Por Sebastián Arana

Le sale todo a Kimberley. Ayer, después de jugar un buen primer tiempo, sufrió el complemento con Bella Vista. Cuando más confundido estaba, Francisco Grande, ingresado nueve minutos antes, coronó con un golazo la mejor jugada colectiva de la mañana. Y Morata, atajándole un penal a Machain ocho minutos después, reafirmó la buena estrella de su equipo y aseguró el 1-0 que lo mantiene puntero.

Kimberley funcionó al influjo de Diego Ramírez. Los arranques del otamendino fueron, lejos, lo mejor de un primer tiempo opaco. Cuando participó con frecuencia, el equipo de Mignini fue claramente dominador.

Entre los diez y los veinte minutos el conjunto local generó lo mejor de la etapa. Ramírez, estacionado sobre la derecha, rompió los esquemas visitantes cuando metía la diagonal hacia adentro. Un par de veces, así, llegó a posición de remate. En la primera, provocó una gran atajada de Luján, quien con mucho esfuerzo desvió al córner. En la segunda, su zurdazo se fue arañando el palo.

También De Hoyos, en ese mismo lapso, tuvo una chance clara. Vico lo dejó libre frente al arquero con un gran pase. Pero la ?Garza? pateó el pasto y el arquero contuvo sin problemas. Y Solaberrieta, a los 18?, también tuvo una llegada franca, pero levantó mucho su remate.

Sin embargo, después de ese pasaje, Bella Vista se ordenó mejor en el fondo y vigiló con más atención a Ramírez, quien tuvo, por lo menos, dos rivales cerca cada vez que recibió.

El dominio local, en consecuencia, se tornó inofensivo. Apenas un par de centros peligrosos y un remate alto de Ramírez desde la puerta del área trajeron algo de inquietud a Bella Vista.

Los bahienses no se preocuparon demasiado por atacar. Salvo un revolcón de Morata en una maniobra confusa en el arranque del juego y un cabezazo de Roa de anticipo tras un buen centro de Barroca, no pisaron el área kimberleña.

Con Ramírez absorbido por la marca, Kimberley no tuvo argumentos para romper una defensa nutrida y sólida en gran parte del complemento. Ni siquiera explotó el recurso, tan habitual otros partidos, de los desbordes de De Hoyos.

Bella Vista, que siempre se sintió muy a gusto con el empate, hasta se animó a soltar amarras con el correr del partido. A los 21' Machain llegó hasta las barbas de Morata, quien perdió la pelota luego de controlarla abajo y tuvo que rehacerse para tapar el intento del mediocampista de capitalizar el rebote.

Un minuto más tarde, Boquín aprovechó una duda entre los dos centrales, se filtró entre ellos y enfrentó a Morata, quien tapó bien abajo. Finalmente, a los 29?, tras una buena jugada colectiva, el propio Boquín pateó apenas alto desde la puerta del área.

Cuando más confundido estaba, cuando estaba contra las cuerdas, Kimberley sacó un piñazo salvador. Y la solución llegó desde el banco. Mignini había mandado a Grande a la cancha a los 24' en lugar de Servera.

Nueve minutos más tarde, Cebada cruzó un centro de izquierda a derecha y Ramírez, muy vivo, abrió de cabeza hacia la derecha. Grande, quien ingresaba totalmente libre de marcas por ese sector, convirtió con un derechazo a la carrera, duro y cruzado, inatajable para Luján.

Fue un conejo de la galera. Cinco minutos más tarde, Kimberley sacó otro. Cabrelli pitó penal un ?agarrón? de Rodríguez Rendón adentro del área a Machain. El propio ?8? se hizo cargo del remate y Morata le adivinó la intención para desviar y luego tapó el cabezazo posterior de Boquín.

El equipo de Mignini, en estado de gracia, sacó adelante un partido que tenía decididamente complicado. Y los números le sonríen cada día más.