MADRID, España (Télam, especial).- El debate en torno a la conveniencia de la abdicación del rey Juan Carlos I y la necesidad de transformación de la institución monárquica creció en España mientras el Jefe de Estado evoluciona de forma "muy positiva" tras ser operado de dos hernias discales.

El rey, de 75 años, abandonó ayer por la mañana la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la clínica La Milagrosa de Madrid, después de una noche en la que "ha podido descansar" y tuvo una "evolución muy positiva" luego de la operación de ayer, informó el gerente del centro, Gaspar Palet, al leer el último parte médico.

Sobre el mediodía, el monarca recibió la visita del presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, quien al salir del hospital privado afirmó que el Jefe de Estado estaba "bien" y que lo vio "muy animado".

Según explicó Rajoy en una breve declaración, pudo despachar con él sobre algunos "asuntos de actualidad económica y política exterior".

El rey estará una semana en el hospital y luego se trasladará al Palacio de La Zarzuela donde seguirá su rehabilitación, que puede llevarle entre dos y seis meses, según explicó ayer el neurocirujano que dirigió la intervención, Manuel de la Torre.

El doctor le extirpó al monarca dos segmentos herniados de disco en la zona baja de la columna vertebral, una lesión que padecía desde hace tiempo y que le provocaba fuertes dolores y no le permitía permanecer completamente erguido.

El príncipe heredero, Felipe, asumirá el lugar de su padre en algunos actos mientras muchos españoles se preguntan si la prolongada ausencia del monarca debido a su estado de salud no es un signo de que debe abdicar.

El monarca fue sometido a su cuarta operación en menos de un año y a la séptima en los últimos tres.

En abril y noviembre del año pasado, el rey fue operado de la cadera, la primera vez tras una ruptura durante su polémico y excéntrico viaje de caza de elefantes a Botswana por el que tuvo que pedir perdón en un hecho inédito ante el revuelo que se había armado- y la segunda por una artrosis.

El Ejecutivo español intenta dar una imagen de absoluta normalidad a pesar de que la nueva intervención quirúrgica volvió a avivar las voces críticas con la Corona en un momento en el que la institución monárquica afronta un desgaste sin precedentes.

La popularidad del rey está a la baja por los escándalos personales y la corrupción política en la que está involucrado su yerno, el duque de Palma Iñaki Urdangarín, que también salpica a la Casa Real en medio de la peor crisis económica que vive España en décadas.

¿La hora de Felipe?

En este contexto, el líder de los socialistas catalanes, Pere Navarro, insistió en dos entrevistas en la conveniencia de que el rey abdique a favor de su hijo, el príncipe Felipe, a pesar de que el Partido Socialista (PSOE) se desmarcó de sus opiniones la semana pasada.

Según Navarro, España ganaría "energía y otra imagen" con la abdicación del rey, precisamente cuando hace falta mucha fuerza para "acometer las reformas que necesita el país".

Por su parte, la ex ministra de Defensa Carme Chacón dijo hace unos días que la Corona no está ofreciendo un "espectáculo edificante" y que, a partir de ahora, "o será transparente o será muy difícil que siga siendo".

Aunque se negó a opinar sobre la conveniencia de la abdicación del monarca, la ex ministra estrella de José Luis Rodríguez Zapatero defendió un cambio en la institución ante la indignación generada en la ciudadanía por los escándalos de corrupción.

Larga vida y transición

En los debates radiales y televisivos de España el tema está en auge, mientras en sus editoriales tanto de la prensa afín a la derecha como a los sectores progresistas se pronunciaron a favor y en contra de la institución.

Así, el diario La Razón publicó un artículo titulado "Larga vida al rey", en el que su autor defiende que el balance del reinado de Juan Carlos I es "claramente favorable" a la estabilidad democrática, y que, por lo tanto, "jamás deberían escucharse las voces de quienes reclaman ahora incluso desde fuera un cambio de titular en nuestra monarquía".

Por el contrario, bajo el título "La Transición de la Monarquía", el diario El País defiende que "La Corona y la Familia Real deben renunciar voluntariamente a cualquier privilegio e impulsar un campo de reformas que les legitimen para un nuevo contrato de servicio público con la sociedad española".

"La única justificación política" para que la institución permanezca (con abdicación o sin ella) es que sea realmente útil a la sociedad, sostiene la nota de opinión firmada por Antoni Gutiérrez Rubí.