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21-10-2014

"Nunca imaginamos salir campeones"

Luis Flores, entrenador de Juventud Unida/Los Andes . Para el DT, la obtención del Clausura marplatense es "algo impagable". Si bien dijo que con esto "está hecho", aseguró que van ir "por más" en la final anual ante General Urquiza.

por Juan Miguel Alvarez

Twitter: @jmalvarezmdq

Luis Flores se mostró muy satisfecho por el logro conseguido, pero alejado de los festejos eufóricos de los jugadores con la copa. Con serenidad saludó a cada hincha, a los que seguramente conoce muy bien del pueblo. Recibió numerosas felicitaciones y fue recibido como héroe en Batán. "Nunca imaginamos salir campeones de la Liga Marplatense", se sinceró el DT que condujo a Juventud Unida/Los Andes a la consagración en el Clausura del fútbol marplatense.

"Cuando el club me fue a buscar la idea era lograr un equipo competitivo, armar algo serio. Pero no se pensó en esto", amplió en sus primeras sensaciones tras el título.

- ¿La ilusión fue creciendo con el correr de los partidos?

- Uno cuando empieza un torneo tiene las mejores expectativas. Después los resultados se van dando. Nosotros queríamos ser competitivos y estar en la pelea par a par con los grandes de Mar del Plata. Una vez que pasamos octavos queríamos superar cuartos y después la semifinal. Así llegamos al partido con Urquiza y obviamente también queríamos ganarlo. Las cosas se dan por algo.

¿En qué momento creíste que podían ser protagonistas?

- El partido ante Deportivo Norte (cuartos de final) fue clave. Era un buen equipo, que ya había salido campeón. Nos costó, ganamos por penales y nos sirvió de envión.

- ¿Todo se dio muy rápido?

- El primer año en el club (en 2013) trabajamos mucho, pero no me entendían los chicos ni yo a ellos. En el segundo año el equipo ya estaba más o menos armado. Siempre apuntábamos a estar arriba, pero no habíamos pasamos los octavos en los tres torneos anteriores. Entonces les dije que se tenía que dar en este. Porque además los chicos habían madurado. Pero es verdad, ganar no lo pensaba nadie, ni yo.

-¿Qué otras cosas cambiaron durante este tiempo?

- Lo traje a mi hijo (Alberto Flores, jugador de Kimberley) que me da una mano bárbara como ayudante. También al "profe" (Claudio Leguizamón), a quien conocí este año. Después, el problema del año pasado era que no teníamos Quinta División. Entonces vino Gustavo Velázquez a armar esa categoría. Este año hicimos apenas un amistoso antes del Apertura y ninguno para el Clausura. Entonces, nos sirvió mucho el roce con la Quinta.

¿Fue difícil manejar la ansiedad de los jugadores antes de la final?

- Es que era todo nuevo. Comimos en el club, fuimos a ver el partido de Kimberley (por el Federal B) y concentramos en el hotel. Yo soy el encargado de bajar los decibeles. Interiormente sufría un montón, pero como orientador me tengo que mostrar tranquilo. De todas maneras, como te decía anteriormente, los chicos maduraron mucho.

¿Qué análisis hacés de la final ante General Urquiza, el mejor equipo de Mar del Plata?

- La realidad es que nosotros en el primer tiempo "ligamos". Ellos tuvieron un tiro en el travesaño y dos mano a mano. En el entretiempo les dije que estábamos tirando muchos pelotazos y así no habíamos llegado a la final. Siempre fuimos un equipo ordenado, que juega con la pelota al piso. Eso no lo hicimos en la primera mitad. Después apretamos un poco más y generamos las situaciones.

- No habían arrancado bien en el complemento, pero ante la desventaja decidiste arriesgar con los cambios...

- Los primeros diez minutos del segundo tiempo siempre son fatídicos para nosotros. Todos los goles los recibimos en ese período. Después arriesgamos porque había que ir a buscar el empate. Pusimos línea de tres en defensa, con dos extremos y tres puntas.

- Cuando lo empataron se envalentonaron. ¿Ese fue el momento en el que pensaron que lo podían ganar?

- Yo les dije a los chicos que el partido iba a durar hasta el minuto 95. El gol llegó a los 90. Entonces tan errado no estaba. Antes nos queríamos comer la cancha en la primera mitad y después nos quedábamos sin resto. Entonces la idea era ir de menor a mayor en los partidos. Después del empate vi que ellos bajaron mucho la intensidad. Si bien estábamos expuestos al contragolpe, Urquiza se quedó sin resto. Apostamos a ganarlo y no nos salió mal.

- Todos rescataron la unidad del grupo. ¿Qué importancia tuvo que la mayoría de los jugadores sean de Batán y se conozcan hace mucho tiempo?

- Eso fue clave. Yo a la mayoría de estos chicos los tuve en inferiores. En River, Aldosivi, Argentinos del Sud. Esa para mí es una gran ventaja. Nos facilitó las cosas para tener logros tan rápidos.

- El orden fue otra de las virtudes del equipo...

- Sí, fue una de mis batallas. Si no hay orden es todo muy difícil. Te permite clarificar el juego. Además, para eso elegimos chicos de buen pie.

- ¿Después de esto sos una especie de ídolo en Batán?

- Yo estoy tranquilo. Soy del pueblo, llevo muchos años dirigiendo y la mayoría de la gente me conoce. Si bien hace quince años que estoy en el fútbol es el segundo en Primera División. ¿Quién consigue estas cosas en tan poco tiempo? Por eso es algo impagable.

- Ahora tenés la difícil misión de concentrar a los jugadores en el próximo objetivo que es la final anual...

- Seguro. Ahora queremos ir por más. Pero yo ya estoy más que hecho. Ya con jugar la final del Clausura estaba conforme. Pero depende de ellos, de los jugadores, que son los que toman las decisiones dentro de la cancha.