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04-03-2013

Huelga y manifestación contra la reforma laboral de Hollande

París y las principales ciudades de Francia reunirán a trabajadores de cuatro sindicatos. Se prevé problemas en algunos sistemas de transporte.

PARIS, Francia (Télam, especial).- Cuatro de los ocho sindicatos franceces convocaron para hoy a una huelga de transportes y movilizaciones en toda Francia contra el proyecto de reforma laboral que el gobierno socialista de Francois Hollande presentará al Parlamento el miércoles y que espera poner en vigor en mayo proximo para contrarrestar el creciente desempleo.

Para hoy, las empresas estatales de trenes de larga y corta distancias (SNCF), como la compañía de metro parisino (RATP), anunciaron "fuertes perturbaciones" en sus servicios, al igual que los operadores de los aeropuertos franceses, las empresas de taxis y el servicio de correo publico.

Mientras que numerosas manifestaciones tendrán lugar en todo el país, principalmente en París, Toulouse, Marsella, Lyon, Lille, Rennes, Burdeos y Perpignan.

La huelga convocada por la CGT y Federación Obrera (FO), dos de las centrales históricamente enfrentadas, cuenta con el apoyo de otras dos centrales obreras: Federación Sindical Unitaria (FSU) y Solidaires.

Asimismo, busca frenar el acuerdo firmado por la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), la Confederación Francesa de los Trabajadores Cristianos (CFTC), la Confederación General del Trabajo (CGC) y el organismo representante de la patronal (MEDEF) el 11 de enero pasado, en donde fijan el marco de nuevas relaciones entre empleados y empleadores.

Según el ministro de trabajo Michel Sapin, en declaraciones a la radio France Info, esta iniciativa permitirá "terminar con el miedo a contratar por parte de los empresarios al flexibilizar el ingreso al mercado laboral".

No obstante, las cuatro centrales sindicales que se oponen a este acuerdo, lo hacen por sostener que "retoma la filosofía de los acuerdos de competitividad del empleo defendidos por el ex presidente conservador Nicolas Sarkozy", según estimó anoche el secretario general de la CGT, Bertrand Thibault en una emisión política del canal publico France 5.

"El proyecto de ley del gobierno es un retroceso sin precedentes", sostuvo Thierry Lepaon, próximo secretario general de la CGT (asumirá en marzo) al diario Libération.

"El texto es muy malo, posee un desfasaje total con el discurso del presidente Hollande, que durante los primeros meses de su gobierno llamó a luchar contra la precariedad laboral y el crecimiento del desempleo. Las empresas siguen obteniendo cosas y los empleados nada o casi nada", agregó Leapon.

El proyecto de ley sobre el empleo, que el gobierno presenta como "surgido de una concertación" a pesar de que la mitad de los sindicatos no firmo el acuerdo, comenzará a debatirse en la Asamblea Nacional (Diputados) en abril próximo con la intención gubernamental de promulgarlo en los primeros días de mayo.

En tanto, la popularidad continua cayendo en picada, según tres encuestas dadas a conocer esta ultima semana.

Según la consultora BVA, el 66% de los franceses (44% de entre ellos votó por Hollande) se dice "desilusionado" por el presidente.

Para TNS Sofres, su popularidad cuenta con el 30% de opiniones positivas, el porcentaje más bajo para un presidente en su décimo mes de mandato desde 1981, mientras que para OpinionWa, casi tres de cada cuatro franceses (72%) se declaran "descontentos" con la política económica y social del gobierno socialista.

En medio de una economía estancada y al borde de la recesión, Hollande -cuya popularidad había ascendido el mes pasado por la intervención militar en Mali- busca inspirar confianza a los franceses, dominados por el pesimismo y la desconfianza por los negativos y prolongados efectos de la crisis económica de la zona euro en el país galo.

Por el momento, el mandatario no logra su objetivo y tras los tres primeros ajustes por más de 40.000 millones de euros para que su presupuesto 2013 cumpla con los compromiso de desendeudamiento asumidos ante la Unión Europea (UE), mientras numerosos economistas auguran nuevos recortes presupuestarios y el propio gobierno ya anunció que en 2014 podría volver a aumentar los impuestos.