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La Ciudad 16 de abril de 2018

Nació la hija de uno de los tripulantes del ARA San Juan

María Luz nació a las 5.22 en el Hospital Privado de Comunidad con un peso de 3,64 kilogramos. Su padre, Mario Toconás, es uno de los 44 tripulantes del submarino desaparecido.

Foto: Archivo.

Ruth Gómez, esposa del tripulante Mario Toconás, fue madre de María Luz este lunes en Mar del Plata. La niña nació a las 5.22 en el Hospital Privado de Comunidad (HPC) con un peso de 3,64 kilogramos.

María Luz es la única hija mujer de Gómez y Toconás, padres además de Ryan, de 9 años, y nació pocas horas después de que se cumplieran cinco meses desde el último contacto con el submarino.

Gómez (33) fue internada este lunes cerca de la 1 y luego del parto aseguró que tanto la beba como ella se encontraban “muy bien”, y dijo que recibió “muchos regalos para la gordita”.

La esposa de Toconás se encuentra en reposo acompañada por su madre en el HPC y será dada de alta a partir de este martes.

El nacimiento de María Luz se produjo mientras un grupo de familiares de tripulantes viajaba hacia Buenos Aires para participar en la presentación del ministro de Defensa, Oscar Aguad, ante la comisión especial bicameral del Congreso.

En ese grupo estaban Miguel y César Toconás, hermanos de Mario, que tras conocer la noticia se sumaron por la tarde a la reunión en el salón Illia del Senado.

“Gracias Dios por traerla sanita, por cuidar de mi cuñada y que estén bien las dos, decirte que tu papi estuvo en tu llegada, está con vos, él te esperaba, te imaginaba, te soñaba”, escribió en Facebook Rosana, hermana de Toconás.

Los familiares del submarinista, oriundos de Río Negro, viajaron frecuentemente a Mar del Plata en los últimos meses y su padre, Irineo, partió desde Viedma hacia la ciudad balnearia tras enterarse del nacimiento de su nieta.

“Estamos felices por ser tías”, dijo Marcela Moyano, esposa de Hernán Rodríguez, otros de los marinos que viajaban en el buque.

Gómez, que promediaba el cuarto mes de embarazo cuando desapareció el submarino, esperaba en aquellos días el regreso de su marido para comunicarle los resultados de una reciente ecografía que revelaba que el segundo hijo de la pareja sería una mujer.

“Le dije que iba a subir el resultado al grupo que tenemos con la familia, y me pidió que lo esperara porque quería saberlo primero cuando volviera, así lo anunciábamos juntos”, recordó Gómez cuando se cumplían tres meses de la búsqueda y faltaban aún ocho semanas para el parto.

En ese momento, la mujer también relató que los nombres de la nena fueron elegidos entre ella y su hijo: “él le puso María, y yo, Luz. Eligió María porque le gustaba, y porque es parecido al nombre de su papá”.

Los últimos contactos entre ella y su esposo, con quien vivía desde hacía once años en Mar del Plata, fueron por WhatsApp y por mensaje de texto cuando el buque partía desde Ushuaia a Mar del Plata.

“Antes de salir a navegar hablábamos de si creía que sería un varón o una nena. Yo le decía que iba a ser un varón, porque todas mis hermanas tienen varones”, completó.



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