por Juan Miguel Alvarez

Twitter: @jmalvarezmdq

Un club humilde, de un pueblo pequeño, escribió una página memorable en las crónicas del fútbol local. Juventud Unida de Batán, fusionado con Los Andes, dio el batacazo y consiguió ayer el logro más importante de su historia, al adjudicarse el torneo Clausura "Nelso Ramírez Vázquez".

En un emotivo y cambiante encuentro desarrollado en cancha de San Lorenzo, el equipo batanense superó 2 a 1 a General Urquiza, rival al que volverá a enfrentar el sábado en la final anual de la Liga Marplatense.

Juventud Unida rubricó con un título un torneo inolvidable. En apenas su tercer año en esta competencia, ya dio su primera vuelta olímpica. Cuando antes jamás había logrado pasar la barrera de los octavos de final. Un sueño hecho realidad.

En la final el favorito era General Urquiza, ganador del Apertura, que pretendía ponerle punto final a la temporada. Pero el equipo dirigido por Flores no se achicó y aprovechó mejor sus momentos, sobre todo el último tramo del partido, cuando logró dar vuelta el marcador.

De movida los de Batán sorprendieron con la presión en campo contrario. Con Carlos Sarmiento como eje, le quitaron la pelota a Urquiza, que sufre mucho sin la tenencia. Sin embargo, en ese primer cuarto de hora Juventud Unida falló el último pase, por lo que careció de profundidad.

La primera jugada clara, entonces, fue de Urquiza. Guido Castro, muy preciso, tocó para Molinelli, éste cedió para Juan Cuello, quien metió un buen centro hacia la ubicación de Cristian D'Addato. El delantero cabeceó "bombeado" y Ezequiel Vecchiarelli sacó el manotazo para enviar la pelota al córner.

Sin tener un predominio abrumador, el equipo de Luis Nicoletti se mostró más peligroso en los metros finales. A los 24', Leonardo Gómez asistió bárbaro a D'Addato, quien de primera sacó un remate potente que impactó en el travesaño.

Juan Molinelli empezó a ganar seguido con su habilidad y velocidad por derecha, pero poca veces logró terminar bien las jugadas. Las incursiones de Cuello en ataque sí le dieron rédito a Urquiza. A los 40' el mediocampista volvió a enviar un centro para un compañero, ahora Guido Castro, cuyo cabezazo salió a las manos de Vecchiarelli.

En el inicio del complemento Urquiza arrancó mejor, con un Castro muy activo. Y fue el delantero el que generó la jugada del penal, tras ingresar al área y ser derribado por Jonatan Acosta. Ivan Masson se hizo cargo de la ejecución y no falló con un derechazo cruzado y alto.

Tras el gol, el partido se "calentó" y hubo un par de patadas fuertes. Después de un encontronazo entre Luis Muñoz con un par de jugadores de Urquiza, Pablo Paz pidió calma y el juego se normalizó. Urquiza encontró espacios, pero no logró dar el golpe definitivo. Y lo pagó caro.

A los 17' Molinelli recibió en largo, hizo una gran pared con D'Addato, pero definió por arriba. Y siete minutos más tarde, Guido Castro enganchó de izquierda a derecha, eludió a Luis González y su definición con cara interna al palo más lejano provocó una gran reacción de Vecchiarelli.

Los cambios le surtieron efecto al equipo de Batán, que arriesgó unos minutos con línea de tres defensores a partir del ingreso de Braian Donzine. Antes había entrado Lucas Díaz, quien aprovechó una mala entrega de Ezequiel Vales hacia atrás y definió con mucha clase contra el segundo palo ante la salida de Mauro Rodríguez. Uno a uno.

El empate, logrado a los 28', fue un golpe muy duro para Urquiza, que no evidenció reacción. Al contrario, los dirigidos por Flores se envalentonaron cuando vieron al rival sin la energía de otrora. Elías Muñoz y Enzo Vértiz fueron los líderes de la embestida batanense. Pero Urquiza también mostró inseguridades propias en su última línea.

A los 38' Ariel Bosotina falló en el despeje y Rodríguez respondió con los pies ante el remate con ángulo cerrado de Raúl Melga. Tres minutos más tarde, Elías Muñoz recibió de espalda sobre la línea lateral, pasó a tres rivales y su centro no fue bien conectado por Melga dentro del área chica. Y, ya sobre los 45', el que ganó en la gambeta individual fue Enzo Vértiz, quien desde la derecha cruzó por bajo la pelota para la llegada al gol de Carlos Sarmiento. Ahí se desató la locura de la fusión, que alcanzó un logro anhelado, pero impensado un tiempo atrás.

El equipo de la calle Tucumán no pudo ponerle ayer el broche de oro a su año centenario. La fiesta viajó en caravana rumbo a Batán.

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