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La Ciudad 5 de febrero de 2017

Mujer y maestra, una conjunción prometedora para una novela

Hace ya 7 años la novelista Viviana Rivero escribió una novela que ganó un concurso. La obra se reeditó y alcanzó el top ten de ventas por un mes.

Viviana Rivero.

Viviana Rivero sabe que la novela histórica con un condimento de amor es una fórmula que no falla y que sus lectoras eligen. Con “Mujer y maestra en un mundo de hombres”, su segundo libro que el año pasado Editorial Planeta compró y reeditó, volvió a acumular éxitos. Esta vez con una historia que se gestó en la cabeza de Rivero en 2010. La escritora pasó horas investigando en la Biblioteca Mayor de Córdoba, que perteneció a la Orden de los Jesuitas, mientras recreaba en su mente la vida de las primeras maestras que Domingo Faustino Sarmiento trajo desde los Estados Unidos para impartir educación a todos sus compatriotas.

Esas primeras mujeres firmaban un contrato con el gobierno que incluía, entre otras cosas, la prohibición de enamorarse, el uso de prendas que cubriesen todo el cuerpo, incluidos los tobillos, no subir al carruaje de un caballero solo y ni siquiera ir a las heladerías porque en esas épocas de mediados del 1800 estaba mal visto.

De paso por Mar del Plata, donde presentó en la 20º edición de Verano Planeta su último libro, Rivero habló con LA CAPITAL.

– ¿Cómo surge este libro?

– Este libro nació para un concurso nacional que propuso el gobierno de Córdoba y obtuvo el primer premio con un jurado integrado por Pacho O’Donell y otros escritores de peso. Mi libro “Secreto bien guardado” ya se vendía bien pero como no sabía si iba a seguir publicando decidí inscribirme en este certamen. Ante los pedidos de la gente, la editorial Planeta decidió publicarla y el año pasado estuvo más de un mes primero en ventas.

– Y el tema de las docentes ¿cómo apareció?

– La temática era “La mujer en la construcción del país” y comencé a investigar hasta que me quedé prendida con las maestras. Al investigar supe que antes la vocación de las mujeres era ser monja o madre, y la que trabajaba lo hacía por necesidad. Entonces se convertían en lavanderas, costureras o planchadoras. No se conocían vocaciones. Las mujeres pasaban de ser mantenidas por sus padres a ser mantenidas por sus esposos, por eso me pareció importante contar la vida de esas primeras mujeres que lograron la educación laica en nuestro país. Esas primeras docentes llegaron de la manos de Sarmiento, que durante su viaje a los Estados Unidos quedó maravillado con ver a las mujeres enseñar con pasión, mujeres que tenían sus propios ingresos y podían mantenerse solas, leían el diario y hasta usaban reloj. Cosas reservadas a los hombres.

Una profesión nada fácil

– Ser mujer y maestra era todo un tema en esa época…

– Sí, fue como una primera rebelión de las mujeres y encabezada por maestras, lo que no es poca cosa. Porque ellas estaban formando gente con otra visión. En mis libros se revaloriza a las mujeres que hicieron primero algo.

– ¿Cómo es que el libro se utiliza también en escuelas como texto?

– Sí, es algo que escapa a mí, una decisión de algunas escuelas y profesorados. Es que es un libro de muchos ideales. Está dedicado a mis hijos porque está lleno de ideales sublimes. Hace un tiempo fui a dar una charla a un colegio en Córdoba y vino una chica de unos 20 años con el libro abierto en una página que estaba media fea porque me comentó, había llorado al leerla ya que allí sintió que yo había escrito unas palabras que fueron lo que ella sintió y la motivó a estudiar magisterio.El libro se trata de personas que estaban dispuestas a dar su vida pensando que iban a cambiar el país o la ciudad donde vivían.

– El amor y los ideales están siempre presentes en tus trabajos…

– Tal cual. A veces me dan ganas de escribir otra cosa pero también el tema pasa porque yo hago tortas de chocolate y se venden bien y es difícil cambiar a las de limón (risas). Entonces tengo mis planes de hacer cambios pero seguramente serán al mismo tiempo mientras sigo con este estilo. Digamos que seguiré con las novelas históricas mientras pruebo con otras cosas, no puedo cambiar porque es mi trabajo y vivo de eso. De golpe si yo hiciera algo que no gustara, sería un problema. Ahí estoy haciendo crecer esas otras cosas pero muy despacito porque lo hago en los tiempos libres. Apunto a mostrar algunas problemáticas sociales actuales y con algo de amor también porque la vida siempre lo tiene.