Por Marcelo Solari

La receta fue tan simple como contundente. Baxley y la defensa. O viceversa. El escolta goleador, que venía en deuda en la serie y pagó con creces, ya que fue el líder del ataque de Quilmes (convirtió 22 puntos y dio 5 asistencias en sólo 24 minutos). Y la defensa de equipo fue sensacional, con la colaboración de un rival que nunca tuvo paz en ataque. Así, el "tricolor" derrotó con holgura anoche al conjunto de Junín, por 80 a 59, y descontó en el play-off que ahora ganan los conducidos por Ariel Rearte 2 a 1. Mañana, otra vez en el estadio de Once Unidos, se jugará el cuarto partido de la serie por los cuartos de final de la Conferencia Sur de la Liga Nacional "A" de Básquetbol.

El primer cuarto fue, lejos, de lo mejor de Quilmes en los últimos tiempos. Le salió todo bien, empezando por la defensa, el punto de partida para que la planificación resultara de la mejor manera. La marca agresiva generó enormes inconvenientes en la elaboración de juego de Argentino y lo llevó a cometer errores (8 pérdidas en el segmento inicial).

A diferencia de lo que suele suceder en los partidos frente al "turco", que parece haber encontrado una forma de minimizar su incidencia, Walter Baxley arrancó derecho (dos triples consecutivos). Cuando el escolta estadounidense empieza así, resulta muy difícil detenerlo. A su influjo creció toda la ofensiva quilmeña, que encontró tiros limpios y también eficacia (4/8 triples en el cuarto inicial).

Claro que eso era posible gracias a una defensa solidaria e intensa. Especialmente, para cortarle los circuitos a Franco Balbi, casi siempre figura y ayer anulado por completo en todo el primer tiempo. Con su brújula extraviada, Argentino equivocó los caminos. Los cambios instrumentados por Ariel Rearte en el perímetro no resolvieron demasiado y Quilmes cerró un parcial "redondito" en un contundente 22-5, con 53% en tiros de cancha contra sólo 21% de su oponente. Y Baxley estuvo intratable: anotó 15 puntos en los primeros 10 minutos y tiró para anotar 20.

La historia en el segundo cuarto fue algo diferente. Aunque al llegar al descanso largo la brecha permaneció casi inalterada, el desarrollo fue diferente. No empezó bien Quilmes, que falló algunos tiros cómodos y también perdió varios balones, pero Argentino también tenía sus problemas. El ingreso de Emiliano Basabe fortaleció la defensa, pero adelante ambos eran una película de terror. A los 4 minutos el segundo cuarto estaba 2-2, y la única conversión llegó por un "blooper" de Basabe, quien intentó interceptar un pase Rubén Wolkowyski y terminó anotando en su propio canasto.

Las tres faltas personales de Eugene Teague y Fernando Funes condicionaron todavía más el panorama del visitante, que de todas maneras se las ingenió para emparejar las acciones. Controló mucho mejor a Baxley (no anotó en ese segundo cuarto) y ofensivamente logró salir de la sequía (venía 0/7 en triples) y terminó con 2/9.

El cuarto se cerró con un airado reclamo de Baxley sobre una supuesta infracción en el último tiro del primer tiempo. Ergo: falta técnica y comienzo del segundo tiempo con un libre anotado por Fernando Funes y la reposición de los juninenses.

Más allá de una ráfaga del propio Funes, Quilmes siempre tuvo todo bajo control. Con la seguridad defensiva de toda la noche y muy punzante en ataque, profundizando para Tayavek Gallizi o corriendo el contraataque. Así se distanció 53-30 a los 5 minutos del tercer parcial y la cuestión tenía aroma de pleito sentenciado antes de tiempo. Tan seguro estaba el "tricolor" de su dominio, que Baxley se fue un rato y banco y ese rato terminó extendiéndose hasta el final del partido.

El amplio margen cosechado, en el juego y en el resultado, no hicieron necesario su regreso. Y aparecieron otros intérpretes para conservar la ventaja. Por caso, Diego Romero, de muy buen partido, algunas apariciones lujosas de Luca Vildoza y el funcionamiento colectivo correcto, con un respaldo de tiro exterior importante (7/18 triples, para un 39%).

A la visita le costó una enormidad poder hacer pie anoche en Once Unidos. Y fue notorio que inclinó el rey mucho antes del epílogo. La rebeldía de Christian Schoppler y algunos puntos "basura" cerca del cierre le permitieron maquillar una dura derrota. Apenas un 30% de acierto en tiros de cancha y 19 pelotas perdidas son datos contundentes. En 48 horas todo vuelve a empezar.

Reconocimiento para Gallizi

La subcomisión de básquet femenino del Club Atlético Quilmes le entregó ayer, antes del inicio del partido, un presente a Tayavek Gallizi: un cuadro con una camiseta mitad del "tricolor" y mitad celeste y blanca, en reconocimiento a su paso por el seleccionado argentino en el Mundial de España.