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La Ciudad 22 de mayo de 2017

Murió “Willy” Araúz Peralta Ramos, bisniesto del fundador de Mar del Plata

En 2009 había sido declarado Ciudadano Ilustre. Era arquitecto y vivía en la zona de Santa Celina. Tenía 96 años.

El arquitecto “Willy” Araúz Peralta Ramos, bisnieto del fundador de Mar del Plata, falleció este lunes, informaron allegados de unas de las familias tradicionales de la ciudad. Tenía 96 años.

Willy vivía en la Estancia Santa Celina, un lote de 2,5 hectáreas que parece un museo y está a 6 kilómetros del Faro.

En 2009 había sido declarado “Ciudadano Ilustre” de Mar del Plata por el Honorable Concejo Deliberante de General Pueyrredon. En aquel acto, el bisnieto de Patricio Peralta Ramos tomó la palabra para agradecer tal reconocimiento:

“‘Pido a mi Díos que me asista en ocasión tan ruda’, diría Martín Fierro. Los que me han precedido en la palabra me han facilitado mucho porque prácticamente poco más tendría yo para agregar. Queda reflejado y lo pueden haber escuchado ustedes, acá se trata de Willy Araúz, ni siquiera Araúz Peralta Ramos, ni siquiera Guillermo Atila, Willy Araúz y Willy Araúz en cierta forma siento que es así y me felicito de haber logrado eso en muchos años que llevo acá. Yo no soy nacido en Mar del Plata, pero de nacimiento ya me ha ligado a un cordón umbilical que no lo he querido cortar tampoco, yo nací en la residencia de mi abuelo Jacinto Peralta Ramos en la ciudad de Buenos Aires, Santa Fe 2020 una casa que hasta no hace demasiado, estaba.

Posiblemente por ese motivo y tal es así que después desarrollé mí vida, vinimos acá en distintas oportunidades con mi madre, siendo muy chico, pero no era una zona que la teníamos de zona de veraneo. Veraneábamos en una propiedad que había adquirido mi abuelo, también en las sierras de Córdoba, pero siempre hemos mantenido ese contacto. Soy Peralta Ramos y me siento muy honrado de ser porque mi madre era Peralta Ramos, no otro motivo. Mi madre dentro de los Peralta Ramos era una figura humilde, así fuera no Peralta Ramos, era la humildad. Yo diría así como la pereza es la madre de todos los vicios, la humildad debe ser la madre de la virtud, mi
madre era humilde, yo no. Llevada por distintas razones y circunstancias de la vida vinimos acá en distintas oportunidades, dentro de poquito en este mes el 12 de octubre, van a ser aniversario del fallecimiento de mi abuelo, en 1929, o sea que 80 años. Hace 20 años se lo enterraba al matrimonio Peralta Ramos -a Jacinto y a su señora- en la tierra que había sido en aquel tiempo, de su explotación rural, no en el cementerio que donó mi madre, en un cementerio privado por una atención de esta gente que no tenía por qué hacerlo, pero ahí están los dos, siendo que tenían su bóveda en Recoleta. También me felicito de que estos antecesores míos, a quien conocí tanto a don Jacinto, como a su señora yo tenía 9 años cuando falleció él. Mi señora abuela la viuda de Peralta Ramos fallece en el año 45, a principios de 1945 y con ese motivo con mi hermano Adolfo que él era dos años mayor que yo consideramos que teníamos que hacernos cargo de atender los bienes que había recibido mi madre en esa sucesión. Es curioso, uno mira para atrás y dice caramba cómo ha cambiado todo eso y se han dado una serie de factores, como dije mi abuela fallece en el año 1945 y un viejo vecino de Mar del Plata que alguno reconocerá, don Ubaldo Carnagui, maravillosa familia tenían acá cerca una casa de fotografía muy vieja. El fue el
agrimensor que tuvo a su cargo la subdivisión de la propiedad mi abuela, en ese tiempo la propiedad rural eran 5.000 hectáreas y partes de lotes y chacras el pueblo Peralta Ramos.

