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06-07-2015

La gente encendió la emoción de Leo en su última función "albiceleste"

por Marcelo Solari

El tablero electrónico marcaba que restaban 2m30s para concluir el tercer cuarto del partido de anoche entre Argentina y Uruguay. La voz de Mariano Latorre, el responsable de la locución, anunció un nuevo cambio en el seleccionado argentino. "Se retira Nicolás Brussino e ingresa, con el número 10... ¡Leonardo Gutiérrez!". En realidad, su camiseta no tenía número, pero sí una leyenda que decía "Leo, siempre con el Alma".

Ni falta que hacía agregar las credenciales, sus partidos, puntos, torneos y más. Todo el Polideportivo se puso de pie para ovacionar al olímpico cordobés, que con esos simbólicos 150 segundos en cancha se despidió definitivamente de la selección argentina, a la que le entregó gran parte de su vida sin condiciones, y frente a la gente que adoptó como suya desde 2009, cuando llegó para jugar -y ganar todo- en Peñarol.

Ese ratito yendo y viniendo en el ámbito donde más cómodo y feliz se siente, no le permitió el premio de anotar -hubiese sido la frutilla del postre-. Pero apenas concluyó ese tercer cuarto, todo el estadio volvió a ponerse de pie y la ovación se tornó ensordecedora. Y Leo, acostumbrado a cientos de batallas, a recibir amores y odios, no pudo contenerse y, mientras levantaba su brazos en señal de agradecimiento, se quebró y sus lágrimas de emoción se trasladaron, también, a unos cuantos espectadores.

En algún momento tenía que llegar el adiós y llegó. Si bien lo había anunciado tras concluir el Mundial de España de 2014, la despedida formal, con homenaje incluido, llegó anoche. Otra vez con Mar del Plata como testigo privilegiado de un hecho deportivo trascendente.

Atrás quedaron 125 partidos en los que anotó 958 puntos a lo largo de 20 torneos internacionales. Si bien en sus 15 años en el seleccionado absoluto (desde el Sudamericano 1999 hasta el Mundial 2014) jugó 135 partidos, para la estadística oficial de la Confederación Argentina no se toman en cuenta los juegos disputados en la Copa "Tuto" Marchand ni en los Juegos de la Buena Voluntad (Goodwill Games) ni en la Diamond Ball. Sólo se computan Sudamericanos, Panamericanos, Premundiales, Preolímpicos, Mundiales y Juegos Olímpicos.

Su mejor marca individual fue de 24 puntos, convertidos a Venezuela, en el Sudamericano de 2004. Y a sus 15 años en el seleccionado absoluto también habría que agregarles otros de entrega incondicional a su amor "albiceleste" desde las formativas, en las cuales debutó en 1993.

Además del afecto de todo el público, antes de irse otra vez hacia los vestuarios, Gutiérrez recibió varios obsequios: una camiseta del seleccionado con su número -el 10- enmarcada, gentileza de los jugadores y el cuerpo técnico; un cuadro en el que se destacan su mentalidad, compromiso, dedicación, liderazgo y esfuerzo, entregado por Federico Susbielles, en nombre de la Confederación Argentina; y un trofeo simbólico con una figura en cerámica de Leo, por parte de la Asociación de Jugadores. Fiesta completa.