Los enfáticos reclamos de la dirigencia de River y San Lorenzo y gestiones del Gobierno nacional derivaron anoche en que la AFA diera marcha atrás a la insólita medida que había tomado de suspender parcialmente la cuarta fecha del torneo Transición del fútbol argentino de primera división, por lo que ese capítulo se desarrollará en forma completa, pese al paro nacional dictado por una de las centrales obreras, la CGT de Hugo Moyano que respalda Luis Barrionuevo.

"En virtud de que el Gobierno Nacional garantiza la seguridad para los partidos que restan disputarse de la fecha 4, la programación quedó confirmada tal como estaba prevista", se informó anoche a las 21.30 desde la AFA.

Por lo tanto, como estaba previsto originalmente, y después de varias vueltas en el mismo día, hoy jugarán Rosario Central-Godoy Cruz, Atlético de Rafaela-Newell's (ambos a las 17), River -Defensa y Justicia (19.15) y Estudiantes de La Plata-Boca (21.30). Además, mañana se medirán Banfield-Tigre (17), Vélez-Lanús (19.15) y Quilmes-San Lorenzo (21.30).

El absurdo empezó el lunes por la noche cuando Boca pidió la postergación de su partido de hoy ante Estudiantes y lo hizo con el argumento de que su equipo iba a otorgar una ventaja deportiva a su adversario del domingo próximo, él líder Vélez, dado que los de Liniers iban a postergar el compromiso de mañana frente a Lanús como consecuencia del paro nacional de actividades al que se adhirió el gremio de UTEDyC.

Hoy temprano el presidente de la AFA, Luis Segura, le había dado curso a la solicitud de Boca y por entonces se sostuvo que River estaba de acuerdo y que también se suspendía el cotejo de ante Defensa.

Pero eso desató un efecto cascada y por la tarde la postergación incluía a la totalidad de los cotejos previstos en su momento para hoy y para el jueves.

La situación se enrareció más porque salieron a expresar enfáticamente su disconformidad con semejante medida tanto el presidente de River, Rodoldo D'Onofrio, como las principales autoridades de San Lorenzo, Matías Lammens y Marcelo Tinelli, quien se manifestó a través de la red social Twitter (ver aparte).

"Es indignante, nadie nos consultó nada, nosotros queríamos jugar", aseguró por entonces D'Onofrio, en declaraciones para la señal de cable de TN.

Después, el gobierno nacional propuso dar seguridad y que los tres partidos de mañana se jueguen a puertas cerradas y en los horarios que se habían fijado originalmente.

La intención clara era romper el paro al menos en torno al fútbol, a raíz de la adhesión de UTEDyC.

Inclusive, en medio de la incertidumbre, el presidente de Lanús, Alejandro Marón, utilizó una red social para informar que su equipo jugaría el partido con Vélez mañana, a la misma hora que estaba pactado el encuentro, es decir, a las 19.15, y sin público.