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31-07-2015

Tormentoso fin de la relación entre Ramella y Quilmes

Cruce de declaraciones periodísticas.

Las dos partes le atribuyen la responsabilidad al otro. Y la gente, el hincha genuino de Quilmes, queda en el medio, sin saber qué campana escuchar. O a cuál hacerle caso. Eso sí, muchos pudieron hacer conocer sus opiniones a través de las redes sociales. Y la mayoría quería que el director técnico se quedara.

Lo concreto es que Leandro Ramella dejó de ser oficialmente ayer el entrenador del "tricolor". Luego de tres temporadas (ascendió desde el TNA) y dos muy buenas campañas en la Liga A (perdió en cuartos de final luego de un buen play-off ante Peñarol, en 2013/14 y llegó hasta la final de la Conferencia Sur, en 2014/15), Ramella no continuará en la entidad con la que tenía un contrato por otras dos temporadas.

El primero en hablar fue el presidente Pablo Zabala, en Jugá en Primera, por LU9. "No tenemos una situación de conflicto, ni mucho menos -dijo-. Ramella y uno de sus representantes, 24 horas antes del tercer juego con Gimnasia de Comodoro, nos plantearon que no iba a continuar más en el club. Nosotros trabajamos para ampliárselo por dos años más, pero él no había firmado su contrato y pretendía irse. Ayer -por el miércoles- hablamos con su agente y le dijimos que quedaba libre".

Esta versión se contrapone con lo que el propio Ramella le dijo a LA CAPITAL en una extensa entrevista publicada el jueves 2 de julio. "Yo tengo continuidad en el club. No me quiero ir. Pero tenemos que ponernos de acuerdo con el presidente del club para sentir que estamos convencidos", había expresado el entrenador formado en Kimberley.

No obstante, Zabala profundizó su postura e hizo públicos algunos detalles. "Ramella tuvo un contrato arriba de la mesa de mi oficina siete u ocho meses sin firmarlo. Eso no cayó muy bien en la Comisión Directiva, porque sabemos desde enero que fue ofrecido a otros clubes. Creo que él y sus representantes buscaban un horizonte mejor en lo deportivo y en lo económico. Me parece que jugó a las escondidas. Creo que la mejor opción es que siga su camino y dejar la puerta abierta para cuando quiera retornar, pero con las cosas claras. Hablé con él y ve fantasmas dónde no los hay. Llegó a decir que Quilmes no lo quiere. Yo le ofrecí diez años de contrato, pero igual siempre tuvimos plan B, C, D y J", se ufanó el directivo.

El derecho a réplica en el mismo programa radial lo tuvo Raúl Molinaroli, uno de los representantes de Ramella. "Ayer -por el miércoles- Pablo Zabala me informó que la comisión directiva de Quilmes había decidido que Leandro no siga, quedamos en juntarnos el sábado para ver cómo hacemos. Yo tengo casi 60 años. Acá no hay escondidas y creo que los conflictos particulares se arreglan en la misma mesa, no a través de los medios. Lo único que puedo decir es que Leandro Ramella es un caballero y siempre se comportó así. Adentro de Quilmes todo lo saben. Y se enteró a través mío que no va a seguir y está shockeado, porque ahora sólo quedaba un equipo sin entrenador, y ahora ya lo contrató (Obras Básket contrató al español Trifón Poch)".

Menos diplomático que su socio, Esteban Villar, el otro representante de Ramella, le dijo ayer a LA CAPITAL que "nosotros actuamos siempre en forma transparente. Los clubes interesados en tener a Ramella eran Obras y La Unión. Pero yo mismo en persona les dije a Gregorio Martínez (manager del "tachero") y a Mario Romay (la máxima autoridad de los formoseños) que el presidente y el entrenador se tenían que juntar en una reunión y de eso dependía su continuidad o no" -lo cual coincide con lo que Ramella le había contado a LA CAPITAL en aquella entrevista de principios de mes-.

"Para dejar todo más claro, les dijimos a los dos clubes que hablaran directamente con Quilmes para saber si el entrenador iba a estar disponible o no. Nunca lo ofrecimos. Ellos -los dirigentes de los clubes mencionados- pueden certificar lo que digo.

"Al pretender demostrar que el entrenador fue ofrecido a otros clubes, Zabala también involucra en un juego sucio no sólo a Ramella, que es un señor, sino también a Obras y La Unión. Es una lástima esta la situación y la forma en que se produjo. Pero es un fiel reflejo de cómo el presidente conduce los destinos del club", sentenció Villar.