Por Sebastián Arana

La defensa se ha convertido durante el mes de enero un factor gravitante para Peñarol. Anoche la impuso en toda su dimensión en dos momentos prolongados del partido y así alcanzó un rotundo triunfo por 84 a 66 sobre Atenas de Córdoba en una nueva jornada de la Liga Nacional de Básquetbol. Alejandro Konsztadt, acaso, emergió como la individualidad más importante dentro de una sólida labor colectiva.

En la previa, por la Liga de Desarrollo, los chicos marplatenses se impusieron 71 a 66 con 24 puntos de Jerónimo Barón.

Atenas salió a incomodar a Peñarol con la misma defensa zonal que el último jueves utilizó contra Quilmes. Y lo logró por pasajes. Al equipo marplatense, si bien repartió bien los tiros, le costó entrar en ritmo de partido. Y los cordobeses, con la efectiva carga de Míkulas al rebote de ataque y los muy buenos primeros diez minutos de Román Torres, llevaron el partido tanto a tanto.

Con ese planteo los cordobeses tuvieron adormecido al equipo local en los primeros doce minutos del partido. Sin embargo, cuando Peñarol despertó fue letal.

El equipo de Rivero explotó en toda su dimensión con Konsztadt y los relevos en la cancha. El equipo aumentó su contracción defensiva y forzó varias pérdidas y malos tiros a los cordobeses. Ahí Peñarol encontró su ritmo y empezó a correr el contraataque, sobre todo vía Luciano Massarelli.

Atenas estuvo seis minutos sin convertir, perdido en la cancha, nocaut de pie. Peñarol aprovechó para estamparle un parcial de 16-0 y sacarle una máxima luz de catorce puntos (37-23) a falta de dos minutos y medio para el final del parcial. Y, pese a que ?Pitu? Rivero apareció con una ráfaga positiva, se fue al descanso con un tranquilizador 42 a 31.

Los cinco puntos seguidos de Luciano González en el arranque del tercer cuarto fueron una ilusión óptica. Luego Peñarol, con todos los titulares en cancha, le dio una paliza a los cordobeses.

La solidez de la defensa local fue sacando de partido a un Atenas que apenas convirtió dos puntos en los siguientes siete minutos y medio. El conjunto ?milrayitas? aprovechó, con un ritmo más pensante que el de la primera mitad, para estampar un parcial de 16 a 2 en ese lapso y aplicarle un golpe mortal a su rival. Con el argumento del pase extra y de balancear la ofensiva entre todos. Así llegó a sacar más de veinte puntos de diferencia antes del final del tercer parcial.