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07-02-2016

Apunta a bajar el barrilete

El triunfo es vital para el equipo de Ramella, cuyos rivales directos no aflojan en la Conferencia Sur. Está en duda la presencia del alero Alejandro Spalla.

No tiene alternativas Quilmes. Falta mucha Liga todavía. Pero, pese a su mejoría, sigue último y los rivales directos no aflojan. El equipo marplatense, obligado por las circunstancias, afrontará esta noche una "parada" bravísima. Recibirá en Once Unidos, desde las 20, a Estudiantes de Concordia, el equipo del momento, que viene de "bajar" a Peñarol en el Polideportivo y ganó siete de los ocho partidos que disputó desde la reanudación de la Liga Nacional de Básquetbol.

El equipo marplatense logró recuperar en los últimos días a un par de "averiados" como Luca Vildoza y Tayavek Gallizzi. Pero no pudo con Alejandro Spalla, quien no entrenó durante toda la semana por una molestia en una de sus rodillas. Difícilmente pueda jugar esta noche.

En relación a las últimas presentaciones, el conjunto "tricolor" deberá mejorar en el apartado defensivo. Atenas y Boca le superaron con comodidad los ochenta puntos en Once Unidos en las últimas dos presentaciones. Son demasiados. Semejante rendimiento defensivo obliga a anotar alrededor de noventa. Todo el mundo sabe que no es sencillo.

Recuperados Vildoza y Cequeira, con Baxley siempre intratable, Quilmes recuperó 45/50 puntos por juego que históricamente aportó su media cancha. Pero no es una buena política confiarse a esta mejoría.

Más allá de la carga al rebote, acompañada de algún tiro abierto, del cubano Jasiel Rivero y de los disparos exteriores de Jonathan Slider, Estudiantes no cuenta con atacantes indefendibles. Salvo una excepción, Darquavis Tucker.

La llegada del estadounidense en el receso potenció sobremanera a un equipo que ganaba y perdía y hoy es uno de los más sólidos de la competencia. Peñarol el viernes lo marcó bien al goleador durante tres cuartas partes de partido. Pero el escolta nunca salió de su eje, pese a que la pelota y el juego pasaron poco por sus manos, y cuando los suyos lo necesitaban irrumpió con once puntos clave en el cuarto final para totalizar 23 y definir la pulseada.

De él deberá ocuparse especialmente Quilmes. Aunque, con tanta necesidad de un triunfo, nada puede quedar librado al azar.