CERRAR

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27-03-2015

El sprint final no fue suficiente

El "tricolor", que perdía por 15 en el último cuarto, se puso a tiro de empate. Sin embargo, su rival resistió y triunfó 82 a 75. Sin Selem Safar, el "tachero" encontró otros intérpretes para tocar la música del tiro exterior.

Por Marcelo Solari.- A falta de Safar, buenos fueron Zanzottera y Tabárez. Una excelente producción ofensiva con el tiro abierto de ambos le permitió marcar la diferencia a Obras Sanitarias, que anoche derrotó a Quilmes, en el propio estadio de Once Unidos, por 82 a 75. El "tachero" se alejó aún más como líder en la Conferencia Sur de la Liga Nacional "A" de Básquetbol.

El furioso arranque quilmeño permitió un 6-0 en dos minutos y un rápido pedido de tiempo muerto por parte de Julio Lamas. Para cambiarle el ritmo al juego. Y le dio resultados, porque ese comienzo a puro contraataque y gol, se fue transformando en un suplicio para poder anotar.

Obras no dejó correr a su rival y empezó a imponer su calidad en la defensa estacionada. El local se "secó" y además de robustecerse atrás, el "tachero" lo tuvo en gran nivel ofensivo a Mauricio Aguiar, quien desde el perímetro pudo sortear la marca de Maximiliano Maciel.

Al llegar a la mitad del cuarto, Obras ya había pasado al frente (9-10) y rubricó una escalada de 15-3 en cuatro minutos para pasar a comandar las acciones con autoridad.

Eligió bien su tiro abierto y tuvo notable puntería (3 de 3 en triples en el primer cuarto), todo lo contrario que el equipo de Leandro Ramella, que sufrió para anotar desde lejos y, privado de su transición veloz, convertir le costaba una enormidad.

Estaba claro que, sin luces adelante, la única vía que tenía Quilmes para revertir el desarrollo era a través de su defensa. En ese sentido, al siempre conmovedor esfuerzo de Ivory Clark, se agregó un muy activo Walter Baxley, quien robó 4 balones en el primer cuarto.

Sobre el final del segmento inicial, Tomás Zanzottera llegó muy tarde y golpeó deliberadamente a Clark. Falta al borde de la descalificación que dejó algo maltrecho al americano pero al mismo tiempo cargó de energía al "tricolor" y encendió a la gente.

Teniendo en cuenta el 20% en triples y la claridad con la que perdió la lucha por el rebote, la desventaja de 4 puntos en el primer descanso no estuvo tan mal para los de Luro y Guido.

El segundo cuarto tuvo otras características. Quilmes tuvo muy pocas respuestas adelante pero pudo aguantar el desarrollo gracias a una defensa por momentos heroica, siempre con Clark (5 rebotes, 4 tapas y 2 recuperos en la primera mitad) como abanderado, indicándole el camino a todos.

Aguiar y Baxley tomaron mutuamente sus respectivas marcas y se anularon uno al otro. El "tachero" perdió algo de precisión desde lejos pero Quilmes no traducía en puntos el encomiable esfuerzo que hacía atrás, aunque logró equiparar en 27 con un tremendo desgaste.

Del otro lado, ante la ausencia de Selem Safar (sufrió un golpe en el talón frente a Peñarol y no jugó anoche), Julio Lamas prefirió arriesgar y protegió a Bruno Fitipaldo dándole rodaje a Fernando Zurbriggen.

El pibe, que había sido gran figura en el triunfo ante el "milrayitas" se cargó con 4 faltas en pocos minutos pero demostró personalidad y continuó en la cancha, lo que se tradujo en reserva de piernas adicional para el base uruguayo.

Con el único triple quilmeño del segundo cuarto, Luca Vildoza estableció una pequeña luz para el local, premio a su mérito defensivo, aunque Patricio Tabárez -de gran partido- acortó antes de irse a los vestuarios con un triplazo.

La historia del tercer cuarto nació complicada para el local y terminó de la misma forma. Obras, con su tiro a distancia, hizo trizas el bastión defensivo que había construido el local, y anotó 27 puntos en el parcial.

Para colmo, lo que iba perdiendo atrás, Quilmes no podía recuperarlo adelante. Una pésima noche desde más allá de los 6m75, y las escasas respuestas de su mediacancha titular (Luis Cequeira-Baxley) conspiraron contra un destino mejor.

El temple y el empuje defensivo de Clark sólo no alcanzaba, y aunque con una ráfaga de ataque rápido el local se acercó (47-51) después de quedar 11 puntos abajo, el control siempre lo tuvo Obras.

La supremacía del puntero indiscutido se profundizó en el cuarto decisivo. Tuvo fluidez, tomó tiros lógicos y llegó a situarse en un postura casi definitoria de dominio en el juego y en el resultado (56-71).

Todavía quedaban 6m30s por delante y Quilmes echó el resto. Recurrió al riesgo de una defensa zonal, con Vildoza en cancha por el errático Cequeira y Baxley tratando de parecerse al de siempre.

La reacción llegó hasta 75-78 a 63 segundos del epílogo, con el goleador encendido a pleno aunque algo tarde. Incluso Vildoza tuvo el triple para empatar, restando 30 segundos, pero falló. Y la victoria se inclinó para el lado del que había hechos las cosas mejor para obtenerla, especialmente su muy buen 12/26 (46%) en triples.