Córners, tiro libre, penal y off side son términos futboleros que hasta hace poco generalmente salían de bocas masculinas, pero de un tiempo a esta parte las mujeres se fueron copando con el fútbol. Y lo juegan, en sus distintas versiones. Los equipos pueden ser de 5, 6 ó 7 jugadoras si prefieren las canchas sintéticas u 11 en la versión tradicional de campo de césped.

Están aquellas que prefieren la cancha grande y arman equipos de 11 jugadoras, respaldadas por una entidad deportiva, como sucede por ejemplo con los clubes Boca Juniors, Kimberley, Argentinos del Sud, Ciudad, Urquiza, San José, Batán, Aldosivi y Barracas de Miramar.

Ellas, además de entrenar entre dos y tres veces por semana, todos los domingos juegan el campeonato local y la idea es ir por más.

Lola, periodista de 26 años, se define como "fanática de Boca", asegura que el fútbol le gusta "desde siempre", aunque recién empezó a jugar el año pasado.

"Tenía ganas, cuando era chica me gustaba jugar con mis amigos en la calle o en la canchita pero nada más. El año pasado un grupo de amigas me invitó a jugar y me enganché, porque me invitó también el entrenador a sumarme", contó Lola su experiencia.

Hoy está parada por una lesión, pero no pierde las ganas ni las esperanzas de volver pronto a la cancha a demostrar sus dotes como delantera.

Así como algunas de las mujeres se juntan a jugar como una cuestión social, hay otras más competitivas que se enganchan con los torneos que se juegan todas las semanas.

Santiago Pagella y Gonzalo "Japo" Albin organizan campeonatos femeninos en los que se compite los fines de semana que se denominan "Posición Adelantada".

"Hay cada vez más mujeres que se acercan a jugar -reconoce Santiago-, incluso hay chicas que por los torneos juegan tres partidos por día".

Además de los entrenamientos, también existen las escuelas y eso genera que "cada vez jueguen mejor". "Lo bueno de las mujeres es que no tienen historia con la derrota. Termina el partido y se van, a diferencia de los hombres que padecen perder", señala el organizador.

También reconoce que, a medida que se va perfeccionando, el juego femenino "no es tan diferente al de los hombres". "Por ahí los varones ganan en velocidad, pero táctica y estratégicamente juegan igual", puntualiza.

En ese sentido coincide Lola: "Pienso que las características son más o menos similares. A veces juego con los chicos del Partido Socialista que tienen equipos mixtos y por ahí la diferencia es que los varones tienen un poco más de movilidad y de fuerza para trabar. Pero el tipo de juego es similar".

A por todo

Internacionalmente el fútbol femenino también cuenta con un campeonato mundial que se desarrolla cada 4 años. En junio próximo comenzará el Mundial que se juega en Canadá.

"Yo voy, corro un rato y transpiro. Me enganché porque es más divertido que estar encerrada en un gimnasio. Acá nos divertimos y tenemos un turno fijo", contó Mariela, 32 años, comerciante.

Si bien reconoció que "me gusta bastante el fútbol, puedo sentarme a ver un partido", la primera vez que pisó la canchita de La Pampa y Moreno "no sabía ni dónde me tenía que parar. Poco a poco las chicas me explicaron y así fui aprendiendo".

Josefina, estudiante de 19 años, se describe como "fanática de River". "Soy la menor de tres hermanos y para mí era normal jugar a la pelota con ellos. Ahí aprendí y hace poco más de un año me enganché con un grupo que son amigas de amigas y jugamos todos los miércoles", revela.

Lucas, que trabaja en una de las canchas sintéticas de la ciudad, aseveró que "hay muchas más chicas que antes". "Nosotros tenemos un torneo con 17 equipos. Hay mujeres que juegan muy bien, la rompen, pero me parece que es una moda", arriesga.

Desde el otro ángulo de la cancha, un periodista deportivo que optó por el anonimato para evitar "las gastadas" de sus compañeros, analizó que "se trata de la demostración de la igualdad". "Las mujeres se dieron cuenta de que tienen dos piernas, una cabeza, que pueden jugar. Por ahí hay diferencia de fuerza y movilidad, pero hay mujeres que juegan muy bien", define.

El secretario de Boca de esta ciudad, Guillermo Messina, entrena al equipo femenino del club que compite en el campeonato que se juega en cancha de 11. Y quiere más: "Estamos intentando armar la Liga Marplatense de Fútbol Femenino", aseveró.

El torneo, que se juega todos los fines de semana, se maneja con las mismas reglas que los hombres. "Estamos en continuo crecimiento -dijo el dirigente-. Hace tres años, cuando empezamos, eran 10 chicas. Ahora son 30. Y todos los clubes tienen su escuelita".

En su opinión, el auge de la actividad se debe a que "es un gran deporte". "Por ahí tienen diferencia física con los varones y eso hace que jueguen a otra velocidad, pero táctica y estratégicamente es lo mismo. Hay mujeres que juegan muy bien y a futuro irán mejorando", opinó.

La idea de Messina es "tratar de armar nuestra liga propia, queremos ser parte de la Liga Marplatense para que fomente y se trabaje en pos de generar ese espacio. Así estamos, trabajando para eso".