Hablando del pueblo Peralta Ramos voy a hacer una mención después, que quizás valga la pena, pero acá se trata de hacer mención a los méritos que me pueden haber reconocido –yo decía un poco en broma- bueno voy a ver si la gente que llevada por la idea de la amiga Lidia Betar, han considerado en el orden municipal y del Concejo Deliberarte hacerme este reconocimiento. Sí tienen habilidad para encontrar unas causas, deben tener la misma habilidad por aquello que quien hace los más puede hacer lo menos, para hacer una administración comunal digna como corresponde a Mar del Plata, pero seguramente lo están haciendo y lo seguirán haciendo. Yo siento y por eso ha sido parte de mi actuación un compromiso con Mar del Plata, hoy en día me toca quedar solo hasta no hace mucho estaba con una dignísima prima mía la negra Peralta Ramos de Varela y hoy me ha dejado solo.

En la etapa nuestra como bisnietos no hay en Mar del Plata, tengo una hermana pero no está en condiciones de expresar sus deseos. Y hoy en día hay tataranietos que pueden ser los hijos míos, los hijos de Varela, tantos, en fin incluso algunos nacidos en Mar del Plata, yo no soy nacido en Mar del Plata y me disculpo. Pero soy marplatense por adopción y por vocación y me felicito de ello porque podrían haber sido las cosas distintas, desde el año ’45 como digo, con mi hermano resolvimos venir a tomar posesión y reconocer qué es lo que había, había muy poco conocimiento en la familia Peralta Ramos de todo esto. Nosotros éramos jóvenes, estábamos en otra cosa y precisamente para tener en cuenta como eran las condiciones económico sociales, yo no sé qué población habría en ese momento serían 200.000 o 250.000 personas.

Ayer escuchaba a don Luis Nuncio Fabrizio que le tocó una intendencia y consideraba él que Mar del Plata le hubiera gustado una ciudad de 250.000 habitantes. Yo digo profesionalmente, técnicamente, que una ciudad bien concebida no debería tener más, pero no es más importante porque tenga más gente sino, es más importante por la calidad de vida que se le da a la gente que está pueden ser millones pero que tengan calidad.

Y Mar del Plata tiene condiciones sobresalientes que le fue reconocida por distinta gente, voy a tratar de ser breve, yo he conocido la evolución de Mar del Plata desde aquel tiempo, más todavía en el año ’29 como digo fallece mi abuelo el 12 de octubre y ese verano se le brinda a mi madre y a mi familia pasar el verano en lo que era el casco del establecimiento Cabo Corrientes hecho por mi abuelo. El casco era de 1878, acá vinieron en el año 60 una curiosidad, los dos hijos varones, Jacinto fue el primer hijo varón después de seis hijas mujeres, de la familia de don Patricio y lo siguió Eduardo. Eran dos chicos de 11 y 10 años que hicieron el viaje con el padre cuando vino don Patricio a tomar posesión acá en el año ’60, un viaje en diligencia una semana y hay que imaginar qué fue para estas criaturas que algo le debe haber llamado la atención porque Eduardo se radicó acá, fue uno de los primeros Intendentes. Y Jacinto, si bien no se radicó le tomó un gran aprecio a la zona, tal es así que colaboraron en primer instancia con el padre en la evolución y después siguió los caminos del padre y fundo el pueblo Cabo Corrientes en el año 1890.

