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07-10-2015

"No tendría que haber jugado"

Pablo Lugüercio, el día después. El jugador de Aldosivi recibió un proyectil arrojado desde la tribuna de Lanús en la previa a un partido que pudo haberse suspendido. El propio futbolista decidió continuar pero tras el partido terminó con una úlcera de córnea en un nosocomio local. Ayer admitió que no tendría que haber seguido jugando.

Horas después de haber recibido la agresión de un hincha de Lanús en la previa del partido que Aldosivi terminó ganando el lunes en Mar del Plata, Pablo Lugüercio admitió que no debería haber decidido que se jugara el partido.

En diálogo con los colegas de "Juego Limpio" (LU9), el futbolista de Aldosivi confió que estaba evolucionando bien de la úlcera de córnea que sufrió en el ojo derecho, donde recibió el proyectil arrojado por un hincha ubicado en la popular norte del estadio José María Minella.

Es que el del lunes, fue el único partido de la vigésimo séptima fecha del torneo de Primera División designado para albergar a ambas parcialidades.

Y si bien la barra de Lanús ingresó al estadio más tarde, la idiotez de un hincha puso en jaque la realización del partido. Porque mientras que el plantel de Aldosivi hacía el calentamiento precompetitivo detrás del arco que da a la cabecera del tablero electrónico, un parcial visitante arrojó el proyectil que impactó en el ojo derecho de Lugüercio. Entonces el comienzo del partido se demoró 20', hasta tanto el árbitro Ariel Penel y los dirigentes de ambas instituciones constataran que Lugüercio podía seguir jugando.

La última palabra la tuvo entonces el propio jugador, quien en el momento entendió que lo mejor era disputar el partido tal como estaba programado. Después Aldosivi redondeó un muy buen rendimiento y superó por 3 a 1 a Lanús. Pero Lugüercio no pudo completar los 90'. Con dolor en su ojo derecho y la vista reducida, a poco de comenzado el complemento dejó el campo de juego.

De la cancha se fue a la clínica Colón, donde le realizaron las primeras curaciones y diagnosticaron la úlcera de córnea.

"Hoy estoy mejor, el parte es más alentador que anoche. Ha cicatrizado la zona del golpe, cuando ayer parecía algo más grave. En 48 horas me dijeron que cicatriza y entonces estoy más tranquilo", contó ayer Lugüercio.

"Hoy, pensándolo en frío, no tendría que haber jugado. Es una situación fea. Triste, en realidad", resaltó en la charla con el programa que conduce Sergio Vangelista, en la que admitió que no había podido dormir en toda la noche, por las molestias en el ojo y por la preocupación que tenía tras la primera entrevista médica.

"Quiero destacar el apoyo del cuerpo técnico y los jugadores de Lanús. Como el de mis compañeros y la dirigencia. Sentí que en todo momento me daban la oportunidad de decidir si el partido se jugaba o no. En ese momento uno piensa en tantas cosas y se deja llevar por la situación, por las ganas. Todo te va llevando. Hoy en frío pienso que no tendría que haber decidido jugar", resaltó.

"Cuando pedí el cambio ya no veía del ojo. Todo lo que pasaba a mi derecha no lo podía enfocar. Se me hacía imposible y por eso preferí salir y dejar a un compañero que estuviera al 100%", agregó.

"Cuando llegué a la clínica el panorama que me dio el médico me asustó. Me dijo que podía tener secuelas, que si la velocidad que traía el proyectil era un poco más rápida me podría haber comprometido la retina. Hoy volví y el panorama es otro. Ya estoy sin dolor. Si bien todavía no veo bien, con el transcurso de las horas mejoraré", afirmó.

"Hay cosas que son inexplicables. La pasión la entiendo, la respeto, pero cuando pasan un límite así no la comparto. Estamos yendo por un camino en el que va a llegar un punto que ni la gente del local va a poder ir a la cancha", lamentó.

"Este era un partido tranquilo, con gente de Lanús que vino a Mar del Plata para seguir a su equipo. Y un estúpido pone en riesgo el viaje de toda esa gente. Es muy triste", aseveró.

Consultado sobre si le pasó por la cabeza la posibilidad de dejar el fútbol Lugüercio reconoció que sí.

"Si, sin dudas. Justo hoy lo hablaba con un amigo que juega en otro club. Hice tanto esfuerzo para llegar a este momento, porque uno ve lo lindo de ser un jugador de primera pero el esfuerzo lo hizo antes para llegar, con toda una familia apoyando. Para poder pagar un colectivo, un par de botines o un viaje. He pasado por tantas cosas y ahora, faltando un poquito para mi retiro, yo no quiero perder un ojo a esta altura. No quiero que me pase algo en una cancha de fútbol, o en una tribuna. Entonces te ponés a pensar. Porque uno va a trabajar y la sensación que me deja todo esto es que el próximo fin de semana puede volver a pasar", analizó preocupado.

Con el tratamiento de gotas recetado Lugüercio se recuperará en 48 horas y no tendrá problemas en ser de la partida el domingo 18, cuando Aldosivi visite a River Plate, nada menos, por la vigésimo octava fecha del torneo de Primera División.

Este fin de semana no habrá fútbol de la máxima categoría porque se disputará la primera doble jornada de eliminatorias sudamericanas.

Ayer, durante una jornada en la que el triste episodio que tuvo como protagonista a Lugüercio fue tema central en los principales programas deportivos de alcance nacional, se barajó la posibilidad de suspender la presencia de público visitante en los estadios de aquí a fin de año.

Una picardía teniendo en cuenta que, días atrás, se habían disputado con un gran marco y sin ningún problema partidos como el duelo entre San Lorenzo-Racing en La Plata por Copa Argentina y el Lanús-Independiente de la fecha pasada.

Sin embargo, por la noche, el Ministro de Seguridad de la Provincia, Alejandro Granados, adelantó que este fin de semana habrá visitantes en dos partidos del ascenso. Y uno será el que Unión y Ferro disputarán el sábado en el José María Minella de esta ciudad.