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02-07-2015

"Todavía tengo una sensación amarga"

Leandro Ramella y su repaso de una gran temporada

Por Marcelo Solari

En su relativamente joven carrera como entrenador posee el privilegio de haber marcado un camino con Quilmes. Ganó un ascenso y después ubicó al "tricolor" entre los cuatro mejores de la máxima categoría, algo que sólo había sucedido dos veces anteriormente. Luego de haber pasado un tiempo prudencial desde la derrota en la final de la Conferencia Sur ante Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia, llegó el momento del análisis más profundo de Leandro Ramella con LA CAPITAL:

-La mayoría de los jugadores de Quilmes expresó que, más allá de la gran campaña, les quedó una sensación amarga porque podían haber dado un paso más. ¿Coincidís?

-Sí, me pareció que sí, porque los dos últimos partidos que perdimos, el segundo y el tercero de la serie contra Gimnasia, fueron muy parejos. Ellos fueron superiores en el momento clave del juego, en los últimos 2 o 3 minutos, y supieron administrar esa pequeña ventaja para cerrar bien cada partido. Pero no nos dominaron como lo habían hecho en el primero de la llave. Tenía ilusiones de que podíamos ganar los dos juegos en casa y llegar de nuevo al quinto partido. Por eso me quedó esa sensación de que podíamos haber dado un paso más.

-A cierta distancia de la eliminación, ¿qué pesa más? ¿La satisfacción por una muy buena temporada o la desazón de haber perdido estando tan cerca?

-Todavía estoy medio encontrado con eso. Porque lo que yo pensaba mientras se jugaba la serie, y trataba de transmitirlo, era que es muy difícil estar ahí. Es muy difícil llegar a una semifinal o final de Conferencia. Entonces no podíamos dejar pasar esa oportunidad. Los jugadores estaban muy cansados, había sido muy duro hasta ese momento, pero no podíamos dejar pasar ese tren. Muchos hubiesen querido estar ahí. Teníamos que ser merecedores. Es por eso que todavía tengo una sensación amarga. Me cuesta conformarme.

-¿Dijiste que había quedado demostrado que tenían jugadores para atacar pero faltó defender con dureza en esos momentos clave? Porque promediar 62,7 puntos en esos tres partidos no parece un buen ataque...

-Lo que yo dije o intenté decir es así: ofensivamente no jugamos bien la serie. Tal vez por méritos del rival, pero lo cierto es que no atacamos bien, no tuvimos volumen de juego y de eso el responsable soy yo: el entrenador. Entonces dependíamos de individualidades. Y a esos jugadores con capacidad de desequilibrio adelante, que necesitábamos tener en cancha, no pudimos contarlos defensivamente porque ese aspecto no es el fuerte de ellos. Y nos anotaron muy fácil en momentos determinantes. Nos pasó casi todo el año, aunque tuvimos volumen de juego y entonces no se notaba tanto esa carencia porque nos protegíamos mejor atrás.

-Dijiste al principio de temporada que aspirabas a que el equipo no fuera tan Baxley-dependiente. Y en algún momento pareció que era más marcada la dependencia del goleador. ¿Puede ser?

-Puede ser. No sé. Muchos partidos los ganamos sin él, y muchos otros necesitamos de él para ganarlos. A mí me parece que no es tan justo ni para Baxley ni para el resto del equipo que siempre todo ronda alrededor suyo. Me ha pasado de ganar y que me dijeran, "menos mal que Baxley hizo 30". O también, ganar con 10 puntos de Baxley y que me dijeran "¿Qué le pasa a Baxley?". Cuando termina un partido, la pregunta ronda alrededor de Baxley. Ni él ni sus compañeros se merecen eso. Porque para que él anote, sus compañeros hacen cosas. Y para ganar sin que él anote tanto, también. Baxley siempre tiene ganas de meter 30 puntos. Pero a veces lo defienden mucho, lo sobremarcan. Y este año ha pasado mucho mejor la pelota. Eso es valorable. En mi opinión, es un jugador que ha evolucionado. La Liga lo ha llevado a eso, porque antes de venir no había jugado en competencias importantes. Es un tremendo jugador, con sus días mejores y peores, como todos. Lo sentí este año es que todo el entorno giró mucho más alrededor de Baxley que lo que nosotros vivíamos de verdad en el equipo.

-¿Te habrán preguntado también con cierta mala intención por el partido contra Obras, en el que no hizo puntos en los primeros 25 minutos y clavó 27 en los últimos 15'?

-Eso no tiene fundamento. ¿Qué hizo? ¿Tiró a errar a propósito y después no? Es imposible de hacer. Porque una cosa es que se hubiera escondido y no quisiera la pelota. Pero en realidad, tomó sus tiros. Y los erró. No comparto para nada esas suspicacias.

-Lo que no se discute es su calidad...

-El es importante pero no es todo. Yo digo que sin él no hubiéramos llegado adonde llegamos, pero tampoco hubiésemos sido un desastre. Acaso hubiésemos jugador mejor colectivamente. Pero estos tipos te solucionan cosas por sí mismos. Te dan un desequilibrio individual que te destraba las ofensivas, porque cuando él mete esos tiros difíciles, el resto se empieza a soltar y también anota.

-¿Gimnasia es el equipo con identidad más definida?

-Totalmente. Mérito de Gonzalo García. Ofensivamente, para mí es el mejor equipo de la Liga. Juega bárbaro conceptualmente.

-¿No había receta para capitalizar la rotación corta?

