Había algunos interrogantes en la previa de esta primera fecha que General Urquiza se encargó de desterrar de cuajo. Primero como sería digerir la partida de Luis Nicolleti después de tantos años con tantos títulos incluidos, luego saber cómo iba a responder un plantel casi nuevo por la llegada de muchos futbolistas, y por último demostrar ante un rival inferior su superioridad. Y las respuestas fueron todas positivas porque finalmente Urquiza no dejó margen para las dudas y goleó a General Mitre por 4 a 0 en el inicio del Torneo Apertura.

Partiendo de una defensa segura, que casi no pasó sobresaltos, pasando por un mediocampo con mucho juego y movilidad y terminando con una dupla de ataque que cumplió con la cuota goleadora, el equipo de Daniel Di Fonso construyó una sólida victoria. Y eso que no contó con varios jugadores como Guido Castro, Cristian D?Addato, Julián Pringles, Guillermo López Geada, Juan Ceverio y Hernán Alvarez.

En un partido donde la paridad duró apenas un cuarto de hora. Porque una vez que la vista consiguió abrir el marcador ya no hubo más partido. Y esa diferencia se cristalizó con la goleada final.

Con el dominio del terreno y la posesión de la pelota como fórmula ofensiva Urquiza llegó casi que por decantación al primer gol. A los 15? Facundo Márquez ganó la espalda de los defensores de Mitre y con una gran jugada individual remató seco y al ras desde afuera del área al palo más lejano de Sorú para decretar el 1 a 0.

Luego todo fue más sencillo, Leonardo Gómez y Antonio Benítez se repartieron el medio a la perfección y tuvieron a los costados la cuota de fútbol necesaria con Pablo Torres y Diego Ortiz. Con la libertad necesaria para soltarse, cualquiera de los dos, y aparecer por el centro del ataque.

Y a los 27?, aunque parezca exagerado, definió el encuentro. Tras un tiro de esquina ejecutado por Torres, fue Benítez quien apareció por el segundo palo para cabecear al ángulo y estirar las cifras.

Intentó salir con más ímpetu Mitre en el complemento. Adelantó las líneas tratando de presionar mejor y no dejar tantos espacios. Pero esa intención duró apenas seis minutos. Porque en un ataque rápido fue Leonardo Barros quien quedó solo ante el arquero y empujó la pelota con precisión para el 3 a 0.

A partir de ese momento Urquiza solamente se dedicó a esperar el final partido. Se retrasó un poco y permitió alguna aproximación del local -que a esa altura ya jugaba con diez hombres por la expulsión de Roura-, en especial cuando Leonardo Castro pasó a jugar como delantero. Descansó en la seguridad de su defensa, con Fortunato como líder, y en la tranquilidad del resultado.

Sobre el cierre quedó tiempo para la gran jugada de Mariano Pintos que terminó en el segundo gol personal de Benítez y para el abrazo y festejo de todo Urquiza, que a pesar de los cambios y las ausencias, siempre es candidato.