Por Sebastián Arana

Con la mano izquierda. Así anduvo Peñarol casi toda la noche. El tiro de tres puntos que siempre lo alimenta le dio la espalda. Y la zurda de Selem Safar, autor de 23 puntos, hizo lo suyo para que Obras se impusiera 82 a 74 por la última fecha de la etapa regional de la Liga Nacional de Básquetbol y lograra la clasificación al Súper 4.

Peñarol, que suele vivir del tiro abierto, remó desde el vamos contra la corriente. Los tiros que ingresaban naturalmente el miércoles frente a Ferro anoche fueron sistemáticamente rechazados por el aro. Bien o mal tomados.

Entonces tuvo que apelar a otros argumentos para estar en juego. Primero, a una defensa dura. Luego, a alimentar más que otras veces a Reggie Okosa, quien sostuvo el tanteador con sus puntos cerca del canasto, pese a alternar aciertos y errores.

Esos puntos cerca del canasto le permitieron disimular el 0/5 de Gutiérrez en tiros de tres puntos en el cuarto inicial y la casi nula incidencia en el juego de Nico Brussino, quien sólo jugó ocho minutos en el cuarto inicial y anotó nada más que un tiro libre.

Obras no las tuvo todas consigo. Pero sobre el final del parcial sacó una pequeña ventaja gracias a los aciertos de Safar en el perímetro.

Con Okosa y cuatro relevos en cancha, Peñarol mantuvo la lucha en un terreno de paridad en el segundo parcial. Acuña se sumó al desequilibrio interior del nigeriano. Y Massarelli también engrosó el caudal goleador con 9 puntos en el parcial.

Sin embargo, la defensa local empezó a mostrar grietas. Con menos talla, fue más permeable al tiro de tres puntos. Obras, con 50% en tiros de tres puntos (6/12) y la efectividad de Zanzottera desde la línea, se fue al descanso 40 a 36 al frente. Un negocio no tan malo para Peñarol, teniendo en cuenta su 2/14 en triples.

Sin embargo, nada mejoró de regreso al partido. Por el contrario, empeoró. De los diez jugadores que iniciaron el parcial, sólo Safar ingresó certero con el aro y Obras amagó irse en el tanteador. El dominio visitante y algunos fallos cuestionables de Castillo sacaron de quicio a Peñarol y los porteños escaparon a 51-40 a falta de seis minutos y fracción.

Pero una técnica a Leo Gutiérrez cambió el clima del partido y Peñarol, embravecido, reaccionó a partir de la defensa y de correr el contraataque. Y también, cómo no, de una ráfaga combinada entre Baxter y Brussino. Así ingresó al cuarto final apenas un punto abajo (57-58).

El equipo local, de todos modos, no dejó de correr de atrás. Salvo tres aciertos de Sahdi de tres puntos, siguió abollando el aro. Tanto que Obras llegó a recostarse en una zona que le permitió dominar el rebote en el tramo final.

Los visitantes, encontrando seguido a Horner en el poste bajo, volvieron a escapar y a falta de 2m08s lo tenían casi en el bolsillo: 75-67. Y no tuvieron problema alguno en rematarlo para asegurar el pase al Súper 4.