-Lo intentamos. La propuesta fue defensa todo el campo a De los Santos, todo el tiempo; jugarle muy físico a Clancy, a Aguerre y a Schattmann. En el primer partido no jugaron Baxley ni Vildoza y quedamos en las mismas condiciones que ellos. Ahí no pudimos concretarlo. Para el segundo partido, Baxley todavía estaba mal y jugó por un esfuerzo personal. Intentemos que Marín sumara minutos para ponerlo bien. A Clancy lo controlamos, pero al resto no tanto. Recién en el tercer partido pudimos ponerlo en problemas Aguerre. Era nuestra estrategia, pero por distintos motivos, no pudimos llevarla a adelante.

-Igual, estamos hablando del mejor alero de la Liga...

-Yo disiento. Aguerre fue uno de los mejores jugadores de la temporada. Pero jugó el 70% de sus minutos como "4", no como "3". La serie contra Quilmes sólo la jugó de ala-pivote. En ningún momento fue alero.

-Al margen de planteos y méritos ¿qué te provocó como entrenador haber dado vuelta dos series tan complicadas?

-Fueron dos sensaciones diferentes. Con Argentino estaba muy concentrado en el partido a partido. Cuando vinimos a Mar del Plata no estaba pensando en que estábamos 0-2 y no teníamos margen de error. Fuimos por un partido, después por el otro, sin pensar que teníamos que ganar tres partidos seguidos. Y era lo que teníamos que hacer. En el primer momento no nos dimos tanto cuenta de que habíamos revertido un 0-2. Con Obras no fue así, porque tuvimos un poco más de margen, ya que volvimos a Mar del Plata 1-1. Hoy lo veo como algo bueno. No es algo tan fácil ganar dos quintos juegos como visitante. Obras se armó para campeón y jugaba bien. Lo hizo todo el año. Tenía plantel y jugaba bien. La serie contra ellos fue rara. Me parece que nosotros aprovechamos los momentos y Obras no. No sé si jugamos mejor que ellos, pero sí capitalizamos esos momentos favorables. Salvo en el primer partido, en que ellos fueron superiores, los otros cuatro los podría haber ganado cualquiera de los dos.

-Están los dos mejores equipos del la Liga en la final?

-Es muy difícil asegurarlo. Quimsa es indiscutible. Comodoro también es indiscutible. Pero hay cuatro equipos que podrían estar tranquilamente en la definición: Regatas, San Martín, Obras y Peñarol. Y nadie podría objetar nada. Lo único sorpresivo sería que no hubiese estado Quimsa.

-A Quilmes no lo incluiste...

-Es que hubiese sido una sorpresa si llegábamos nosotros.

-Empezamos hablando de que estuvieron a un paso...

-Es cierto. Pero no era esperado. Ni al comienzo ni durante le transcurso de la Liga que llegáramos a la final. Eso sí, fuimos competitivos durante todo el año. Estuvimos entre los ocho mejores equipos a lo largo de toda la competencia. No clasificamos al Torneo Súper 8 por goal average y no tuvimos la ventaja deportiva por el mismo motivo. Competimos de igual a igual con los equipos de arriba. Eso es lo más importante. De visitante no ganamos tantos partidos, pero jugamos muchos partidos bien fuera de casa. Incluso en la última gira, en la que perdimos casi todo en la última pelota o en el suplementario.

-Tu primera llegada a la A tuvo un tránsito algo complicado. Quizás se dio demasiado rápido. ¿Considerás que estás en un mejor momento como entrenador y ahora sos más reconocido?

-No sé si soy reconocido o no. Está claro que todos los días intento ser un poquito mejor como entrenador. Desde ese momento en que llegué a la A hasta ahora pasaron cuatro años. Si no siento que soy un poco mejor o no trabajé para ser un poco mejor, sería un fracaso. Tendría que ser mejor ahora que en ese momento. Lamenté mucho ese año porque hubo dirigentes en San Martín de Corrientes que confiaron en mí. Y yo no pude conducir a ese equipo como hubiese querido. La dirigencia me dio un apoyo increíble. Contra toda la adversidad de resultados, el respaldo fue tremendo. Por eso me dolió no haber podido hacer las cosas mejor.

"Acomodar la estructura para

mejorar el funcionamiento"

-¿Cómo continúa esta historia?

-Yo tengo continuidad en el club. No me quiero ir. Pero tenemos que ponernos de acuerdo con (el presidente) Pablo Zabala para sentir que estamos convencidos. De que la institución desea que yo siga siendo el entrenador y que yo soy el entrenador indicado. Quedamos en tratar de acomodar la estructura para mejorar el funcionamiento. Nos juntamos, lo hablamos y él estuvo de acuerdo en intentar que esa situación se pueda dar para seguir adelante y mejorar. Ahora está de viaje y seguramente cuando vuelva nos reuniremos otra vez. La vinculación con el club está. Sólo tenemos que acordar el trabajo a desarrollar para estar estructuralmente mejor.

-Zabala dijo que su intención era conservar a la mayoría del plantel...

-Yo, personalmente, del plantel todavía no hablé nada. Ya llegará el momento. Por ahora en la Liga están todas las negociaciones suspendidas.

-¿Qué opinás del sistema de juego utilizado en esta última Liga?

-Creo que son muchos partidos y, más allá de eso, es demasiado extensa en tiempo la Liga. Se hace muy difícil la convivencia dentro de un grupo durante tanto tiempo. Me gusta que la crítica sea constructiva, no para destruir. Me parece que tendría que haber menos partidos y me imagino lo difícil que debe haber sido para los equipos que tuvieron, además, una o dos competencias internacionales.

-Por cierto, Quilmes está clasificado para la Liga Sudamericana...

-Sí, eso es una motivación extra. Totalmente. Hay muchas cosas por resolverse todavía. La cantidad de fichas, la forma de juego y muchas más.