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30-08-2015

Un Aldosivi con compromiso

El técnico eligió y armó bien el equipo ante la situación crítica y los futbolistas le respondieron para una victoria muy necesaria.

por Vito Amalfitano

El técnico eligió la mejor formación posible ante la situación crítica. Y el equipo le respondió con actitud, personalidad y el mayor compromiso.

Una vez más había avisado Fernando Quiroz: "Llegamos al fondo del pozo, de dónde se suele salir". Y Aldosivi y Quiroz salieron para adelante. El equipo de Mar del Plata llegó al primer triunfo desde aquella ya legendaria victoria del 24 de mayo ante Boca en la Bombonera sin dejar lugar a dudas con respecto a la consustanciación entre estos futbolistas y este técnico. El grupo que alcanzó el mayor logro de la historia del club, tal como el propio entrenador lo destacó ayer.

Desde el primero y hasta el último minuto Aldosivi jugó un partido especial. Decisión, compromiso, solidaridad, en la disputa de cada pelota. Pero no fue todo voluntarismo. Hubo otros méritos, desde el planteo del técnico y la prestación de los futbolistas.

Ante todo, hubo mucha presión, asfixiante, desde el comienzo, y en tres líneas. La presión alta, la del medio, y también la de los centrales y un Lequi que respondió al pedido del entrenador para que le resuelva el problema del lateral izquierdo.

La presión alta nació en un conmovedor, una vez más, Pepe Sand, capaz de colaborar al borde del área propia en muchas situaciones, de encabezar los contraataques con el último resto en el segundo tiempo, y de definir como el goleador que es en la rúbrica de una muy buena jugada, que tuvo participación y matices técnicos para destacar, como el cambio de frente de Gastón Díaz, el control de Seccafien y la aparición en el vacío y el centro de Lequi.

Una presión media que ejercieron bien Lamberti y Capurro en el primer tiempo, no así en el segundo. Y una presión de los centrales y de Lequi para ganar anticipos durante buena parte del encuentro, más en la etapa inicial.

Lo que sufrió Aldosivi en defensa en el segundo tiempo no fue por la endeblez de otros encuentros (porque la zaga Ortiz - Galván respondió siempre bien, Gastón Díaz aporta otra presencia en el lateral derecho y Lequi, lo dicho, cumplió en un puesto que conocía pero al que no estaba habituado) sino por el bajón de rendimiento de los volantes centrales. Porque interceptar solo no alcanza, ya que la pelota se da por recuperada cuando se la entrega a un compañero.

De todos modos, ese pressing en todas las líneas que tan bien sostuvo Aldosivi en el período inicial (cuando practicamente no dejó llegar a San Martín) es imposible de mantener para cualquier equipo argentino durante todo el partido. Era natural el retroceso, no tanto con tan poco control. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que el equipo de Mar del Plata falló en varios contraataques que hubieran ahorrado esos contratiempos de la etapa complementaria.

Quiroz avisó en Florencio Varela que se había tocado fondo. Pero también que se iba a salir. Pero no solo se lo propuso. Puso el equipo justo en el momento indicado para que se de esa recuperación. Los gladiadores del ascenso más el alma de Pepe hicieron el resto.