por Marcelo Solari

Si bien es cierto que todos los partidos hay que jugarlos y que ninguno se gana antes de tiempo, de antemano estaba muy claro que algo catastrófico tenía que pasar para que Peñarol no pudiera ganarle anoche a Ciclista Juninense, como finalmente ocurrió. El éxito "milrayitas", por 106 a 78 le permitió alcanzar a Obras Sanitarias en la punta de la Conferencia Sur de la Liga Nacional "A" de Básquetbol.

Peñarol afrontó el partido de ayer sin los lesionados Fabián Sahdi y Alejandro Diez. Y Leonardo Gutiérrez apenas jugó 10 minutos (el primer cuarto completo). Ni así hubo equivalencias. El poderío del campeón frente a un equipo que no tiene extranjeros en sus filas y lleva once caídas consecutivas. El encomiable esfuerzo con que dan la cara los jugadores de Ciclista merece todo el respeto. Pero deberían poder competir en igualdad de condiciones. Sin foráneos ni nacionales destacados, es casi como luchar contra los molinos de viento. ¿Le sirve a alguien?

Esbozo de partido sólo hubo en los primeros cinco minutos. Hasta allí, el local defendìa "livianito" y empataban 9-9 antes de llegar a la mitad del cuarto inicial. Pero de pronto, se encendió Justin Giddens y rubricó un euro-step genial, enseguida llegó un triple de Gutiérrez y un posterior robo de Alejandro Konsztadt más asistencia prefecta para Martín Leiva. El 7-0 en medio minuto elevó la cuenta a 18-9. Y esa ráfaga apabullante graficó con crudeza el poderío de uno y otro.

Antes de concluir el primer parcial Peñarol ya ganaba por 12 (27-15) y al promediar el segundo, había duplicado en puntos a su rival (49-25). A esa altura ya no estaba Giddens, empecinado en la maniobra individual y flojo atrás, y para colmo de males para el visitante, el juego de los marplatenses empezó a fluir con sencillez y contundencia.

La defensa zonal casi obligada a la que tuvo que recurrir Ciclista por la dificultad para equiparar tallas y calidad, fue vulnerada una y otra vez por el tiro a distancia de Peñarol. El local cerró el primer tiempo con 9 de 14 triples (64%) y llevó la ventaja a una máxima de 55-29, con destacadas producciones de Leiva, Konsztadt y el siempre rendidor Adrián Boccia.

El segundo tiempo transcurrió demasiado rápido. Como era de esperar. Casi sin interrupciones. Con ciertos destellos del indultado Giddens y las "bombas" de Luciano Massarelli para incrementar aún más la diferencia en las cifras (86-50).

El cuarto final le dejó un rato largo a Eugenio Zustovich y Jerónimo Barón, le proporcionó descanso a los que más lo necesitan y posibilitó que Peñarol lograra su mejor marca ofensiva de la temporada (106 puntos). Antes, le había anotado 96 a Bahía Básket y Lanús, siempre como local. Y la yapa: el ganador cerró el partido con siete jugadores que convirtieron en doble dígito (10 o más puntos), además de que anotaron todos los que entraron. Victoria redonda por donde se la mire, más allá de las cualidades del rival.

Derrota de los pibes

En el partido preliminar, por la Liga de Desarrollo, el que festejó ayer en Once Unidos fue Ciclista, que se impuso por 84 a 74. Luego de este juego, el "milrayitas" quedó con registro de cuatro victorias y cinco derrotas.