BUENOS AIRES.- Los dirigentes del fútbol argentino protagonizarán hoy un nuevo "súper martes" en la sede de AFA de la calle Viamonte, luego del cortocircuito en el pacto que hicieron semanas atrás Marcelo Tinelli y Luis Segura, en la previa de las elecciones en la entidad.

Además, en reunión de Comité Ejecutivo se debatirá nuevamente sobre la fecha 23 del campeonato y quedará definida la realización de la misma, tras las críticas del técnico del seleccionado argentino, Gerardo Martino, y otras personalidades del fútbol.

Con la aprobación de la candidatura de Tinelli a la presidencia de AFA y el nombramiento del conductor televisivo como vice tercero de la entidad, parecía que se llegaba al primero de marzo de 2016 en calma.

Pero, el cimbronazo se dio a partir de la negativa de Segura de restituir en el cargo a Roberto Fernández en el Consejo Federal (condición que había pedido Tinelli) y a la designación en ese puesto del sanjuanino Alfredo Derito.

"Del acuerdo no fui participante porque estaba en reposo por la operación. Si se cayó o no lo tendría que decir la gente que participó. Entiendo que no se incumplió nada del acuerdo", aseguró ayer Segura, quien hoy presidirá la reunión de Comité Ejecutivo.

Por su parte, Tinelli, quien el viernes a última hora se reunió en Casa de Gobierno con Carlos Zannini, secretario Legal y Técnico, irá este martes por la mañana a la AFA a una reunión junto a Matías Lammens para intentar descomprimir la situación con los dirigentes opositores a su corriente.

Racing pedirá los puntos

El presidente de Racing, Víctor Blanco, adelantó ayer que pedirán "los puntos", por el partido que la barra brava de Godoy Cruz suspendió en Mendoza, cuando la Academia ganaba 1-0, a los 25 minutos del primer tiempo.

"El Tribunal de Disciplina decidirá. El partido debería ser dado por terminado. Racing es el principal perjudicado. La resolución llevará su tiempo. El presidente de Godoy Cruz pidió disculpas. Era algo que se podía evitar. La idea es pedir los puntos", sostuvo el mandamás racinguista, quien además admitió que no desean volver a viajar a Mendoza por el desgaste del viaje.

Por otro lado, el dirigente enfatizó que "eran cuarenta forajidos" y que con la presencia de "cien policías se solucionaba".