Por Walter Vargas

Si en la mitología griega Orión equivale a El Cazador, en la silvestre realidad de Boca en el campeonato argentino se ha vuelto habitual que Orión, Agustín Orión, se convierta en un verdadero cazador, sí, pero de problemas evitables: su expulsión del domingo, la tercera en poco tiempo, condicionó a su equipo y propició un desorden aprovechado por un gran Unión de Santa Fe, vencedor de un partido en clave de metegol: fue 4-3.

A Boca le supo insuficiente haberse puesto en ganancia a los siete minutos gracias a Jonathan Calleri (cada día es mejor jugador, no falta mucho para que lo veamos por tevé en una de las grandes ligas europeas), también le supo insuficiente empardar 2-2 e incluso 3-3, porque amén de la inferioridad numérica forzada por la irresponsabilidad de Orión (violenta salida en perjuicio de Lucas Gamba, similar a la que había redundado en la fractura de Carlos Bueno), padeció horrores un mediocampo inexistente y una defensa que no hizo ni hombre ni zona, hizo observación en el lugar de los hechos, incluido "Cata" Díaz, que jugó tan mal como pocas veces en su extensa carrera.

Boca perdió en la cancha y también perdió en la conferencia de prensa, donde Rodolfo Arruabarrena puso menos énfasis en la paupérrima imagen colectiva que dejó el equipo, su equipo, que en el procedimiento que llevó al juez Jorge Baliño a establecer el penal y la expulsión de Orión.

¿Qué importa si a Baliño lo puso en autos el cuarto árbitro o uno de sus jueces de línea, tal como al parecer sucedió? En cualquier caso Baliño enmendó a tiempo un error descomunal y se hizo justicia.

Aplauso, medalla y beso para Unión, siempre en sintonía, a salvo de complejos, audaz cuando pudo, contundente y, sobre todo, con una admirable presencia de ánimo: el trágico accidente de Diego Barisone, ex "tatengue", había hecho estragos en más de cuatro jugadores, sobremanera en su amigo Santiago Zurbriggen, que al cabo del juego tuvo palabras conmovedoras.

En fin, la victoria de Unión constituyó la gran sorpresa de una fecha 19 que permitió a San Lorenzo alcanzar la línea de Boca merced a una ajustada y dificultosa victoria de 1-0 a expensas de Gimnasia y Esgrima La Plata, uno de los más crecidos en este tramo del torneo y de hecho el único que fue capaz de ganar seis cotejos de forma consecutiva.

Una corazonada del uruguayo Martín Cauteruccio, larga carrera y remate al gol con cierta complicidad del arquero Nicolás Navarro, fue al cabo la única diferencia ante Gimnasia, que dio una batalla leal y lamentó haber dejado pasar sus mejores oportunidades y sufrir un polémico arbitraje de Fernando Echenique: los jugadores platenses, incluso el entrenador Pedro Troglio, pusieron el grito en el cielo por la omisión de tres supuestos penales.

San Lorenzo y Boca han quedado punteros con 40 puntos, los mismos que podría haber sumado River en caso de derrotar a Defensa y Justicia en Florencia Varela, pero esta cita fue postergada a guisa de la cercanía de la definición de Copa Libertadores que, como es bien sabido, tendrá lugar en el Monumental de Núñez dentro de unas horas.

Del pelotón de arriba hubo tres que no supieron aprovechar el insospechado tropezón de Boca: Rosario Central, que aun hospedado en su fragorosa localía no pudo con Sarmiento de Junín; y Racing Club y Belgrano de Córdoba, que empataron en Avellaneda y dejaron buena tela para cortar: Belgrano dilapidó un tiro penal ejecutado por Cristian Lema y atajado por el "Chino" Saja, después se sobrepuso a la expulsión de Sebastián Prediger y no dejó de estar más cerca de llevarse los tres puntos ante un rival saturado de delanteros y menos diez en ideas.

Uno que aprovecha su viento de cola, y en forma, es Independiente: con un gol de Diego Vera, "Viruta" que le dicen, despachó a Colón en Santa Fe, completó cuatro de cuatro flechas hacia arriba en el ciclo de Mauricio Pellegrino y ya se arrimó al fogón de los que como mínimo aspiran a clasificarse a la Libertadores de 2016.

En el fondo, entre quienes cuentan las monedas para sobrevivir destacó la inaudita remontada de Huracán, igual de capaz de sufrir 75 minutos, de estar 3-0 abajo con Crucero del Norte y quedar al borde de un goleada humillante (tan mal jugaba que hasta Carlos Arano convirtió uno de los goles en contra más espectaculares de la historia del fútbol), como de sacar fuerzas de donde parecía que no había y en el tiempo de descuento sellar un empate con sabor a epopeya.

También es digna de ser subrayada la buena racha de Olimpo de Bahía Blanca y sus tres triunfos al hilo, esta vez 2-0 a Newell`s, que al mando de Lucas Bernardi no da pie con bola (es cierto que no fue convalidado un gol legítimo marcado por Maxi Rodríguez); en una fecha que permitió la recuperación de Temperley y Estudiantes de La Plata: el "Gasolero" ahondó las penas de Vélez, que descendió a un sorprendente puesto 20, mientras que el "Pincha" de Gabriel Milito, sin que le sobre nada, conste, se aprovechó de la pendiente de Nueva Chicago, que no sabe lo que es tener una alegría desde sus tiempos de la B Nacional.

Atlético de Rafaela fue un poco más que Aldosivi y supo plasmarlo en el score, en tanto Argentinos Juniors y Godoy Cruz Antonio Tomba empataron 0-0 y al parecer Pipo Gorosito ya no es mirado con buenos ojos en el barrio de La Paternal.