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01-07-2015

"La alegría que tengo es indescriptible"

El marplatense Patricio Garino y la concreción de su sueño de jugar en la Selección Argentina de básquetbol.

Por Marcelo Solari

A través del programa de becas de seguimiento y desarrollo de la NBA, el marplatense Patricio Garino, un genuino producto del básquet local, concretamente del club Unión, llegó a los Estados Unidos. Allí completó sus estudios secundarios (High School) en Montverde Academy, y luego de analizar varias propuestas, aceptó unirse a George Washington University para concretar su educación universitaria (College). Con los Colonials jugó en todos los puestos menos de pivote. Se destacó en varios rubros estadísticos, fue dos veces elegido en el Equipo Defensivo de la Conferencia Atlantic-10 y, por supuesto, se ganó ser seguido -y convocado- para el seleccionado argentino.

Por diversos motivos (de lesiones o académicos), su incorporación al conjunto "albiceleste" fue demorándose, hasta que en esta semana, justo en su Mar del Plata natal, y antes de iniciar su último año en la Universidad, el sueño se hizo realidad. Garino trabaja a la par de sus compañeros en el primer grupo citado por Sergio Hernández para iniciar su segundo ciclo como entrenador en el seleccionado. Así lo vive el alero marplatense:

-Finalmente se concretó. Después de algunas convocatorias en las que no pudiste estar por distintos motivos, se dio y justo en Mar del Plata. ¿Cómo lo vivís?

-Por fin llegó el día. La verdad, estoy sorprendido por estar en casa y concentrando. Es algo inesperado e inexplicable, pero la alegría que tengo es indescriptible.

-Y con la mejores expectativas seguramente...

-Obviamente. Vengo con todo, a dejar todo en cada práctica y a tratar de adaptarme lo más rápido posible a algo muy diferente a lo que vengo trabajando en mi Universidad, en Estados Unidos. Sergio (Hernández) es un entrenador fantástico y hace todo lo posible para que todos estemos cómodos y que el grupo sea lo más uniforme que se pueda.

-Siempre suele haber diferencias entre un equipo y una Selección. ¿Aquí vas a jugar como alero?

-Exactamente, por el momento estoy como alero. Es un poco diferente porque no corremos tantas jugadas y el ritmo no es tan dinámico. Pero soy de acá, integré seleccionados desde muy joven y eso es como andar en bicicleta: no se olvida. Tal vez esté un poquito rústico al principio, pero una vez que me adapte voy a estar perfecto.

-Son apenas las primeras prácticas y tal vez a algunos jugadores no los conocías. ¿Te ha sorprendido alguno en especial?

-Estamos todos en un período de adaptación, en un trabajo general, pero todos han dejado una buena impresión, se entrena con intensidad. Veremos con el correr de la semana quiénes están en mejor forma y sacan alguna ventaja.

-¿Se pueden ilusionar con la posibilidad de una medalla en Toronto?

-Más vale. Ya estuvimos hablando sobre eso. Vamos a ir a jugar apuntando a lo más alto y con los que estén mejor. No vamos a andar probando, sino a marcar nuestro propio camino.

-Desde que te fuiste como parte del programa de talentos de la NBA se hablaba como algo muy lejano de tu futuro después de la Universidad. Ahora sólo te queda un año. ¿Te vas a presentar al draft?

-Todavía no tengo nada decidido. Todo depende de cómo nos vaya en la temporada que viene y personalmente, en mi desarrollo. Dicen que hay un par de posibilidades en caso de presentarme al draft de la NBA, pero si no, pienso que lo mejor sería ir a Europa. De todas maneras, eso será más adelante. Todavía falta un poco de tiempo y hay otras prioridades.

-En tu año de Junior (tercero) cumpliste aunque no pudieron clasificar para la Locura de Marzo...

-Este año no pudimos cumplir con las expectativas que teníamos al comienzo de la temporada. Entramos en un pocito en enero/febrero del cual no pudimos salir fácilmente y a pesar de que no pudimos clasificar para el March Madness sí logramos entrar en el NIT (National Invitation Tournament), que es algo parecido. Logramos pasar de ronda después de vencer a Pittsburgh, que es una Universidad muy importante, y perdimos con Temple, en donde jugaron Pepe Sánchez y el Lobito Fernández.

-Dadas las circunstancias, no parece que haya demasiada pelea por los lugares, porque hay un par que están complicados con lesiones y no serían necesarios cortes para definir el plantel. ¿Eso quedó establecido de entrada?

-Para mí no hay nada claro. Lo primero que nos dijo el "Oveja" (Hernández) es que no teníamos que pensar en quién queda y quién no. Acá venimos a entrenar al 100% en todo momento, enfocados en un objetivo determinado, así que nadie está jugando con las expectativas. Por el momento la consigna es aprender, adaptarse al sistema de juego y consolidarnos como grupo y como equipo.

-¿Cuánto valorás que, tanto Julio Lamas, antes, como Sergio Hernández, ahora, te hayan seguido teniendo en cuenta?

-Estoy totalmente agradecido. Sé que soy un afortunado de que me sigan llamando después de tantos años en los que lamentablemente no pude estar.

Es algo que no se ve todos los días, así que voy a tratar de aprovechar esta oportunidad al máximo.