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Deportes 1 de octubre de 2017

Magia contra el tiempo

por Vito Amalfitano

Ya no hay tiempo. Y se perdió el tiempo. Irremediablemente la Selección Argentina de fútbol llegará el jueves a un partido decisivo sin ser siquiera un atisbo de equipo.

Ya no hay tiempo. Y se perdió mucho tiempo. En especulaciones, contubernios, intrigas palaciegas. Lo que menos importó fue la camiseta argentina. Lo que más quisieron fue poner todo patas para arriba para después decir que supuestamente lo arreglaron. Así en el fútbol como en… Se pasaron tanto de vueltas que ahora estamos al borde del abismo.

Esa crisis provocada en el fútbol argentino derivó en el proyecto interrumpido de Gerardo Martino, bajo cuya dirección la Selección estaba primera en las eliminatorias. Y la Selección ingresó a un túnel parecido al de fines y los comienzos de los 70, cuando no era prioridad y nos dabamos Dts por partidos y a los jugadores les daba lo mismo venir.

En esta clasificación, en efecto, Argentina tuvo tres técnicos. Y el actual, Jorge Sampaoli, lejos de hacer la lógica en el medio del berenjenal, eligió un camino de excentricidades tácticas para los dos encuentros ante Uruguay y Venezuela, que dejaron al equipo comprometido, con la magra cosecha de dos puntos.

Pero ya no hay tiempo. Y se perdió mucho tiempo. Y entonces, ante un Perú que sí Ricardo Gareca logró moldear como equipo, la Selección dependerá más que nunca del peso de sus notables individualidades, entre ellas para muchos el mejor jugador del mundo, Lionel Messi.

Para colmo se perdió más tiempo aun en la discusión estéril de la cancha. Y la Selección jugará finalmente el partido clave ante Perú en la Bombonera, dónde un gol de entrada puede desatar una fiesta, pero una demora en esa conquista puede encender más las alarmas. Lo que la cancha de Boca tiene a favor para quienes son verdaderamente locales allí, puede jugar en contra para quien no está acostumbrado y porque, efectivamente, late, se mueve, y la gente está ahí.

El valor de las entradas, nunca tan caras para un partido de Selección, pusieron otro detalle desagradable en el camino. Si llega a estar la “barra” de Boca costará entender como se hicieron del dinero para poder estar allí. Ya en el anterior partido de local del equipo La Ribera llamativamente cantaron por Argentina como nunca lo habían hecho en la historia… Por lo menos sospechoso. Que la Selección juegue en la Bombonera parece un capricho del poder, y los muchachos le son bastante fieles…

Ya no hay tiempo. Y se perdió el tiempo. Messi y compañía son los únicos capaces de recuperarlo. Faltó planificación, organización. Sobró caos, desorden. Se necesita magia.