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30-05-2015

"Estoy contenta porque siento que voy por buen camino"

"Mi cuerpo es mi herramienta de trabajo y la tengo que cuidar", confiesa muy segura Ayelén Tarabini, la sensación 2015 en el circuito de las Copas del Mundo.

Sabe a qué hora empieza a entrenar, pero no a qué hora termina. Pueden ser sesiones de 4 o 6 horas, en un único turno. Porque después también tiene que ocuparse de su cuerpo: kinesiología, preparación física. Una vida, literalmente, dedicada full time a la gimnasia artística. "Mi cuerpo es mi herramienta de trabajo y la tengo que cuidar", confiesa muy segura Ayelén Tarabini, la sensación 2015 en el circuito de las Copas del Mundo. La marplatense, representante del club Quilmes, sumó dos medallas de plata en Anadia, Portugal, y ostenta el número uno en el ranking mundial de suelo y viga. Así lo vive, según le contó a LA CAPITAL:

-Trabajás mucho y bien, te esforzás y nadie te regaló nada. ¿Esperabas o te imaginabas llegar a ser primera en el ranking mundial en dos aparatos al mismo tiempo?

-Sabía que con un sexto puesto en suelo podía mantener el primer puesto. Eso me alcanzaba y me daba cierta tranquilidad, pero de todas maneras yo siempre quiero hacer las mejores rutinas posibles sin pensar tanto en la puntuación o en el ranking. Igual me gustaría aclarar bien que se trata más de una cuestión matemática que deportiva. No quiero que por ahí la gente se confunda, por ejemplo si en el Mundial no estoy entre las primeras. Pasa que algunas gimnastas no compiten en todas las etapas de la Copa Mundo y por eso no siempre suman tantos puntos. A mí me ayuda muchísimo también en otro sentido: a compararme en forma permanente a nivel mundial con las demás, para saber en dónde tengo que mejorar. En este último torneo en Portugal felicitaron a la jueza que viajó con nosotros porque fui la gimnasta con menos penalizaciones.

-Hablaste de suelo, pero también estás como número uno en viga de equilibrio. Es increíble lo que se hace en sólo de 10 centímetros de apoyo. ¿Es la disciplina más difícil?

-No diría que es la más difícil. Sí es la que produce más adrenalina y hay que aprender a controlarla. Entonces estoy todo el tiempo jugando con eso. Me hablo a mí misma internamente: "Ya pasó lo peor" o "ahora me toca hacer esto o lo otro". A veces me pongo muy en blanco.

-Parece que no lo disfrutás mucho...

-(Risas) A veces no. Pero es parte de la competencia. La viga es un aparato un poco más emocional, más mental. Trato de no mirar las series, de no mirar las rutinas. No es nada fácil cuando te toca el turno después de que alguien se haya caído.

-Son tus dos aparatos más fuertes. ¿También tus preferidos?

-De eso no estoy tan segura. Me encanta hacerlos. Pero también a los otros dos. En salto estoy trabajando un poco más de dificultad, pensando a futuro, en los Panamericanos y en el Mundial. Y empecé a competir en paralelas asimétricas porque en Toronto, Canadá (Panamericanos) y Glasgow, Escocia (Mundial) voy a competir en el all around (sumatoria de los cuatro aparatos). Todo me ayuda para tomar confianza en competencias internacionales. Estoy contenta porque siento que voy por buen camino.

-¿Sentís que ahora las otras competidoras te miran con más respeto, prestan más atención a lo que hacés?

-Sí, eso se nota bastante. Por eso hablaba de la importancia de competir en el exterior. Y me sorprende que ahora me conocen las juezas más importantes, me saludan.

-Uno de los grandes objetivos es Toronto 2015. ¿Se puede pensar en ganar medallas?

-El año pasado, en el Prepanamericano, entré a la final de viga y quedé sexta. Es difícil, pero no imposible. Tengo margen, con ejercicios fuera de serie que puedo agregar. Es una nueva preparación, una nueva etapa y por eso no voy a poder competir en el Sudamericano. Porque también apostamos al Mundial, en donde estará en juego la clasificación para los Juegos Olímpicos de Río 2016.

-¿Dónde están hoy las mejores gimnastas del mundo?

-Es muy complicado decirlo. Hay muchas buenas, muy buenas, cada una en su aparato. Estados Unidos puede ir con un equipo C o F y gana igual. Pero, sólo en América, también hay alto nivel en Canadá, Guatemala, Colombia, Brasil, Cuba, México. Y después están las europeas y algunas asiáticas.

-¿Y qué dicen tus entrenadoras las hermanas Lamanda?

-Están re-contentas. Es un trabajo en equipo. Ahora viajé con Lucía. Pero volví y estoy entrenando con Marina. Funcionamos bien, tenemos una buena conexión con las dos. Nos conocemos mucho, desde hace 20 años. Tenemos una relación excelente y así todo es más fácil.

-¿De quiénes te acordás a la hora de agradecer?

-De mi familia, mi novio y su familia, mis entrenadoras, Deporte Mar del Plata, la Secretaría de Deportes, el Enard, Juan Curuchet, el intendente Gustavo Pulti, la Federción Provincia de Gimnasia. Espero no olvidarme de nadie. Y por supuesto de Gonzalo Notario, quien me llevó a entrenar por primera vez. Mi anhelo personal es que el sueño olímpico se haga realidad. Y poder clasificar entre las 24 mejores que irán a la final all around en el Mundial. Nunca me conformo. Pero ese es mi combustible.