A lo largo de los años ha habido muchos motivos para suspender un partido. Factores climáticos, falta de garantías, ausencia de pelotas, lo que se le ocurra. Pero cancelar un partido por malas condiciones del campo de juego en una tarde de 25° supera todo lo imaginable.

Eso fue lo que ocurrió ayer en la cancha de Quilmes, donde iba a disputarse una doble jornada con los encuentros Almagro Florida -Círculo Deportivo y Quilmes -Banfield.

El club "tricolor" dispuso la realización de trabajos para poner en condiciones el terreno de juego de la villa deportiva ?José Piantoni?. Pero las obras están lejos de terminar y nadie se tomó la molestia de avisar en la Liga Marplatense que allí no podía disputarse con normalidad un encuentro de fútbol. Cuando había otros escenarios disponibles este fin de semana para disputar los partidos.

Cuando llegó el árbitro Guillermo Nuesch se encontró con operarios rellenando zanjas, quienes no tenían la más pálida idea de que allí debían disputarse dos cotejos de fútbol oficiales. Incluso, los planteles de Almagro Florida y Círculo Deportivo se presentaron a jugar y luego se quedaron haciendo algunos movimientos ?livianos? para no perder el día.

El caso irá al Tribunal de Disciplina de la Liga Marplatense de Fútbol y no se descarta que Quilmes sea sancionado con una fuerte multa por no tener su cancha en condiciones ni informar del inconveniente. Lo más extraño es que el club ?tricolor? era local a segunda hora y la programación de la fecha es pública desde el último martes.

Tampoco se descarta que Círculo Deportivo, que tuvo que mover una delegación desde Comandante Otamendi, pida un resarcimiento económico en la Liga Marplatense. Fue la primera gran vergüenza del campeonato.