El pueblo Cabo Corrientes, una curiosidad que es una deuda que hay con la geografía de Mar del Plata, el mismo tres años después de fundar el pueblo Cabo Corrientes solicita el cambio de nombre del pueblo Cabo Corrientes por el de Peralta Ramos en homenaje a su padre que había fallecido, porque el pueblo fundado por él, estaba al norte del lecho geográfico. Él ubicaba el lecho geográfico de Cabo Corrientes a la altura más o menos del faro, el faro estaba en ese momento dentro del establecimiento rural, yo lo he conocido así. Estaba dentro de un potrero del establecimiento de Jacinto que se llamaba Cabo Corrientes. En la zona de lo que es ahora el Alfar había un laguna, la laguna se llamaba ‘Corrientes’. Hoy en día hay un arroyo que se llama Corrientes que yo digo que eufemísticamente se llama un arroyo porque es una cloaca a cielo abierto que va al mar. Esa laguna desapareció, curiosamente la provincia que muchas veces nos demanda tantos deberes a los ciudadanos, como este hoyo digo que es un pecado de lesa geografía, permitió en alguna forma hacer desaparecer esa laguna, era una laguna que yo la he conocido. Había un colono, la familia Alonso que hasta hace poco vivía ahí, esta era una laguna con 65 hectáreas, con agua dulce, con fauna, había nutrias sin el cogote negro, a 500 metros del mar.

Todo esto en una zona que en ese momento era una villa veraniega, hoy en día están dadas las condiciones para el turismo, en el mundo entero es una de las actividades que lleva más movimiento y la Argentina esta especialmente dotada para satisfacer gran parte de ese deseo, hoy en día no hay distancias, se puede ir a Australia de un día para otro y se da la vuelta al mundo enseguida. Aquello de que la Argentina en algún momento estaba lejos hoy en día está cerca y está la posibilidad, hay gente que viene a pescar truchas desde otros continentes.

El establecimiento Cabo Corrientes, tengo yo en mi propiedad acá en Santa Celina un plano catastral de la provincia de Buenos Aires también del año 1890 y esto fue un instituto geográfico donde figura bien destacado Cabo Corrientes, donde don Félix de Ayesa que era un investigador, notable, ciudadano Ilustre, vasco, como Araúz, tenía todo un estudio al respecto y esto tenía que ser el Cabo Corrientes.

Hoy en día figura en los planos de la ciudad un Cabo Corrientes en sitio de rocas, la marina sostiene esa postura y nosotros consideramos que no es así y más todavía porque eso de Cabo Corriente está ligado a un acto del Almirante Brown que estaba esperando unas goletas y el Almirante Brown estaba en tierra y dice que esas goletas que el estaba esperando las hizo desembarcar las goletas en el Cabo Corrientes, difícilmente eso puede ocurrir no un Almirante, un marinero hace bajar gente ahí. Aquel pueblo que nació como Cabo Corrientes pasó a llamarse Peralta Ramos, el pueblo Peralta Ramos que yo lo conocí como Peralta Ramos y siempre lo conocí así.

Hasta que en algún momento me sorprendió, hoy en día se lo conoce como Punta Mogotes, y yo digo por qué Punta Mogotes, hago algunas averiguaciones y resulta que era bastante antiguo Punta Mogotes. Desde el año ’48 curiosamente los miembros de la sociedad de fomento de Peralta Ramos, solicitan el cambio de nombre –tengo una copia de la Ordenanza- de la sociedad de fomento, la municipalidad lo acepta y lo hace más extenso y cambia el nombre de la sociedad de fomento y el nombre del barrio.

Yo digo qué sentido tiene y por qué, si Peralta Ramos fuera un vocablo peyorativo, chocante o de mal gusto independientemente de que fuera el que le creó, el fundador, es como el nombre de un cuadro. Un pintor le pone el nombre a un cuadro, el que lo compra no tiene derecho a cambiarle el nombre, lo puede poner de espalda, lo puede poner en el baño, lo puede colgar sobre el techo pero no le puede cambiar el nombre, es el autor quien lo hace. Y el autor de este hecho, siguiendo los pasos de su antecesor don Patricio, funda ese pueblo, si fuera feo el nombre no sería tan repetido como hoy en día, está la peluquería Peralta Ramos, la pescadería Peralta Ramos, los medios de locomoción Peralta Ramos, Colinas de Peralta Ramos, Peralta Ramos oeste, muchos que pudieron elegir otro nombre han elegido Peralta Ramos no debe ser tan feo.

