, están vivos”, subrayó el almirante ruso.

Según sus palabras, el submarino puede estar en el fondo con la tripulación viva a una escasa profundidad.

“Los tabiques aguantan una profundidad de hasta 100-150 metros, incluso si algunos compartimentos están inundados. Si la profundidad es de hasta 50 metros, los submarinistas encontrados por los rescatistas con una mejora del clima pueden abandonar la nave a través de los aparatos de torpedos y la escotilla de salvamento de emergencia. A una profundidad mayor de 100 metros, con ayuda de aparatos de rescate especializados”, explicó Valúiev.

Según su opinión, para rescatar el submarino argentino es necesario, en primer lugar, reducir la región de su búsqueda sobre la base del trayecto entre las bases y el análisis de las señales que se reciban.

Entonces, con ayuda de aviones equipados con descubridores magnéticos, corresponde determinar el posible lugar de la avería. Tal equipo permite determinar la posición del submarino a una profundidad de hasta 500 metros.

“Luego de completar la búsqueda inicial (…) es necesario con ayuda de aparatos de descenso con equipo de video y fotografía determinar que es realmente el submarino y determinar la profundidad (…) Después definir las vías de salvamento del submarino. Lo primero, considerando que están vivos. Lo segundo supone simplemente reflotar el submarino”, puntualizó el almirante.

Aclaró Valúiev que, para levantar la nave averiada se emplea un dique flotante, una embarcación para levantar objetos pesados y buzos de profundidad.

“El navío se levanta, se lo coloca en el dique y en el proceso de traslado al punto de base se efectúan las medidas sanitarias. Si la gente está viva, es imprescindible aplicar procedimientos en la cámara de presión (barocámara) para excluir la rotura de pulmones y la enfermedad de descompresión”, concluyó el marino ruso.

El submarino ARA “San Juan” dejó de contactarse el 15 de noviembre, mientras realizaba el camino desde el puerto de Ushuaia a Mar del Plata. A bordo había 44 tripulantes. La operación de búsqueda abarca todo el territorio y la ruta probable del submarino. La búsqueda se complica por las condiciones climáticas desfavorables.