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Policiales 4 de julio de 2017

Lucía Pérez: perito de la defensa dice que la muerte está indeterminada

El caso de Lucía Pérez llegará a juicio oral con informes encontrados de los peritos que analizaron la prueba. La forense de la Defensoría Oficial asegura que no hay forma de determinar el causal de muerte de la adolescente.

La muerte de Lucía Pérez (16) tuvo una causa que desde la ciencia forense no puede ser determinada y el supuesto abuso sexual sufrido por la menor no está acreditado en la prueba que consta en el expediente.

A esa conclusión llegó la perito Natalia Corti, quien fue solicitada por la Defensoría Oficial, y que sirve para ratificar más las dudas que las certezas que tiene este caso, el cual quedará en la historia no solo por su impacto emocional en la sociedad sino por su complejidad.

“Nos hallamos frente a una causal de muerte indeterminada, toda vez que no se ha encontrado ningún elemento patognomónico (característico) en el cuerpo de Lucía Perez que pueda ser fehacientemente indicativo de una muerte por una causal determinada, puesto que todos los hallazgos son ciertamente inespecíficos, pudiéndose presentarse en más de un escenario posible”, explicó Corti, quien analizó después los distintos informes forenses y científicos sumados a la investigación de la fiscal María Isabel Sánchez.

Lucía Pérez (16) murió el sábado 8 de octubre en el interior de la casa de Racedo al 4800, donde vivía Matías Farías (24). Ambos se habían conocido el día anterior, cuando Farías, acompañado por su amigo Juan Pablo Offidani (41), le vendió marihuana a Pérez a la salida del colegio.

La menor llegó a la vivienda en horas de la mañana y a las 14.30, aproximadamente, fue conducida hasa la sala de salud de Playa Serena, en cuya guardia el médico constató su fallecimiento.

Las principales controversias ocurrieron apenas unos días más tarde, cuando la fiscal Sánchez, en una conferencia de prensa inusual, informó sobre una serie de circunstancias que aún estaban sujetas a resultados periciales. Aseguró entonces que la menor había sido drogada para ser violada tanto por Offidani como por Farías y que incluso había muerto al ser empalada.

El informe forense inicial no pudo dar certeza sobre la causa de la muerte de la menor y ofreció dos hipótesis: sobredosis o reflejo vaso vagal a causa de una relación sexual violenta.

Debido a que no hubo forma de acreditar cómo murió Lucía Pérez, se convocó a una junta médica, aunque luego no se cumplió. Solo un perito del Ministerio Público Fiscal analizó la prueba y, además de relativizar el abuso sexual a su interpretación, agregó una nueva probable causal de muerte: asfixia por sofocación.

El nuevo informe

En la línea de explicar que el cuerpo de Lucía Pérez no pudo entregar información que precisara un causal de muerte sino que, más bien, genera escenarios para distintas hipótesis, la perito Corti sostuvo que “sin ir mas lejos un diagnostico diferencial casi imposible de probar o descartar sería la muerte súbita”.

En su análisis, Corti desecha una por una las distintas hipótesis de muerte, al indicar, por ejemplo, que los peritajes químicos no establecieron cantidades de cocaína consumida por Pérez como para afirmar que pudo haber muerto por sobredosis. En el estudio de sangre, el 20 de octubre se hallaron señales de consumo de cocaína y marihuana, el 25 de noviembre al analizar visceras volvió a aparecer cocaína y sus metabolitos pero sin determinación cuantitativa, y el 24 de febrero en humor vítreo también cocaína.

En relación con la asifixia por sofocación la perito concluye en que “es ciertamente improbable adjudicar una muerte por asofocación mecánica con obstrucción de los orificios respiratorios al solo hecho de una característica altamente inespecífica encontrada en la anatomía patológica del pulmón de la victima sin ningún otro signo característico propio de la asfixia mecánica”.

Finalmente, y en cuanto al abuso sexual descripto por la fiscal Sánchez en base a los informes preliminares, la perito Corti tomó distancia. “Puede tratarse de una relación sexual violenta (violenta por brusca o torpe), dando lugar a la existencia de dichas lesiones sin que por ello se configure delito alguno. Es indudable que la dilatación anal forzada podría producir dolor en una víctima que la practica, pero el dolor es 100% subjetivo, y mucho mas, bajo los efectos de las drogas como las que se encontró en el cuerpo de la occisa, por lo cual es antifáctico afirmar si la víctima sufrió dolor”.

La fiscal Sánchez podría solicitar esta semana una prórrogra extraordinaria de un mes más para presentar la elevación a juicio en la que, además de Farías y Offidani, deberá responder Alejandro Maciel, acusado de borrar huellas sobre el cuerpo de la menor.