Entonces ya que está el Intendente y el Concejo es una cosa que lo dejo latente para algún concejal que quiera tomar la iniciativa, es una reivindicación, creo que corresponde que ese pueblo siga siendo Peralta Ramos. Hay otras consideraciones para hacer sobre lo que fue la historia, pero no quiero extenderme, muchas veces me consultan si aquellos que fundaron esto tuvieron cierta visión y yo digo vea a don Patricio no lo conocí, pero a don Jacinto sí.

Pero más que por una que me comprenden las generales de la ley, podría ser que por una cuestión familiar, pero es un documento, cuando don Patricio solicita autorización al gobierno de la provincia para fundar un pueblo, Mar del Plata, en tierras de su propiedad dice todas las condiciones que le encontraba a la zona, la feracidad de la tierra, algo que parecía mucho un juez de paz, había una escuela. Hay que tener en cuenta que estamos hablando del año 1860, hay que tener imaginación, aquellos que conocemos distintos parajes de nuestra república, yo he conocido lo que es ahora la provincia de Formosa en el año ’35 con campos abiertos, sin alambrados, estancias sin nada, era el estado en que estaban.

Hay que tener en cuenta que nuestro pariente Adolfo Alsina, que fue gobernador de la provincia en el año ’62 autor de la campaña al desierto, que no fue con el criterio que lo terminó el general Roca, sin desmerecer lo que hizo Roca pero el criterio era completamente distinto. Una campaña que empezó en el año ’76, después de fundarse Mar del Plata, en el año ’79 el coronel Freyre estaba combatiendo con los indios, había matado al tío de Baigorrita, todo esto en la provincia de la Pampa y lo que quiero decir es que bastante más allá, las condiciones eran e sas. Venir acá, creo que había que tener ganas y quiero terminar haciendo mención a algo que está muy relacionado con aquellos que vivimos acá felizmente y como en el caso mío me siento un usufructuario de todas estas cosas que tiene la región marplatense.

El ejido de la ciudad sigue siendo el original que de acuerdo al plano de Yacorus, Yacorus hizo lo que se hacía en ese momento, no podía hacer otra cosa que la típica cuadrícula, sin tener en cuenta la topografía que no se adecuaba a esa modalidad pero era lo que se sabía hacer. Hasta que vino un día un arquitecto joven –como puede ser el arquitecto Arauz- y rompió con la cuadrícula, pero para tener una idea de lo que pensaron entonces y de lo que seguimos pensando los que estamos acá.

Curiosamente Mar del Plata siempre tuvo en relación con algo que la identifica con la felicidad, a don Patricio Peralta Ramos los amigos le manifestaban su sorpresa de que destinara su bienestar y su fortuna en hacerse cargo de un campo que nadie sabía ni dónde quedaba o sea que no era común. Vino acá, se radicó acá, en el año ’60 y en el año ’74 se funda Mar del Plata son 14 años, algo tenía que haber habido acá para que esa región se transformara rápidamente. Y de ahí en más a fines del siglo 19 Mar del Plata era importante por las cosas que se habían hecho, todavía no había llegado el tren que fue otro de los actos importantes y él les decía a sus amigos, recuérdense que la población que aquí se afinque, va a ser en su momento la más feliz de la república. Pienso que estaba acertado, yo sabía cruzarme con un dignísimo periodista, Enrique de Tomas Wind, aquel que creó aquella expresión de ‘Ciudad Feliz’ o ‘La Feliz’, fue un hombre muy simpático que se radicó acá. Yo le decía don Enrique no sé cómo será la sonrisa de una ciudad feliz, me gustaría una ciudad con gente feliz, pero este hombre estaba ligado con eso.

Y voy a terminar haciéndome eco de las palabras que prenunció mi abuelo hace 100 años al donar el reloj de la torre de San Pedro, dijo entonces ‘Hago votos porque este reloj marque solo horas de felicidad y progreso para la población de esta nuestra tan querida Mar del Plata’. Eso es lo que yo quiero y lo que deseo para todos, esa felicidad no sé si hay acá un reloj que marque esas horas. Pero tanto las de ese reloj como la de todos los relojes marque las horas de la felicidad y progreso en Mar del Plata, las condiciones están dadas. Muchas Gracias”.