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27-11-2014

El exitoso presente de Mar Chiquita Voley

Análisis del entrenador Marcelo Roberts, tras el ascenso a la Liga A2.

Para quien ha dedicado prácticamente toda su vida al vóleibol, haber sido protagonista del histórico ascenso de Mar Chiquita Voley a la Liga A2 no puede pasar como un hecho aislado. "El trabajo siempre paga", es una de las frases de cabecera de Marcelo "Makeko" Roberts, un histórico del vóleibol marplatense y quien fue el entrenador (también jugador, aunque no entró ni un punto) del equipo "rojinegro" que ganó el grupo C regional y estará en la segunda categoría del vóley argentino a partir de enero de 2015.

El logro de Mar Chiquita tuvo connotaciones muy particulares, porque entre otras cosas, "once de los doce que firmamos planilla somos jugadores del club", según el propio entrenador. La única excepción fue Nicolás Oroz, quien entre sus antecedentes cuenta con una prolífica campaña en el voley español.

"Este es un proyecto a pulmón, nuestro y con la intención de generar algo muy importante: darle prioridad a los pibes del club. Queremos lograr la identificación que, por ejemplo, no se pudo con Buenos Aires Unidos, que era un proyecto más político que deportivo", agregó Roberts, quien además pasó una prueba muy particular: uno de sus dirigidos, el armador titular, es su propio hijo, Ignacio Roberts, recientemente ternado para los Premios Lobo de Mar.

Al margen de su impecable trayectoria y su exitoso presente, "Makeko" siempre se ubica en un segundo plano y también se entusiasma con lo que viene. "Lo mío es secundario. Quiero resaltar el trabajo de los pibes. Respondieron de manera increíble durante todo el fin de semana en Vidal. Sabíamos que podían competir de igual a igual, aunque la duda era saber si la ansiedad iba a jugar a favor o en contra. Y la manejaron muy bien", dijo Roberts.

Y agregó, con respecto al año próximo: "Tenemos una estructura como para hacer las cosas bien. Preparamos este cuadrangular con estadísticas al nivel de Liga A1. Lo ideal sería poder incorporar dos o tres refuerzos. No necesitamos más. Vamos a jugar en el Polideportivo de Vidal, porque allí mismo podemos alojar a los equipos visitantes y generalmente vamos a entrenar en Mar del Plata. Nuestro presupuesto será acotado pero digno", consignó.

Mar Chiquita ganó sus tres partidos (a Gualeguaychú Voley, Instituto Pellegrini de Tucumán y Estudiantes de La Plata), en todos los casos por 3 a 0. "Los partidos no fueron tan fáciles como indican los resultados, pero lo más importante es que los chicos se dieron cuenta de que pueden jugar en ese nivel sin problemas. Y además pueden convertirse en espejo y en vidriera para los pibes de las inferiores del club", explicó el entrenador.

Consultado sobre las claves de este logro, Roberts reconoció que "me sorprendió haber ganado los tres partidos, aunque para mí fue fue vital el primer partido ante Gualeguaychú, que ya había jugado A2. Ese fue nuestro mejor partido. Por actitud, aplastamos al rival y eso modificó el panorama, porque después, antes de jugar con Tucumán sabíamos que si ganábamos, ascendíamos. No jugamos como el sábado, tuvimos más errores y más nerviosismo pero era lógico. La vara la habíamos puesto muy alta y podía pasar. Pero así y todo ganamos y la alegría que sentimos todos no se puede explicar con palabras", concluyó.